Siete sermones a los muertos
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Siete sermones a los muertos (en latín Septem Sermones ad Mortuos) constituye un opúsculo creado por C. G. Jung en 1916 para una edición privada. Lo regalaba en ocasiones a sus amigos y allegados. No podía ser adquirido en la librería. Mas adelante consideró dicha obra como un pecado de juventud y se retractó, desdiciéndose de lo expresado en ella.
Tabla de contenidos |
[editar] Introducción
Para poder llegar a entender la necesidad de escribir el presente escrito es preciso conocer los antecedentes en los cuales se situa la biografía de su autor, partiendo desde 1913, año en el que se producirá su ruptura con Freud, hasta 1916, fecha de elaboración del opúsculo. Tres años en los que se generará una etapa de descubrimiento y transformación personal y en los que correrá parejo la evolución de toda su obra.
[editar] El análisis del inconsciente
Tras la separación de Freud en 1913 se inició en Jung una época de inseguridad y desorientación interior. Inicialmente focalizado en hallar una nueva actitud frente a sus pacientes, no tardaría en realizar una recapitulación de si mismo, llegandose a formular la siguiente y consabida pregunta: «¿Pero, cuál es, pues, tu mito, el mito en el que tú vives?». Es en este punto donde considera que «había llegado al límite».
Al infructuoso análisis inicial de sus sueños y fantasías diurnas desde una perspectiva psicoanalítica, siguió la aceptación del desconocimiento acerca de lo que hacía y de lo que le sucedía. Así pues, decidió «abandonarse conscientemente a los impulsos del inconsciente». De ello derivó la necesidad del juego, la construcción y edificación infantiles como elementos preliminares en el hallazgo de su propio mito. Salvó la distancia existente entre el adulto y el niño de once años repleto de una vida fecunda que a él le faltaba: el vehículo fué la repetición de sus juegos infantiles rememorados a través de las fantasías emergidas de su inconsciente.
Todo ello continuó teniendo lugar en su vida posterior. Siempre que ésta se quedaba atascada recurría a la pintura o a la escultura como «un rite d`entrée para las ideas y trabajos subsiguientes».
Hacia otoño de ese mismo año, Jung alude a una transposición de su sintomatología interna de carácter psíquico, hacia afuera, como si se tratara de una realidad concreta. Es entonces cuando tiene varias alucinaciones, la primera estando de viaje llegaría a durar una hora, y que irían repitiéndose a lo largo del tiempo. La conclusión inicial a la que llegaría sería la del inicio de una Psicosis. Durante la primavera y principios del verano de 1914 volverían a sucederse episodios similares pero esta vez en forma de tres sueños sucesivos. El carácter de los mismos continuaba siendo de tipo catastrofista. El 1 de agosto estallaría la primera guerra mundial y con ella su confirmación del carácter premonitorio de sus sueños y visiones.
Ante tales circunstancias intentó averiguar qué le sucedía y por qué su propia vida dependía ahora de la colectividad.
El carácter de experimento científico implícito en la confrontación con su inconsciente terminó siendo también «un experimento que tuvo lugar en mí». El contenido de dicha experimentación consistía en «traducir mis emociones en imágenes, es decir, hallar aquellas imágenes que se ocultaban tras las emociones». Seguidamente procedía a anotar las fantasias emergidas dando expresión a las condiciones psíquicas implícitas a través de un lenguaje poético, dado que éste es el lenguaje de los arquetipos y del inconsciente. Sería a partir de ahora cuando empezarían a vislumbrarse las esperadas respuestas a las preguntas formuladas en el vacio, y con ello a la edificación de su propio corpus teórico y psicoterapéutico.
Sería el 12 de septiembre de 1913 cuando «me decidí a realizar el primer paso». Tras una primera visión, con alusiones al mito del héroe y del sol, le siguió seis dias después, un sueño, donde se mostraban el arquetipo de la sombra y nuevamente el arquetipo del héroe, esta vez representado por Sigfrido, al que había que matar. Será a partir de aquí cuando lleve a su fin su experimento con el inconsciente. Para ello, recurrirá a representarse mentalmente una pendiente con la finalidad de captar mejor sus fantasías y descender a los estratos mas profundos de la psique. De ahí surgirá el episodio en donde llega a vislumbrar tres nuevas figuras. Elias, arquetipo del Viejo Sabio, encarnación del Logos; Salomé, arquetipo del Anima, o arquetipo de lo femenino, representada ciega, encarnación del Eros; y una serpiente negra, que anunciaba de nuevo el mito del héroe. Finalmente, y desde esta misma triada emergerá una nueva figura derivada del arquetipo del Viejo Sabio a la que llamará Filemón, describiéndola como «un pagano que aportaba una influencia egipcio-helenística con matiz gnóstico», «un guru», «un espíritu», «un maestro del alma».
Filemón y otras figuras de la fantasía me llevaron al convencimiento de que existen otras cosas en el alma que no hago yo, sino que ocurren por sí mismas y tienen su propia vida. — C. G. Jung, Recuerdos, sueños, pensamientos, pag. 218.
Será Filemón la figura deseada por Jung en esos momentos de confusión, «una sabiduría y un poder supremos que me desenmarañasen las espontaneas creaciones de mi fantasía».
Previamente a la redacción de los Siete Sermones, Jung se veía inmerso en un proceso vital de confrontación con su inconsciente colectivo, fundamentalmente con el arquetipo del anima, o arquetipo de lo femenino, y su implícita ambivalencia, a través de la imaginación activa, método desarrollado por Jung para establecer un diálogo áctivo en estado de vigilia con lo inconsciente. Estando relajado, como en trance, se centra la atención en una imagen (proveniente de un sueño, por ejemplo), interrogándola acerca de su origen, significado, etc., como si se tratara de otra persona.
En 1916 experimentó una inclinación por la creación literaria, sintiendose impulsado desde dentro a formular y expresar lo que podría haber dicho Filemón, otra de las figuras iniciales de confrontación con su inconsciente. Serán todas estas experiencias las que le llevarán a descubrir la existencia de complejos y arquetipos con carácter autónomo e independiente en lo más profundo del alma humana.
De ahí surgirían los Septem Sermones ad Mortuos con su lenguaje característico, contándonos Jung bajo qué urgencias escribió, aparentemente en escritura automática, como dictado desde lo inconsciente colectivo, a través del arquetipo del Viejo Sabio, Filemón, pero que él atribuyó a Basílides, gnóstico de Alejandría, "la ciudad donde el Este se topa con el Oeste".
Las fantasías que por entonces se le presentaban a Jung las escribía primeramente en el Schwarzes Buch (Libro Negro) y posteriormente las trasladaba al Rotes Buch (Libro Rojo), ampliado con ilustraciones, una de ellas la del propio Filemón. Aniela Jaffé aclara que "El Schwarzes Buch comprende seis volúmenes encuadernados en piel negra; el Rotes Buch, un infolio encuadernado en piel roja, contiene las mismas fantasías, pero en una forma y lenguaje retocados y en escritura gótica caligráfica, a la manera de los manuscritos medievales". Existe una similitud linguística aproximada con el Rotes Buch o Libro Rojo, salvo que mientras en este último se incluyen inacabables conversaciones con figuras internas, los Septem Sermones representan un todo encerrado en sí.
Los siete sermones transmiten una impresión fragmentaria sobre lo que preocupó y elaboró Jung entre 1913 y 1917. Incluyen indicaciones plásticas o procesos de ideas que posteriomente desempeñarían una importante función en la obra científica de Jung. En concreto, la naturaleza contradictoria del espíritu, de la vida y de la expresión psicológica.
Tras dudar, y sólo en haras a la horadez, dió permiso para la inclusión en su autobiografía, pero sin desvelar el significado del Anagrama presente al final del opúsculo:
- NAHTRIHECCUNDE
- GAHINNEVERAHTUNIN
- ZEHGESSURKLACH
- ZUNNUS. —
- C. G. Jung
[editar] Referencia bibliográfica
[editar] Fuentes primarias
- Jaffé, Aniela (ed.) (1964/2005 [7ª edición]), Recuerdos, sueños y pensamientos (pags. 448-460), Madrid: Seix Barral (Los Tres Mundos). ISBN 8432208299.
- ——, Autobiografía: Recuerdos, sueños y pensamientos (anexo Obra Completa), Madrid: Editorial Trotta (en preparación).
[editar] Fuentes secundarias
- Hoeller, Stephan A. (2005), Jung gnóstico y los siete sermones a los muertos, Málaga: Editorial Sirio. ISBN 8478084630.
[editar] Véase también
[editar] Enlaces externos
- Septem Sermones ad Mortuos
- Philemon Foundation Proyecto de actualización de las Obras Completas de C.G.Jung incluyendo material disponible no editado en las ediciones estandar: 30 volúmenes adicionales a los 20 yá existentes en un plazo estimado de 30 años.