Tortas curicanas
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Las tortas curicanas son un tipo de pasteles típicos elaborados en la ciudad de Curicó, Chile.
[editar] Historia
Curicó se convirtió en la Ciudad de las Tortas, gracias a Cristobalina Montero, quién comenzó con la producción y venta de pasteles chilenos. En el año 1877, se inauguró el tramo ferroviario de Santiago hacia el sur del país y con ello aparecen “las palomitas” en la estación de Curicó. Ellas eran las encargadas de vender los productos de Cristobalina Montero. El nombre lo recibieron por los delantales blancos que vestían.
Al pasar los años, Tortas Montero, diversificó sus productos y además de hacer tortas, elaboró galletas, mazapanes, bombones y helados. Esto permitió agrandar la empresa y adquirir más tecnología.
En el año 1995, Tortas Montero entró al Record de Libro Guinness de los Récords, ya que realizaron la torta más grande del mundo. La torta midió 10 metros de diámetro, 50 centímetros de alto, con un peso de 23.000 kilos. La degustación fue realizada en el gimnasio cubierto de la ciudad y también fue repartida a lo largo de todo Chile.
Durante muchos años Tortas Montero, perteneció a la familia de Cristobalina Montero y fue pasando en herencia de generación en generación dentro de la familia. Sin embargo, en el año 2002 una fuerte crisis económica afectó a la empresa, obligándola a buscar capital por otros medios, vendiéndose la mayor parte de los activos de la empresa a personas que no eran de la familia. Hoy Tortas Montero, pertenece a un holding de la ciudad de Curicó, interesada en mantener la tradición en la ciudad.
Se elaboran en diversos tamaños y sabores. Las hay de alcayota, manjar, almendras, nuez, manjar y naranja, y almendra y nuez.
La empresa fundada por Cristobalina Montero, aún se mantiene en el mismo lugar donde se inició. Actualmente con otros dueños, pero con el mismo objetivo: Seguir elaborando las legítimas tortas curicanas y seguir haciendo de Curicó, la Ciudad de las Tortas.