Virus Jerusalem
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El virus Jerusalem, sin duda alguna ha sido uno de los más destacados en la historia de los patógenos informáticos. Su descubrimiento y aislamiento en 1987 por la Universidad Hebrea de Jerusalem, puso en vela a cientos de usuarios que desconocían por completo que los computadores también pudieran ser enfermados por “virus”.
Este virus se auto-instalaba en la RAM de los computadores tomando el control de las interrupciones entre las 8:00 y las 21:00 horas, desde allí afectaba únicamente a los archivos .exe y .com. Su descubrimiento se produjo gracias a un fallo en la estructura vírica por la que Jerusalem no detectaba los archivos .exe que ya había infectado, por lo que se enzarzaba en un bucle, re-infectando una y otra vez los mismos archivos. Cada vez que el usuario abría un archivo, Jerusalem se incorporaba a él, haciendo que éste aumentara su peso en 2 Kb creciendo cada vez más hasta que el sistema operativo MS-DOS fuera incapaz de soportarlo, ya que en esa época la RAM no sobrepasaba los 640 Kb y los discos duros promediaban entre los 20 y 30 Mb. Aparentemente, los efectos del virus Jerusalem no parecían devastadores, pues sólo ralentizaban los procesos realizados por el usuario mientras trabajaba con archivos instalados en su ordenador; la realidad era que este virus estaba preparado para eliminar todos aquellos archivos que había infectado previamente, pero al igual que los virus “orgánicos”, Jerusalem necesitaba de un período de incubación de un año (si el virus hubiera actuado en el mismo momento en que infectó un programa, su efecto sería mínimo y su creador hubiera sido descubierto con extrema rapidez); estaba previsto que el día 13 de Mayo de 1988 comenzase con su devastadora “limpieza” de archivos.
Pese a haber sido descubierto a finales de 1987 y haber logrado su inactivación gracias a los primeros antivirus o vacunas, en el caso de Jerusalem la vacuna fue realizada por la propia Universidad Hebrea; la rapidez con la que el virus se auto-reproducía, la incredulidad de los usuarios y el desconocimiento sobre protección ante virus, hizo que éste se extendiera por todo el mundo a una velocidad vertiginosa causando pérdidas de datos en numerosas empresas y particulares, afectando notablemente en los Estados Unidos, Europa y el cercano Oriente. La ciudad de Jerusalén optó por la destrucción de todos los archivos guardados en las máquinas infectadas. Jerusalem fue el precursor de multitud de variantes, que al igual que los ordenadores avanzaban en capacidad y rapidez, éstos se amoldaban al desarrollo tecnológico siendo cada vez más dañinos. Ejemplos de estos virus pueden ser: PLO, Russian, Arab Star, Black Box, Black Widow, Fu.Manchu, etc.
Entre estos virus merece ser destacado el más que conocido: virus Viernes 13. Este patógeno informático no es más que una variación “perfeccionada” de Jerusalem, siendo capaz de inocular además de archivos .exe y .com, otros con extensión .SYS, .BIN, .PIF y .OVL ampliando su abanico de infección. Aumentó escasamente su velocidad de reproducción y conseguía eliminar todos aquellos programas que se instalasen los días 13 de cada mes, una nueva propiedad de Jerusalem que mantenía en vilo a todos los usuarios de computadores cada vez que se aproximaba la fecha.
En 1991 renació nuevamente Jerusalem con su actualizada versión “Jerusalem-B”, a la cual agregaron pequeñas características, y una vez vueltas a compilar, mostraban una pequeña ventana con el nombre y datos de sus autores (Jeru.Roger, Jeru.Aguilar, etc.)