Zorobabel

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Zorobabel fue uno de los caudillos de la restauración judía después del destierro babilónico.

• Nombre e identificación.

El nombre hebreo Zerubbcibel viene del babilonio Zir-Babili (=semilla de Babel).

Muchos lo identifican con Sesbasar (hebreo Sheshbasar, en babilonio Shamash-bal-usur= ¡oh Shamash /sol/, protege al hijo!), por ostentar el mismo título de pehúh, gobernador (Esd 5,14; Ag 1,1), atribuírseles la reconstrucción del Templo de Jerusalén (Esd 3,8; 15,16) y pertenecer ambos a la nobleza, ya que a Sesbasar se le llama «príncipe de Judá» (Esd 1,8). En esta hipótesis, que no implica consecuencias históricas ni exegéticas de importancia, Z.orobabelhabría retenido el nombre que indicaba simplemente haber nacido en Babilonia, evitando emplear el otro fuera de las relaciones oficiales (Esd 1,8; 5,14.16), por contener un elemento teofóríco pagano, a fin de no chocar con los sentimientos de sus compatriotas precisamente en los momentos de restauración nacional, caracterizados por la exaltación y el fervor religioso incluso en cuestiones accidentales (cfr. B. M. Pelaia, o. c. en bibl., 39).

Se le presenta como «hijo de Salatiel (Salatiel)», primogénito del rey Jeconías, en casi todos los documentos (Esd 3,2.8; 5,2; Ag 1,1.12.14; 2,3.23; Mt 1,12; Le 3,27). Pero en 1 Par 3,19 se le llama «hijo de Pedaya», hermano de Salatiel, bien porque éste se hubiera casado con la viuda sin hijos de Salatiel, según la ley del levirato (Dt 25,5-6), siendo por consiguiente hijo legal de Salatiel y natural de Pedaya, bien porque fuera realmente hijo de Pedaya y nieto de Salatiel, conforme a la 'variante de algunos manuscritos.

• Su misión.

Mientras los utensilios sagrados del Templo aparecen entregados por Ciro a Sesbasar y llevados por éste a Jerusalén (Esd 1,7-11), Zorobabel figura al frente de la primera caravana de repatriados, repartidos seguramente en grupos, que se componía de 42.360 personas sin contar los esclavos y esclavas en número de 7.337 (Esd 2, 64-65).

De acuerdo con el sumo sacerdote Josué, reconstruyó el altar de los holocaustos, inaugurándolo con la celebración de la fiesta de los Tabernáculos en el otoño de 538 (Esd 3,1-6). Como en tiempos de Salomón, hicieron venir al puerto de Jafa las maderas de cedro del Líbano, que pagaban a tirios y sidonios con trigo, aceite y vino, para la edificación del Templo (Esd 3,7). Preparados los materiales, en el segundo mes, que era Iyyar (abr.-mayo), del año segundo después de su regreso (537 a. C.) se comenzaron las obras en medio de grandes demostraciones de alegría (Esd 3,8-13). A causa de las intrigas y de la oposición de los samaritanos, que estaban resentidos contra los judíos por no haber sido admitidos a participar en la restauración del Templo y a formar parte de la comunidad israelita, los trabajos quedaron interrumpidos hasta el año segundo de Daría I (520 a. C.) (Esd 4,1-5).

Por la intervención de los profetas Ageo (Ag 1,1-13) y Zacarías, hijo de Baraquías, hijo de Ido (Zach 8,9-13), se puso de nuevo mano a la restauración del Templo, que no obstante las reclamaciones de los gobernadores persas del lado de acá del río (Eufrates), Tattenay y Setar-Bozenay, se llevó a feliz término con el favor del rey el día tercero del mes de Adar (feb.-mar.) del año sexto de Darío (515 a. C.), cuatro años y medio después de haberse comenzado, siendo reanudado el culto bajo la autoridad de Z. (Esd 4,24; 5-6).

Durante la reconstrucción, Zorobabel escuchó de Ageo palabras de aliento y el anuncio de que con la venida del Deseado de todas las gentes, la gloria del nuevo Templo superaría a la del primero (Ag 2,6-9). Aludiendo después el profeta a un oráculo por el que el Señor rechaza de sí a Jeconías, bajo la imagen de un anillo (Ier 22,24), anuncia bajo esa misma imagen el advenimiento del reinado pácífico del Mesías (v.), del que el príncipe judío Zorobabel es tipo y representante. Con esta muestra del agrado divino, desaparece la figura de Zorobabl de la Historia, siendo la imagen del anillo el mejor calificativo de su misión religiosa: «¿Cómo a Zorobabel ensalzaremos, / que es como sello en la derecha mano?». (Eccli 49,11).

[editar] Bibliografía

• H. LESÉTRE, Zorobabel, en DB V12,2547-2550 y DB (Suppl.) V,868-982.
• J. GABRIEL, Zorobabel, Viena 1935.
• A. FERNÁNDEZ S. J., Comentario a los libros de Esdras y Nehemías, Madrid 1950.
• B. M. PELMA, Esdra e Neemia, Turín-Roma 1957.
• J. PRADO C. SS. R., Síntesis bíblica, Madrid 1960, 871-873.
• L. ALNALDICH O. F. M., Biblia Comentada, II, Madrid 1961; G. RiccloTTi, Historia de Israel, II, Barcelona 1947, 95-107