Aceite santo
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Por extensión se llama aceite santo o santos óleos o aceite de unción al utilizado para consagrar a los reyes en las religiones judía y cristiana. También se usa la expresión de santos óleos en la liturgia romana. Son tres: el Santo Crisma, usado para ordenaciones, confirmaciones, bautizos, consagración de altares e iglesias; el Oleo de los Catecúmenos, usado para ungir a los que están preparándose para el Bautismo; y el Oleo de los Enfermos, usado en el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Estos óleos los consagra el Obispo de cada diócesis en la Misa Crismal, que celebra en su catedral usualmente el Jueves Santo por la mañana. Luego, son distribuidos a las parroquias de su jurisdicción.
[editar] Historia
Su origen está en el aceite empleado desde el siglo IV para reemplazar el uso de las reliquias, difíciles de encontrar en aquellos años. Se impuso la costumbre de hacer traer desde Jerusalén el aceite bendecido que ardía día y noche delante de las tumbas de los santos y otros sitios en los santos lugares. Fue una nueva moda para el provecho y satisfacción de los fieles.
Du Cange en su Glosarium oleum benedictum aporta información sobre estos hechos. Cuenta que el aceite se empapaba primero en paños de algodón y luego se metía en unas pequeñas ampollas, generalmente de cristal. Así era como se trasportaba. Los sacerdotes ungían con él a los fieles en determinados días. Añade además el relato de una serie de curaciones debidas a este uso.
Los Papas enviaban como un gran regalo, aceite santo a los reyes y personajes ilustres. Se sabe que Gregorio Magno envió a la reina de los lombardos Teodelinda sesenta y cinco ampollas con este contenido, que había sido extraído de las tumbas de los mártires más venerados. Se conservan algunas de estas ampollas, incluso las hay que llevan la primitiva etiqueta escrita.
En la ciudad de Monza (Italia), antigua capital de los lombardos, se conservan bastantes ampollas. La mayoría son de cristal pero hay algunas de metal que están decoradas con figuras y escenas cristianas y constituyen un verdadero tesoro arqueológico.
[editar] Articulos relacionados
[editar] Bibliografía
- ROBERT, Paul. Dictionnaire alphabétique & analogique de la langue française. S. N. L., París 1972
- ABBÉ MARTIGNY, Dictionnaire des Antiquités chrétiennes. Librairie de L. Hachette et Compagnie. París, 1865