Ajedrez árabe
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La expansión hacia el occidente del ajedrez se debe a los musulmanes. La conquista de la India no se inicia hasta la segunda mitad el siglo VIII, aunque para entonces el ajedrez ya se había popularizado en Persia conquistada a partir del 640. La primera mención expresa al ajedrez es un texto persa del 600. La influencia persa se rastrea en algunas palabras como jaque que deriva de la palabra persa Sha, rey. Algunos aficionados en lugar de decir jaque dicen ¡rey! Alfil deriva de la palabra árabe al-fil, elefante, que era lo que antiguamente representaba. La expresión «dar jaque», amenazar al rey, viene de Sha, rey de los persas y Sha mat significa «el rey ha muerto».
Los primeros maestros conocidos vivieron en Persia. Se llamaban Abú-Gafiz, segunda mitad del siglo VIII y Zairab, primera mitad del siglo IX. Este último tuvo un esclavo llamado Mainal Jadim que se hizo famoso componiendo finales. Aunque seguramente los jugadores más conocidos de la época fueron al-Sulí, (880-946) y Aladino al-Tabriz, segunda mitad del siglo XIV, cuya fama duró siglos.
La composición de finales fue muy popular en el ajedrez de esta época. Estas composiciones se llamaban mansubas. Los manuscritos más antiguos consagrados íntegramente al ajedrez son árabes. Las mansubas aparecen en Bagdad durante la edad de oro de esta ciudad. Y se cambia el nombre del jugo de chaturanga a shatranj, que derivará en ajedrez, Hacia 840 al-Adli, considerado el mejor jugador de su tiempo escribe su «Libro de ajedrez», hoy en día el original se ha perdido.
En el 847 al-Razi escribe «Elegancia en el ajedrez» y un siglo más tarde al-Sulí (946) escribe su «Libro de ajedrez» en dos volúmenes. En 1140 Rabrab presenta su «Libro de problemas de ajedrez», en el que aparee por primera vez un estudio sobre los finales del rey y torre, contra rey y alfil.
A comienzos del siglo IX el califa de Bagdad Harounal Rachid (766-809) ofrece a Carlomagno (768-814) un ajedrez de mármol, del que sólo se conservan algunas piezas en la biblioteca de París.
Las reglas del ajedrez árabe no son exactamente las mismas con las que se juega hoy en día. La dama y el alfil sólo podías avanzar dos casillas, el alfil podía saltar, en lugar del enroque existía el «salto del rey» que permitía saltar por encima de una casilla, los peones sólo se movían una casilla. El resultado es que las partidas eran muy lentas y para darle dinamismo al juego se inventaron las tabiyas.
Las tabiyas son posiciones simétricas con las que por acuerdo de los jugadores comenzaba la partida.