El clave bien temperado
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El Clave bien temperado (en alemán: Das wohltemperierte Klavier) es el nombre de dos ciclos de preludios y fugas en todos los tonos mayores y menores de la gama cromática compuestos por Johann Sebastian Bach.
El primero – BWV 846 Y BWV 869 – (1722) da la explicación siguiente (en alemán):
"El clave bien temperado, o preludios y fugas en todos los tonos y semitonos, ambos con la tercera mayor o Ut, Re, Mi, y con la tercera menor o RE, Mi, Fa, están compuestos para la práctica y el provecho de los jóvenes músicos deseosos de aprender y para el entretenimiento de aquellos que ya conocen este arte".
El segundo –BWV 870 Y BWV 893- sigue, después de 1740, el mismo esquema: cada libro comprende 24 grupos constituidos por un preludio y una fuga en el mismo tono. Empieza por la tonalidad de Do mayor, y después la de Do menor, a la que le sigue Do# mayor y así sucesivamente, hasta haber completado toda la gama cromática de mayor a menor. Es, por tanto, una colección enorme que comprende 48 preludios y 48 fugas cuyo objetivo es, a la vez, musical, teórico y didáctico. Los dos son actualmente conocidos como Clave Bien Temperado Libro I y Libro II. Según Macario Santiago Kastner, en la Alemania del tiempo de Bach "Clavier" significaba "clavicordio" y no "clave", mientras que "Klavier" era un nombre genérico que significaba instrumento de teclado, particularmente el clavicémbalo y el clavicordio (actualmente el piano), pero sin excluir el órgano. En la actualidad estas obras para teclado de Bach se tocan en el clavicémbalo o el piano.
[editar] Un título que se presta a algunas conjeturas
La palabra Klavier, en alemán, significa, hoy, piano. Sin embargo, es poco probable que Bach escribiera estas piezas pensando en este instrumento. El clavecín y el clavicordio habían llegado, en esa época, a su apogeo, cosa que no ocurría con el instrumento de Bartolomeo Cristofori (inventor del piano), que podía parecer un trasto sin porvenir alguno (los primeros ejemplares aparecen en Italia hacia 1710). Los preludios y las fugas son unas partituras que actualmente se interpretan, por lo general, en el órgano. Por tanto, la gran mayoría de las piezas de teclado de Bach son específicamente para clavicordio, un instrumento de cuerda percutida que Bach tenía en alta estima porque le permitía acentuar y realzar libremente las voces en distintos planos. Las únicas piezas que son para clave o clavicémbalo son: las "Variaciones Goldberg", el "Capricho a la Partida de su hermano", el "Aria variada a la manera italiana" y el "Concierto italiano". El resto, incluyendo las "suites francesas", "suites inglesas" y las "partitas", las invenciones a dos y tres voces (sinfonías) y, por supuesto, el mal llamado "Clave bien temperado", son para clavicordio.
¿Qué significa exactamente bien temperado? Existe una forma de afinar el instrumento de manera tal que todas las piezas suenen correctamente. Evidentemente, el sistema temperado puede responder a esta exigencia, y no se puede negar que esta obra magistral prueba que Bach estimuló su generalización. Esta opinión todavía se debate hoy:
- 1).- Johann Philipp Kirnberger, uno de los alumnos de Bach, presume de haber transmitido las enseñanza de su maestro de manera fidedigna pero considera, con alguna razón, el sistema temperado como una monstruosidad musical.
- 2)- El acorde del clavecín o clavicordio puede ser modificado ligeramente en algunos momentos, y es posible que Bach encontrara -aunque fuera de manera empírica- un método de acorde de base que permitiría ejecutar esa modificación de un modo rápido para un intérprete experimentado.
- 3).- Bach era de una generación que admitía y utilizaba, generosamente, las características propias para cada tonalidad; aportando, en su elección, el más riguroso cuidado. ¿Cuál es el interés para componer en el sistema temperado en Do# mayor, con sus siete alteraciones en la clave, si el mismo fragmento suena de manera idéntica en Do mayor? No es más que una cuestión didáctica la que induce a escoger este método, y se podría pensar que las piezas en Do# mayor pudieron estar compuestas inicialmente en Do mayor.
- 4).- Por la dificultad y la permanencia de su acorde, está claro que, necesariamente, para la ejecución integral de la obra, el sistema temperado…Pero es muy improbable que Bach las haya escrito para este instrumento. De todas maneras el sistema temperado fue aplicado mucho más tarde.
- 5).- Se puede entender que la elección del sistema temperado, en detrimento de la musicalidad, se elige por la facilidad de la modulación. Pero Bach nunca tuvo en cuenta las dificultades tanto para la composición como para la ejecución; probablemente no habría sacrificado la música a la comodidad del compositor o del intérprete.
Bradley Lehman ha puesto en evidencia la estructura del sistema temperado preconizado por Bach, que figura de manera codificada en el frontispicio de la obra (ver la línea de "rizos a todo lo largo de la imagen de abajo). Se trata de un sistema temperado muy dulce, que permite, efectivamente, el uso de todas las tonalidades, pero conservando unos colores diferentes para cada una; las tonalidades en bemol son más dulces que las tonalidades en sostenido.
[editar] Una de las obras mayores de la música occidental
El período durante el cual Bach compuso y reunió los elementos de este excepcional conjunto musical es, también, el del despliegue de la inventiva, de las teorías en busca del sistema temperado ideal. El sistema temperado está todavía lejos de ser unánime, y muchos son los que sueñan con encontrar la vía de la modulación sin límites y sin contraindicaciones en un temperado irregular que tardará en encontrarse. En este contexto, muchos compositores trataron ya de probar que todas las tonalidades son posibles. Por citar algunos:
Fisher, que editó en 1702, 1710, 1713 y 1715 su obra "Ariadna Musica", conjunto de 20 preludios y fugas en 20 tonos diferentes, que debían de servir de hilo conductor al músico en el laberinto de las tonalidades más alejadas, evitó, no obstante, las tonalidades en Sol# mayor y todas las que utilizaban 5 bemoles o 6 sostenidos.
Heinichen publicó en 1711 un "Labynthus musicus" igualmente en 20 tonos, cuyo objetivo es, evidentemente, parecido.
Mattheson da, en 1719 en su "Exemplarische Organistenprobe", unos ejemplos de base continua en cada una de las 24 tonalidades.
Bach probablemente estuvo inspirado por Fischer: se sabe por Carl Philipp Emmanuel Bach que éste era uno de los compositores preferidos de su padre, lo mismo que Froberger, Kerll, Pachelbel y algunos otros. Bach utilizó, en una de sus fugas, un tema que pertenece a "Ariadna Musica".
Sin embargo, la obra de Bach sobrepasa, con mucho, a la de todos sus contemporáneos y concede a su autor la reputación de ser el mayor contrapuntista de todos los tiempos. Se trata, en efecto, de una obra única desde todos los puntos de vista: en este enorme conjunto musical, ningún preludio, ninguna fuga se parecen: las fugas contienen, en general, tres o cuatro voces, y muy raras veces, dos o cinco, y despliegan un ejemplo completo de los procesos contrapuntistas; los preludios son de una gran variedad melódica, rítmica y de construcción todavía más importante. Cada una de las piezas demuestra la maestría del contrapunto, que no prevalece sobre la estética con un sentido del desarrollo de la idea musical que no deja lugar a la repetición y a la facilidad.
Después de Bach, la forma de "preludio y fuga" cae en desuso, como si todo se hubiera ya dicho. De hecho, cuando Bach queda en el olvido después de su muerte, el "Clavecín bien temperado" es admirado y practicado por los más grandes compositores: Mozart, Beethoven, Schuman, etc. Sin embargo, su obra no fue impresa hasta 1801. Bach le dio una gran auge, se copió a sí mismo muchas veces e interpretó en muchas ocasiones la versión íntegra.
[editar] Enlaces externos
- Fugas del Clave Bien Temperado (página en inglés)
- El Clave Bien temperado Edición MP3 con Licencia Creative Commons