Feromona
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Las feromonas son sustancias químicas producidas por las glándulas sexuales de algunos animales para atraer al individuo del otro sexo.
Viene del griego y significa "llevo excitación". Algunas mariposas son capaces de detectar el olor de la hembra a 20 km de distancia.
La palabra feromona ha sido utilizada recientemente en forma generalizada para referirse a hormonas de atracción sexual, cuando en realidad las feromonas son un tipo de hormona de atracción sexual, específicamente producida por las hembras de muchas especies de animales, incluyendo a los seres humanos.
Desde su origen, todas las especies de plantas, insectos y animales han utilizado diferentes aromas o mensajes químicos como medio de comunicación y casi todas utilizan uno o varios códigos por este medio, para atraerse sexualmente. Estas sustancias tienen además la particularidad de inducir cambios en el comportamiento de los individuos que tienen contacto con ellas.
Al igual que los demás seres vivos el ser humano segrega hormonas que produce en forma natural para comunicarse a niveles inconscientes. Esas señales pueden ser para comunicar estados de ánimo, para indicarle a la comunidad si un individuo está sano o enfermo, o bien, para indicar la disponibilidad y compatibilidad sexual.
[editar] Las feromonas en las abejas
Las feromonas en las abejas se producen en glándulas especiales y actúan a través del olfato por regla general. Las obreras también las tienen. Son especialmente conocidas las glándulas de Nasanov, bajo el abdomen, que emiten las feromonas de alarma. Las aventan levantando el abdomen y batiendo las alas.
Algunas feromonas pueden funcionar por intercambio oral. La reina las emplea para controlar a las obreras y, en el vuelo nupcial, para atraer a los machos. Estimula la agregación en los enjambres, impide la construcción de celdas realeras, transmite su presencia, lo que mantiene la tranquilidad de la colmena, promueve la recolección de néctar, etc.
Hay feromonas producidas por glándulas mandibulares que impregnan el cuerpo y son recogidas por las obreras con la lengua, y así las transmiten para generalizar el conocimiento de que la reina está presente.
Las feromonas que inhiben la construcción de nuevas celdas realeras (las que sirven para criar nuevas reinas) se producen en glándulas tarsales (en las patas).