Habitación china
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La Sala china es un experimento mental, propuesto originalmente por John Searle y popularizada por Roger Penrose, por el que se trata de rebatir la validez del Test de Turing.
Searle se enfrenta a la analogía entre mente y ordenador cuando se trata de abordar la cuestión de la conciencia. La mente implica no sólo la manipulación de símbolos, además de una sintaxis, posee una semántica.
El argumento es el siguiente:
Supongamos una sala completamente aislada del exterior, salvo por algún tipo de dispositivo (una ranura para hojas de papel, por ejemplo) por el que se pueden hacer entrar y salir textos escritos en chino.
Supongamos también que en esa sala hay una persona que no sabe chino, pero que está equipado con una serie de manuales y diccionarios que le indican las reglas que relacionan los caracteres chinos (algo parecido a "Si entran tal y tal caracteres, escribe tal y tal otros").
De este modo, la persona que manipula esos textos es capaz de responder a cualquier texto en chino que se le introduzca, y hacer creer a un observador externo que se entiende el chino.
Dada esta situación cabe preguntarse:
- ¿De verdad sabe aquella persona chino?
- ¿Los manuales entienden chino?
- ¿Es la sala en conjunto la que entiende chino?
De acuerdo a los creadores del experimento, los defensores de la inteligencia artificial deben admitir que, o bien la sala comprende el idioma chino, o bien el pasar el test de Turing no es prueba suficiente de inteligencia.