Juan Fernández de Navarrete
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Juan Fernández de Navarrete, más conocido como Navarrete el Mudo (Logroño, 1526 - Toledo, 28 de marzo de 1579), pintor español del Renacimiento.
[editar] Biografía
El pintor riojano fue sordomudo desde los tres años; durante toda su vida tuvo que lidiar con una débil constitución física y una naturaleza particularmente enfermiza. Apenas hay datos sobre su vida. El padre Sigüenza considera que recorrió toda Italia estudiando su arte en Roma, Florencia, Venecia, Milán y Nápoles, y afirma que trabajó en el taller de Tiziano, ya que la huella de este autor se aprecia claramente en sus trabajos. Pellegrino Tibaldi afirma haberle conocido en Roma en la década de 1550, lo que vendría a corroborar la información del padre Sigüenza. En Nápoles debió conocer probablemente a Juan Bautista de Toledo, quien le habría recomendado para trabajar en el Monasterio de El Escorial.
De vuelta en España, Felipe II le encargó la restauración del Descendimiento de Roger van der Weyden y recortar el Noli me tangere de Tiziano Vecellio, entre otros encargos similares. La adecuada resolución de estas tareas le valió el 6 de marzo de 1568 ser nombrado oficialmente pintor del rey Felipe II, cuya confianza logró ganarse frente a otros contemporáneos suyos, como Alonso Sánchez Coello o El Greco. El rey le hizo entonces un encargo monumental: realizar nada menos que treinta y dos pinturas de santos para las capillas laterales de la basílica de El Escorial. Sin embargo, pintó muy esporádicamente, a causa de los contratiempos impuestos por la delicada salud del pintor, aquejado de grandes dolores estomacales y necesitado de largos periodos de recuperación; en 1569 se retira para reponerse al Monasterio de la Estrella, en San Asensio, para el que pintó un San Jerónimo de gran colosalismo y un San Miguel venciendo al demonio.
Vuelto a la Corte, pintó un nuevo San Jerónimo que hace gala de un violento contraste entre luces y sombras. El martirio de Santiago (1571) es su obra más conocida y la más veneciana, y fue la que inspiró el realismo de Francisco Ribalta. Desde Madrid, donde residía, continuaba sastifaciendo las demandas del rey para El Escorial. En 1576 entregó Abraham y los tres ángeles, considerada por el padre Sigüenza su mejor obra, pero no tuvo tiempo de concluir el encargo real y sólo le entregó ocho cuadros, ya que falleció el 28 de marzo de 1579 en Toledo. Lope de Vega le compuso este epitafio:
- No quiso el cielo que hablase, / porque con mi entendimiento / diese mayor sentimiento / a las cosas que pintase. / Y tanta vida les di / con el pincel singular / que como no pude hablar / hice que hablasen por mí
[editar] Obra
Con Navarrete entró en la Corte la Escuela veneciana y pronto sus obras colgaban de las paredes del Alcázar de Madrid junto a las de Jacopo Robusti "el Tintoretto", y Lorenzo Lotto.
Se suele relacionar a Navarrete el Mudo con el Manierismo a causa de su erudito, experto y ecléctico estilo. Su obra evoluciona hacia un mayor dramatismo y empleo del claroscuro; es el primer pintor castellano que abandona las formas acabadas en busca de nuevas sensaciones estéticas. No acepta totalmente el deslumbrante colorido veneciano y, adaptándose a la sobriedad del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, adopta para este tipo de encargos un cromatismo de tierras y ocres. Son estos trabajos sin duda lo más último y más interesante de su producción, aunque fue también un prestigioso retratista.
Entre sus cuadros destacan El Martitio de Santiago, San Jerónimo penitente, el Nacimiento de Jesucristo, San Pedro y San Pablo, El Bautismo de Jesús, su Autorretrato...
[editar] Bibliografía
- Rosemarie Mulcahy, Juan Fernández de Navarrete, el Mudo, pintor de Felipe II Madrid: Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1999.
