Juegos Ãstmicos
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La excepcional situación geográfica de Corinto "enclavada entre dos mares", en el estrecho istmo que une las dos partes de la Grecia continental, contribuyó al éxito y a la importancia polÃtica de los Juegos Ãstmicos, con Poseidón y Melircetes como figuras clave.
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[editar] Comienzo oficial
El 582 adC figura como fecha inicial oficial, coincidiendo con el momento en que Cipselo, tirano de Corinto, logró dar resonancia panhelénica a unas competiciones locales en honor de Melircetes, tal como hizo PisÃstrato en Atenas con las Panateneas.
[editar] Historia mÃtica
La tradición ateniense menciona a Teseo como fundador, una reminiscencia de la inicial dominación ateniense del Istmo:
Al principio, Teseo organizó las competiciones para poder medirse con Heracles: tal como éste logró instaurar unos juegos olÃmpicos en honor de Zeus, aquél quiso merecer el honor de haber reunido a los griegos en los certámenes en honor de Poseidón en el Istmo
.
La competición que tenÃa lugar por la noche en honor de Melircetes, se parecÃa más a una ceremonia oculta que a un espectáculo público o a una gran fiesta popular.
Los atenienses tenÃan dercho a ocupar el lugar de honor (proedra) durante las competiciones.
En la saga corintia, mejor atestiguada, el astuto SÃsifo pasa por ser le fundador.
Esta saga pertenece al ciclo Atames - Ino, que inspiró a Esquilo, Sófocles y EurÃpides en la creación de varias tragedias, de las cuales no se han conservado más que fragmentos.
Las variantes sobre esta saga son demasiado numerosas para citarlas todas.
En el escolio a PÃndaro leemos la narración siguiente:
Ino y Atames tenÃan dos hijos, Learco y Melircetes. En un acceso de locura (un castigo de Hera) Atames mató a su hijito Learco: entonces la madre sumergió al niño en un cántaro de agua hirviendo (otra versión dice que lo hizo Atames) y, ella también herida por la locura, saltó al mar con Melircetes. AsÃ, Ino se convirtió en una de las nereidas con el nombre de Leucotea.
A su vez, Melircetes fue convertido en demonio (en griego, daimon) conocido como Palemón ("el luchador"; de hecho, se convierte en un dios marino benévolo, que los romanos identificaron con Portunus). Un dÃa las nereidas, cabalgando sobre las olas, se le aparecieron a SÃsifo y le ordenaron que organizase unos Juegos Ãstmicos en honor de Melircetes.
En una variante poética un delfÃn lleva hasta la costa el cuerpo de Melircetes y lo deposita bajo un pino (de aquà que inicialmente la corona se hiciese con rams de pino), donde lo encontró SÃsifo.
Por aquel entonces Corinto padeció hambre y el oráculo declaró que sólo unos juegos fúnebres en honor de Melircetes podrÃan remediar la situación. También añadió que la corona tenÃa que ser de apio para indicar que se trataba del infierno. La corona ulterior de pino se referirÃa otra vez al mar, porque el pino, como el mar sin cosecha no da frutos.
Los cambios de nombre entre Ino y Leucotea, y Melircetes y Palemón revelan la coincidencia entre dos figuras mÃticas que tienen ciertos elementos en común; por ejemplo el lanzarse al mar para salvar al niño de una persecución.
[editar] Calendario
Los Juegos Ãstmicos tenÃan lugar cada dos años en primavera (marzo) y duraban varios dÃas.
El programa era idéntico al de Olimpia. Abarcaba todos los deportes gimnásticos e hÃpicos, con especial énfasis en estos últimos.
Cuando en el siglo IV adC se construyó el teatro, también se añadieron competiciones musicales (entre otras el arte de la dicción) e incluso una prueba de pintura.
Desde el 228 adC los romanos pudieron participar. En cambio los eleos estaban excluidos a perpetuidad.
Según Pausanias fueron excluidos porque durante la tregua sagrada Heracles tendió una emboscada y dio muerte a los hijos de Actor, que se dirigÃan a los Juegos Ãstmicos.
Según la versión elea, fueron los eleos los que se negaron a competir porque dos hijos de Prolao, un distinguido ciudadano de Élide, fueron asesinados por unos rivales durante los Juegos.
Según la tercera versión, Cipselo, tirano de Corinto y fundador de los Juegos, consagró una figura de oro a Zeus en Olimpia, pero murió antes de que su nombre figurara en ella.
Los eleos no quisieron conceder permiso para reponer el nombre póstumamente, por lo cual los corintios excluyeron a los atletas de Élide.
Corinto se encargaba de la organización de los Juegos Ãstmicos.
Cuando en 146 adC, la ciudad fue la ciudad destruida por el cónsul romano Memnio, Sición la gobernaba.
Julio César volvió a edificar Corinto en el 46 adC y desde aquel año Corinto volvió a organizar las competiciones como laus Iulia Corinthiesis.
No se sabe mucho del programa, pero es evidente que los Juegos iban precedidos de ciertos sacrificios y ceremonias.
Es probable que el culto a Melircetes-Palemón ocupase un lugar destacado, y posiblemente las piezas esculpidas en la roca, con camas en baterÃa, también tuviesen relación con él.
[editar] Devenir histórico del Istmo y de los Juegos
Por su fuerte carácter panhelénico y gracias a la situación central del istmo, los Juegos Ãstmcios sirvieron de tribuna donde publicitar declaraciones y`proclamas importantes.
Tras la batalla de las Termóplias, los peloponesios se apresuraron a acudir al Istmo para deliberar sobre las medidas a tomar contra Jerjes.
En 338 - 337, Filipo II convocó una reunión pahhelénica en el Istmo, en la que Alejandro fue proclamado estratego supremo de todos los griegos en su lucha contra los persas.
En 196 - 195 adC durante los juegos, Tito Quincio Flaminino, el vencedor de la batalla de Cinoscéfalos , en 197 adC, proclamó la libertad e independencia de Grecia, que desgraciadamente durarÃa poco.
Pasajera fue la libertrad y exención de impuestos de impuestos que prometió Nerón durante los Juegos Ãstmicos en 67, el cual aprovechó la ocasión para dar la primera azadada que iniciarÃa los trabajos de excavación del canal de Corinto: "Al son de la trompeta empezó a picar, llenó un capazo de tierra y lo subió él mismo sobre los hombros".
Bajo Adriano, el mecenas Herodes Ãtico llevó a cabo obras de embellecimiento en el Istmo.
El fin del siglo II significó la decadencia económica de Corinto y la desaparición de los Juegos.
Bajo Justiniano, aquellos magnÃficos edificios fueron derribados, si no los habÃan destruido ya los terremotos y los pillajes, y se construyó una gran muralla, cuyos restos aún son visibles cercando el Istmo.
En 1303, los caballeros francos lucharon en el último torneo que ya jamás habÃa de contemplar el Istmo.