Louis Auguste Blanqui
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Louis Auguste Blanqui , fue un activista político revolucionario que organizó al Movimiento estudiantil parisino, luchó en primer lugar por la instauración de la república contra la monarquía y en favor del Comunismo, además fue un escritor francés que influyó de manera dominante a su país durante el siglo XIX, debido a su liderazgo y entrega absoluta a los movimientos revolucionarios que gestó, a su ejemplo personal, a sus ideales defendidos con "las armas en la mano" y a su activo liderazgo, se formó el Blanquismo (de Blanqui, su apellido) , la corriente revolucionaria que fue el referente ideológico y militante de la Francia en que vivió.
Tabla de contenidos |
[editar] La vida de Louis Auguste Blanqui
Nace en Puget-Théniers, Alpes-Marítimos, Francia el 8 de febrero de 1805 y muere el 1ero de enero de 1881 en Paris, en 1824, Blanqui formó parte de los Carbonarios, una sociedad secreta auspiciada por la masonería repúblicana de Francia, en esa época formó los cuadros estudiantiles parisinos que le serían leales durante todo el siglo, caracterizándose por su implacable radicalismo que lo convirtió en un personaje admirado y criticado por Karl Marx y Friedrich Engels.
El joven Blanqui estudió las carreras de Abogado y médico en Paris. En 1827 fue herido en una batalla callejera en la calle Saint-Denis de Paris y en 1829 ingresó como escritor en el periódico “El Globo” editado por Pierre Leroux, en 1830 tomó parte activa en la “Revolución de Julio”, durante esta época fue cofundador de la “Sociedad de los Amigos del Pueblo” donde hizo camaradería con Buonarotti, Raspail y Armand Barbes.
A pesar de su influyente militancia revolucionaria y en particular republicana contra el Rey Carlos X, no fue detenido, hasta que bajo el reinado de Luis Felipe fue implicado en la revuelta armada que fue dirigida por Blanqui, razón por la cual fue condenado a muerte el 14 de enero de 1840, sin embargo esta condena fue conmutada por la de Cadena perpetua.
Ocho años después fue liberado durante la Revolución de 1848, para de inmediato reanudar sus ataques contra las instituciones, sin embargo la revolución no le resultó satisfactoria.
Ese mismo año funda la “Société républicaine centrale” (Sociedad Central repúblicana) exigiendo cambios radicales de gobierno, lo que lo llevó a disgustarse con los republicanos moderados. Un año después de haber obtenido su libertad, es condenado a diez años de prisión.
En 1851, cuando llevaba tres años en la cárce de Belle-Ile-en-Mer, el 10 de febrero, envió una carta al Comité de Social demócratas en Londres, la cual fue prologada y distribuida por Carlos Marx.
Cuando llevaba seis años de prisión, en 1865, sólo en su segunda condena, logró escapar, para reiniciar de nueva cuenta su activismo político, hasta que en 1869 se declaró una amnistía general que le permitió regresar a Paris, en donde en 1870 participó en dos revueltas fracasadas, la del 12 de enero y el 14 de agosto de 1869. Después de la caída del Imperio gracias a la revolución del 4 de septiembre de ese mismo año, Blanqui crea el club y periódico “La patria en peligro”
Durante el gobierno de Louis Jules Trochu, el 31 de octubre de 1870, formó parte del grupo que asumió brevemente las riendas del poder, sin embargo, debido a esto, en 1871 fue condenado en ausencia a una nueva cadena perpetua.
Siendo Presidente Louis Adolphe Thiers , Blanqui organizó un atentado contra el jefe de estado francés, para su infortunio fue atrapado y obligado a cumplir su condena, en este año, 1871, tuvo lugar la revuelta conocida como La Comuna de París pero debido a que se encontraba preso esto le impidió tomar parte directa en ella, sin embargo sus seguidores, los blanquistas, dominaron el escenario revolucionario de este evento, no obstante para Carlos Marx, fue Blanqui quien hizo fracasar a ese intransigente golpe revolucionario. En todo caso, en 1872 Blanqui fue condenado con otros dirigente de la comuna a ser transportados a una colonia penal fuera de Francia, donde daría cumplimiento a la condena de por vida que le había sido impuesta. Debido a lo quebrantado de su salud y seguramente porque a pesar de ser un revolucionario intransigente, también era un intelectual y hombre admirado por todos, se le conmutaron las penas vitalicia y de transportación por un año de prisión. Durante su reclusión es electo Diputado por el distrito de Bourdeux, pero la elección fue invalidada alegando que carecía de derechos políticos para ser electo debido a que compurgaba una peno no extinta, esto no desanimó al revolucionario quien al salir reanudó de inmediato su activismo contra el régimen.
Muere el 1ero de enero de 1881, debido a un ataque de apoplejía que se presentó inmediatamente de que concluyó un encendido discurso en un mitin revolucionario en Paris. Presidía la República Jules Grévy .
[editar] Un revolucionario
Es el mejor ejemplo de un burgués acomodado que renuncia a todo por seguir una causa revolucionaria que en el plano personal sólo atraería desgracias. Propugnó por la revuelta armada para tomar el poder, organizó a estudiantes para que formaran parte de un ala intelectual de la revolución al servicio del comunismo, internacionalizó y divulgó los propósitos revolucionarios por medio del [periodismo] y atrajó la atención de los dirigentes socialistas de Europa.
Representa a la perfección al mártir laico del comunismo, pues a pesar de ser hijo de un funcionario público de mediana importancia ( su padre fue subprefecto de los Alpes Marítimos) y de haber estudiado las carreras de abogado y médico, abandonó su vida cómoda, para convertir en realidad la visión que tenía de la sociedad, sin importar que buena parte de su vida transcurriera en prisión y de que sufriera todo tipo de persecuciones y desengaños, incluso de aquellos que lo siguieron durante sus años más aciagos y después, por su propia debilidad, lo excluyeron del reconocimiento entre los revolucionarios que a pulso ganó durante su vida.
Blanqui fue, sin lugar a dudas, el gran centro de gravedad en torno al cual gravitó la intelectualidad estudiantil francesa del siglo XIX, tal y como lo dice Karl Kaurdi:
- "Encontraba más aceptación entre los intelectuales, especialmente los estudiantes, que entre los obreros"
Nadie, ni antes ni después, logró imitar, siquiera a la distancia, el poderoso influjo de Blanqui entre el estudiantado. Hasta antes de que este hombre irrumpiera en el escenario francés, los educandos participaban en movimientos estudiantiles idealistas, que estaban marcados por la brecha generacional, de manera que en cuanto cambiaba el cuadrante del cual soplaba el viento político del momento, los estudiantes desaparecían como factor de influencia, sin embargo el blanquismo atrapó en la militancia permanente, intelectual y beligerante, al estudiantado francés durante casi todo el siglo XIX.
Como un dato corroboratorio del atractivo que ejercía sobre la intelectualidad de su tiempo, debe admirarse la calidad de sus seguidores, en este plano apenas constituyó la "Sociedad central repúblicana", de inmediato se afiliaron a ella Charles Pierre Baudelaire, Charles Bernard Renouvier, Sainte-Beuve y Leconte de Lisle .
A pesar de que Louis Auguste Blanqui fue hecho prisionero durante el período de tiempo en que ocurrieron los hechos reconocidos como la Comuna de Paris, para nadie fue un secreto que el gran animador y la única influencia dominante en ella fue la de Blanqui a través de sus seguidores, en particular por la firmeza e irreductibilidad del blanquismo, al respecto dice Federico Engels:
- Educados en la escuela de la conspiración y unidos por la disciplina estricta que es inherente a ella, partían del punto de vista de que un número relativamente pequeño de hombres resueltos y bien organizados podía, en circunstancias favorables, no sólo apoderarse del timón del estado, sino también, mediante un despliegue de intensa y despiadada energía, mantenerse en el poder el tiempo necesario para lograr que las masas participaran en la revolución... Ello implicaba por sobre todo, la más estricta centralización dictatorial"
Uno de los más entusiasmados seguidores de este dinámico e inagotable revolucionario lo fue Carlos Marx, quien es el gran divulgador de la comuna, con seguridad nadie ha hecho más que el pensador alemán para exaltar a este movimiento radical y sin embargo, tampoco nadie hizo tanto para diluir e incluso hacer olvidar a Blanqui como se gestor. Pasado algún tiempo de la comuna, Marx reflexionó:
- "Con un poco de sentido común, sin embargo podía haber obtenido de Versalles algún pacto beneficioso para el pueblo, que era lo único que podía aspirarse en esa época"
La prudencia de Carlos Marx contrasta con la proclama de los estudiantes parisinos de 1968, que rindieron un tributo insospechado al pensamiento y a la obsecación revolucionaria de Louis Auguste Blanqui, con su lapidaria frase:
- Seamos realistas, ¡pidamos lo imposible!.
[editar] Legado de un revolucionario sincero
A pesar de que fue un gran éxito entre los jóvenes estudiantes su activismo político y la inflexibilidad de su conducta, el fracaso en general de sus propósitos y la crítica y desdén de los revolucionarios pragmáticos, Blanqui fue rápidamente olvidado, en especial por los grupos estudiantiles los cuales viraron en contra de las premisas ideológicas que los caracterizaron durante el siglo XIX, reduciendo al blanquismo ante el juicio histórico como a un movimiento radical, inflexible y utópico en el mejor de los casos y en el peor, en un movimiento que sirvió, acaso de manera involuntaria, precisamente a quienes combatió.
Los juicios tanto de Karl Marx como de Friedrich Engels, cuando criticaron el “infantilismo revolucionario” estuvieron destinados contra Blanqui y sus radicales seguidores, esto aunado al largo período de propaganda soviética a favor de la ortodoxia marxista, fueron una combinación fatal para extender la comprensión de este hombre que demostró una gran valentía y entrega en favor de la causa del comunismo.
Blanqui fue un idealista, pero el radicalismo armado que caracterizó su actuación, impidió que se convirtiera en un héroe popular en Francia.
Cabría esperar que a partir de la caída de la Unión Soviética, fuera rescatada la memoria de Blanqui del panteón de los antihéroes según el politburó, sin embargo, parece que las condiciones de la actual realidad política e intelectual profetizan que seguirá en su prolongado olvido.
[editar] Obra escrita
Sus múltiples artículos y editoriales fueron compilados por sus seguidores y publicados en su libro póstumo “Critica Social” editado en 1885. En cuanto a sus muchos trabajos sobre astronomía estos se publicaron en “La eternidad para las estrellas” libro donde propone, a tono con la época, su teoría del "Eterno retorno", la obra fue editada en 1872, cuando aún vivía el autor, por lo que disfrutó en vida una de las pocas alegrías.