Magníficat (oración)
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- Para otros usos de este término, véase Magníficat.
El Magníficat (magnificat en latín) es un canto y una oración cristiana. Proviene del evangelio de Lucas 1:46-55 y reproduce las palabras que según este evangelista María dirige a Dios cuando visita a su prima Isabel, madre de Juan el Bautista y esposa de Zacarías. El nombre de la oración está tomado de la primera frase en latín, que reza Magnificat anima mea Dominum.
[editar] El texto latino y su traducción
Magnificat anima mea Dominum, | Engrandece mi alma al Señor |
et exsultavit spiritus meus in Deo salutari meo. | y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador |
Quia respexit humilitatem ancillae suae. | porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, |
Ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes. | por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, |
Quia fecit mihi magna qui potens est. | porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, |
Et sanctum nomen ejus. | Santo es su nombre |
Et misericordia ejus a progenie in progenies timentibus eum. | y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. |
Fecit potentiam in brachio suo. | Desplegó la fuerza de su brazo, |
Dispersit superbos mente cordis sui. | dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. |
Deposuit potentes de sede, et exaltavit humiles. | Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. |
Esurientes implevit bonis, et divites dimisit inanes. | A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. |
Suscepit Israël puerum suum, recordatus misericordiae suae. | Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia |
Sicut locutus est ad patres nostros, Abraham et semini ejus in saecula. | como había anunciado a nuestros padres en favor de Abraham y de su linaje por los siglos. |
La oración está formada mediante una cadena de citas del Antiguo Testamento, tomadas de:
En general el «magníficat» se inspira en el cántico de Ana 2:1-11 y en la visión de 29:19-20 y en los 113:7,136:17-23,146:1-9 que hacen parte de los Hal-lel recitados en las mañanas de Pascua.
Esta oración se reproduce, por ejemplo, en el libro del Breviario, junto a las oraciones de las vísperas, que los católicos rezan a diario.