Martín Sarmiento
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Martín Sarmiento, Fray Sarmiento o Padre Sarmiento, en el siglo Pedro José García Balboa (Villafranca del Bierzo, León, 9 de marzo de 1695 - † Madrid, 7 de diciembre de 1772), escritor y erudito benedictino español perteneciente a la Ilustración.
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[editar] Biografía
A los cuatro meses de edad se traslada con su familia a Pontevedra, dónde pasará su infancia y parte de la juventud. El 3 de mayo de 1710, con 15 años de edad, marcha a Madrid para ingresar en la Orden Benedictina. Ya de niño traducía directamente del latin a gallego, su idioma, y por este motivo era sancionado por su profesor que le exigía la traducción a castellano. Desde pequeño tubo preocupación por las cosas de la lengua, puesto que ya se fijaba en las inscripciones de piedra de la iglesia. Tras una breve estancia en Asturias, y tras despedirse de su madre en Pontevedra (de este viaje de verano quedará constancia en sus escritos), se asienta definitivamente en Madrid, estancia solo interrumpida entre febrero de 1726 y mayo de 1727 cuando se traslada a Toledo, y por las raras visitas que hace a Galicia (desde su marcha en 1710 sólo volvió a Galicia en tres contadas ocasiones). A los 19 años se matricula en la Universidad de Salamanca, una de las más prestigiosas de España en aquel momento.Fue entonces cuando comenzó a llamarse Fray Martín Sarmiento.Sarmiento era el segundo apellido de su madre y Martín era el nombre del patrón del convento en el que había ingresado en Madrid. En sus vacaciones en Madrid dedicaba muchas horas a la lectura y estudio de palabras castellanas, para él desconocidas, anotando su significado, al mismo tiempo que llevaba las cuentas del convento, por orden de sus superiores. Acabados sus estudios pasó a ser profesor en varios conventos como San Pedro Eslonza (León), en Celorio (Asturias)y en Oviedo, en mayo de 1.723, para instalarse en el mismo convento en el que residía el padre Benito Jerónimo Feijoo. Sarmiento, que admiraba profundamente a Feijoo, considerado un sabio en toda Europa, pasó a formar parte del grupo de personas con quien intimaba. En junio de 1.725 , ya con 30 años, Sarmiento vuelve a Galicia. A los 35 años reapareció en él aquel gran interés por la lengua, pues estaba convencido de que la gente desconocía muchos significados de las palabras que usaba. Sentía interés por las lenguas en general, pero especialmente por las románicas, derivadas del latín , pero sobre todo por el castellano y el gallego. Sarmiento pensaba que el gallego se debería enseñar en las escuelas y que los curas deberían conocerlo para poder confesar a sus feligreses, estos sabían confesar a los fieles en otros idiomas en la catedral de Santiago pero no sabían hacerlo en gallego. Las escuelas del siglo XVIII enseñaban gramática, pero gramática latina, que los escolares debían traducir al castellano, era la llamada escuela de latinidad.Sarmiento consideraba este método didáctico improductivo para un niño gallego, pensaba que lo correcto seria enseñar al alumno un arbol en directo y luego decirle que eso que el conocía como "Adidueira" se decía "Betula" en latin , y que en castellano se llamaba "Abedul". En 1.745 vuelve a Galicia. En este viaje va anotando en un cuaderno los nombres de los lugares por los que va pasando .Le gustaba investigar la etimología de las palabras gallegas que escuchaba. Escribió, un siglo antes del Resurgimiento, un libro en gallego titulado " Coloquio de veinticatro galegos rústicos",gracias al cual conocemos el gallego que se hablaba en su época. Son 1.200 coplas puestas en boca de de un grupo de gallegos que regresan de Madrid y cuentan como fue la muerte del rey Felipe V y describen los festejos de la subida al trono de Fernando VI. Sarmiento no solo estaba interesado en la lingüística , era conocedor de los nombres de las plantas y de las propiedades que tenían. A parte de la botánica también le interesaba la medicina y tenía mucha fe en las propiedades curativas de una planta llamada "caraqueixa". Era un hombre preocupado por conocer, por estudiar, por investigar y también por mejorar el nivel técnico y económico de su país. Era un hombre moderno, abierto, interesado por mejorar la vida de sus contemporáneos. Estaba en contra de la superstición y de la ignorancia y contra estos males proponía la fundación de bibliotecas. Se opuso abiertamente a la fiesta de los toros y se manifestó en contra de la pena de muerte. Vivió más de cincuenta años en una celda, murió en el convento de San Martín el 7 de diciembre de 1.772 a los 77 años.
Consagrado al estudio, alcanzó a hacer gran suma de conocimientos, sobre todo en el terreno de las ciencias naturales y la botánica. Publicó en defensa de su compañero de orden y amigo el padre fray Benito Jerónimo Feijoo dos volúmenes de una Demostración críticoapologética del Theatro Crítico Universal, en 1732. El resto de sus numerosas obras, fruto de una gran capacidad de trabajo, sin embargo, quedó inédita. Su amigo el duque de Medina-Sidonia recogió en diecisiete tomos las obras manuscritas del benedictino y en 1775 se inició la publicación de sus Obras póstumas, si bien no se pasó del tomo primero, que integran las Memorias para la Historia de la poesía y poetas españoles, libro curioso y lleno de intuiciones. En 1787 se publicó en Madrid la Disertación sobre las virtudes maravillosas y uso de la planta llamada Caqueixa. Otros opúsculos del padre Sarmiento han ido apareciendo de forma esporádica sueltos en distintas épocas o en revistas, pero la mayor parte de su obra continúa inédita, incluida una autobiografía.
A instancias de Sarmiento se crea el Real Jardín Botánico de Madrid y desde 1743 reclama la creación de bibliotecas públicas y jardines botánicos en diversas ciudades y al estilo de los que surgen en la Europa de la época, así como la constitución de la Academia de la Agricultura y la dotación de cátedras universitarias de Historia Natural, Agricultura y Botánica.
Fray Martín Sarmiento, fue un hombre adelantado a su tiempo. Aparte de sus trabajos relacionados con la botánica y las ciencias naturales, realizó una labor muy importante de análisis de la lengua gallega. Se le dedicó el Día de las Letras Gallegas en 2002.
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En 1944 se fundó el Instituto Padre Sarmiento de Estudos Galegos, con el propósito de ser una continuación del Seminario de Estudos Galegos. En este instituto se realizan actualmente exposiciones, publicaciones y labores de investigación en las ramas de Humanidades y Ciencias Sociales.
[editar] Obra publicadas
- Demostración crítico-apologética del Theatro Crítico Universal (1732)
- Memorias para la historia de la poesía y poetas españoles (entre 1741 y 1745)
- Reflexiones literarias para una Biblioteca Real»(30 de diciembre de 1743).
- Pensamientos Crítico-Botánicos (1753-1762).
La influencia de sus visitas a Galicia da lugar a obras como Coloquio de 24 gallegos rústicos, dónde narra algunos hechos con fidelidad histórica y propiedad filológica sirviendo de base para el comentario lingüístico de las voces recogidas en su tierra.
Ya en 1755 inicia el Catálogo de voces vulgares, y en especial de voces gallegas de diferentes vegetales, así como la segunda parte del Catálogo de voces y frases de la lengua gallega, estudios todos ellos que son calificados como excelentes listas de materiales lingüísticos gallegos de una época en la que era impensable aun la elaboración de un Diccionario Gallego, aunque éste fuera uno de sus deseos.
[editar] Obras no publicadas
[editar] Sus ideas sobre el gallego
Su principal biógrafo, Ramón Mariño Paz, (si olvidamos, naturalmente, a Antolín López Peláez, José Luis Pensado, Antón Costa, Pilar Allegue, José Santos Puerto...) recoge las tesis sobre la obra de temática gallega del Padre Sarmiento. En su opinión giran en torno a:
- el problema lingüístico, semántico y de comunicación del gallego como causa de retraso de su tierra
- su rechazo furioso del castigo físico que sufrían algunos niños por expresarse en gallego en la clase
- su defensa convencida de que a los chavales había que enseñarles en la misma lengua que hablaban en la casa, y también se debía predicar y administrar a los feligreses en la lengua que les era propia
- su convencimiento de que esto implicaba introducir el gallego en la escuela, en los juzgados, en las iglesias y en la administración.