Monarquía Católica
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Con el nombre Monarquía Católica se hacía referencia al conjunto de los territorios gobernados por Su Católica Majestad y a su sistema de gobierno.
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[editar] ¿Católica, hispánica o española?
En la historiografía suele hacérse sinónimo Monarquía Católica con el término Monarquía Hispánica, más apropiado que el de Reino de España, sólo aplicable con propiedad a partir de la Edad Contemporánea.
A pesar de que era corriente entre sus contemporáneos llamar a los Habsburgo de Madrid Reyes de España, el conjunto de territorios sobre los que gobernaban excedían de la Península Ibérica, tanto en el continente europeo (Italia y Flandes) como en el inmenso imperio ultramarino. Los encabezamientos de las leyes o cartas eran siempre enumerativos, como se fijó en 1556: Don Felipe (o, según tocara) Don Carlos, Por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, del Algarve, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, de las Islas y Terrafirme del Continente Oceánico, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante, de Atenas y Neopatria y de Milán, Conde de Absburg, de Flandes, del Tirol y de Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina, etc.
La forma en que las monedas presentaban habitualmente era Hispaniarum rex (rey de las Españas), refiriéndose no sólo a la pluralidad de reinos y coronas peninsulares presente en su tiempo, sino al recuerdo de las provincias hispanoromanas (Citerior-Ulterior, Tarraconense-Cartaginense-Betica-Lusitania, etc.) que dan a la monarquía una justificación imperial. A veces las formulaciones eran incluso más lapidarias y rimbombantes: Philippus II catholicus, Hispaniarum Rex et Indiarum Nouiq' Orbis Monarcha Potentissimus [[1]].
La conciencia de que la Corona de Castilla era la parte central sobre la que pivotaba la monarquía era clara en proyectos políticos como la Unión de Armas del Conde Duque de Olivares.
La separación de la también hispánica Portugal en 1640 y la pérdida de los territorios europeos por el Tratado de Utrecht en 1714 terminó haciendo coincidir la monarquía católica con la actual España, con el añadido de ultramar. Desde el siglo XVIII, con la dinastía Borbón, suele utilizarse el término España y Monarquía española con mucha mayor frecuencia. Constitución Política de la Monarquía española fue el nombre que se escogió para titular el texto de la Constitución de Cádiz de 1812. La Constitución española de 1978 nombra al Estado como Reino de España
[editar] Origen del título
El título de Reyes Católicos fue concedido a Isabel de Castilla y Fernando de Aragón por Alejandro VI (el papa Borgia, de origen valenciano) en la bula Si convenit expedida el 19 de diciembre de 1496. Las razones que el Papa invoca para la concesión del título son:
- La liberación de los Estados Pontificios y del feudo papal del Reino de Nápoles, invadidos por el rey Carlos VIII de Francia.
- Las virtudes personales de ambos Reyes manifestadas en la unificación, pacificación y robustecimiento de sus reinos.
- La reconquista de Granada de manos del Islam.
- La expulsión de los judíos que no hubiesen aceptado o aceptasen el bautismo en 1492.
- Por los esfuerzos realizados por ambos monarcas en intentar llevar adelante la cruzada contra los mahometanos.
[editar] Monarquías autoritarias con títulos similares
El título de Católico responde a una emulación entre las distintas monarquías autoritarias que se estaban formando en Europa Occidental: Los reyes de Francia ya utilizaban el título de Rey Cristianísimo. En 1521 Enrique VIII de Inglaterra obtuvo el de Defensor de la Fe (por un libro polémico contra Lutero, Assertio septem sacramentorum, escrito con el auxilio de Tomás Moro, no mucho antes de enemistarse con el Papa y ajusticiar a su co-autor).
[editar] Uso posterior del título
El título de Rey Católico se volvió a dar a Carlos V en 1517, después de lo cual quedó incorporado al uso diplomático y de las cancillerías, y desde entonces se utilizó por sus sucesores, empezando por Felipe II y resto de los Habsburgo españoles, y desde 1700 por Felipe V y los Borbones españoles. Como la constitución española de 1978 reconoce al rey el uso de los títulos tradicionales de la Monarquía española, también puede utilizar el de Rey Católico o ser llamado Su Católica Majestad.
[editar] Pensamiento reaccionario
Otra vertiente del nombre es su contribución a la idealización del pasado imperial en el pensamiento reaccionario español, a partir de el carlismo (que acaba haciéndose sinónimo de Tradicionalismo y denomina su versión de la monarquía como Monarquía Tradicional o Católica) y de la aportación esencial de Marcelino Menéndez y Pelayo a finales del siglo XIX. Esta tendencia se sustanciará en el programa político de la derecha durante la segunda república (CEDA, Falange) y contribuirá a la ideología nacionalcatólica del franquismo. Incluso Juan de Borbón, que podía considerarse la oposición monárquica al franquismo, unía los epítetos Tradicional y Católica a su ideal de monarquía liberal en su manifiesto a los españoles de 1945.