Nahua
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Los nahuas son un grupo de pueblos prehispánicos de Mesoamérica. Su nexo en común era su lengua, el náhuatl o nahuat, además de grandes similitudes en su religión y cosmovisión. Son nahuas los pueblos prehispánicos de Texcoco, Tlaxcala, Chalco, Cholula, Acolhuacan y los aztecas entre otros, destacan estos últimos por la fundación de Tenochtitlán y su influencia sobre los otros pueblos de la región.
[editar] Cosmovisión náhuatl
Al centro del universo se encuentra tlaltícpac, porción de la Tierra extendida horizontal y verticalmente, constituye gran parte del mundo visible material. Éste se encuentra rodeado de agua inmensa teo-atl que se prolonga hasta que se reune con los cielos, esta última es el Ilhuíca-atl, agua celeste.
[editar] Dimensión horizontal
El universo se distribuye en cuatro cuadrantes o rumbos que parten desde el mismo ombligo de tlaltícpac. Mirando hacia el poniente por donde el Sol de opone, es la casa de éste, lo simboliza el color rojo; hacia la izquierda está el sur que se simboliza con el azul; el frente de la casa del sol (rumbo este) se simboliza por el color blanco que representa la luz, la fertilidad y la vida; a la derecha del camino del Sol está el cuadrante negro del universo, el rumbo de la región de los muertos.
Dimensión vertical
Los cielos eran capas esféricas superpuestas separadas por travesaños a entender de los propios nahuas, sobre los primeros se movian los distintos astros celestes y arriba de estos estaban las capas donde habitaban los dioses. Existen variantes en la denominación de los distintos cielos, según la descripción pictórica del códice vaticano A tenemos que el primer cielo es por donde se mueve la Luna y las nubes, Ilhuícatl Metztli. El segundo cielo es el lugar de las estrellas, Citlalco, que se dividian en dos grandes grupos, las 400 estrellas del norte, Centzon Mimixcoa, y las 400 estrellas del sur, Centzon Huitznahua. El tercer cielo, Ilhuícatl Tonatiuh, era el cielo por donde el Sol se movia diariamente desde el rumbo de la luz a su casa. El cuarto cielo, Ilhuícatl huitztlan era el cielo de Venus, que era el planeta mejor estudiado por los nahuas y asociado a Quetzalcóatl. Las estrellas humeantes o citlalin popoca como se llamaba a los cometas pertenecian al quinto cielo. El sexto y séptimo cielo son los de la noche y el día, el octavo está en disputa, la versión más aceptada es que es el lugar de las tempestades. El noveno, décimo y undécimo; blanco, amarillo y rojo respectivamente, son morada de los dioses, teteocam (lugar donde ellos viven). Por último, el duodécimo y decimo tercero constituían la mansión de la dualidad, Omeyocan, donde habita Ometeótl, región metafísica fuente de generación y de vida.
Los 9 infiernos son planos y cada vez más profundos, por ellos deben de pasar los descarnados (los muertos) afrontando durante cuatro años pruebas para poder descansar al fin.
[editar] Referencias bibliográficas
- León-Portilla, Miguel (1959) La filosofía nahuatl, estudiada en sus fuentes, 2ª ed., México, D.F.: UNAM.