Opiniones de un payaso
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Opiniones de un payaso es una novela del escritor alemán Heinrich Böll, Premio Nobel de Literatura en 1972.
[editar] Argumento
Opiniones de un Payaso narra la história de Hans, un clown con problemas sentimentales y financieros. En el espacio temporal de una tarde, Hans nos narra en primera persona, de forma fragmentaria y subjetiva, los problemas que tiene con su familia, con su ex-prometida, Marie, una chica que conociera en el colegio, y nos ira sirviendo sus puntos de vista, criticos y provocadores, sobre el mundo en el que vive, la sociedad del milagro alemán.
Hans no es un payaso convencional, como nos aclara desde el comienzo. Es un tipo perspicaz, simpático e incluso idealista. Sufre de constantes jaquecas y melancolía crçonica. Su profesión de artista no le ha deparado mucho éxito por lo que en el momento en el que nos narra la historia, tras una actuación desastrosa en una ciudad de provincia, se siente frustrado como profesional y ser humano; lo que se suma a la frustración amorosa, por el rompimiento del largo romance con Marie quien prevé ya un matrimonio con un compañero de la liga cristiana a la que pertenece. Todos estos elementos son los detonantes de una crisis existencial.
Entonces Hans nos hablara de su vida, de su familia, sus diferencias con la Iglesia; criticando siempre la hipocresía con tono irónico aunque sin dejar a veces que se cuele entre sus palabras cierto fascinación por las cosas más sencillas del mundo. En ese discurso casi ininterrumpido nos habla de casi todo, recordara situaciones de su vida que nos hablan de su propia persona y de Marie, de sus buenos momentos en los que parecían superar esas diferencias ideológicas que terminaron separándolos,
Su monólogo incesante sólo se vera interrumpido cuando decide hacer algunas llamadas por teléfono a esas personas que ha estado recordando con afecto o sin el, en busca de cierto auxilio financiero. Además de una imprevista visita de su padre, al que confrontara y cuestionara sobre asuntos nunca resueltos de la familia que no le permiten vivir en paz. Su hermano Leo, uno de los pocos hombres en los que confía, no alcanzara a ayudarlo por no tener mucho dinero y hacia el final del relato, luego de convencerse de que no se puede esperar mucho de los demás seres humanos sino de sí mismo, se echará a tocar la guitarra en una estación de trenes, donde empieza a recibir monedillas de la gente que pasa.
