Parafilia
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Una parafilia (del griego παρά, para, "al margen de", y φιλία, filía, "amor") es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad. Las parafilias se consideran inocuas —y, de hecho, de acuerdo a algunas teorías psicológicas son parte integral de la psique normal— salvo cuando están dirigidas a un objeto potencialmente peligroso, dañino para el sujeto o para otros, o cuando impiden el funcionamiento sexual normal.
Las consideraciones acerca del comportamiento considerado parafílico dependen en un grado muy elevado de las convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinados; ciertas prácticas, como la homosexualidad o la masturbación fueron consideradas parafílicas en su momento, aunque ahora se consideran variaciones normales y aceptables del comportamiento sexual en la sociedad moderna. Debido a ello, es imposible elaborar un catálogo definitivo de las parafilias; las definiciones más usuales recogen comportamientos como el sadismo, el masoquismo, el exhibicionismo, el voyeurismo, la zoofilia, la coprofilia, la necrofilia, el fetichismo o el froteurismo.
En cuanto al origen de las parafilias, no se ha podido demostrar la existencia de ninguna alteración orgánica o psicológica que las explique. Se han formulado diversas hipótesis pero ninguna de ellas cuenta con pruebas científicas que las corroboren. Se ha sugerido que estas personas podrían tener unos niveles excesivamente altos de andrógenos y también se ha especulado sobre una posible relación entre conducta parafílica y lesión del lóbulo temporal. Desde el punto de vista psicológico, la teoría del aprendizaje supone que estas conductas se instauran por haber sido reforzadas en una época determinada, generalmente durante la pubertad. Las escuelas psicoanalíticas, por su parte defienden que algunas de las parafilias serían una consecuencia del complejo de castración en la fase edípica.
Los tratamientos para este grupo de trastornos del comportamiento, tanto conductuales como psicoanalíticos, han demostrada escasa eficacia. Es diez veces más frecuente en varones que en mujeres.