Pedro III de Rusia

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Retrato de Pedro III de Rusia, por Lucas Conrad Pfandzelt

Pedro III fue un zar de Rusia, nieto de Pedro el Grande e hijo de Carlos Federico de Holstein-Gottorp, aunque oficialmente perteneció a la Dinastía Románov.

Nació en Kiel en 1728 y accedió al trono en 1762 al fallecer la emperatriz Isabel I. Militar formado en Prusia, despreciaba la cultura rusa. Por decisión de su tía contrajo nupcias en 1745 con la princesa Sofía de Anhalt-Zerbst, que se convirtió a la fe ortodoxa con el nombre de Catalina y que años después fue Catalina II de Rusia. De este matrimonio nacieron dos hijos, el futuro Pablo I y la Gran Duquesa Ana Petrovna, que murió en la niñez. Se especula, que ambos tenían otros padres biológicos, circunstancia que es casi segura en el caso de la niña.

Profundo admirador de Federico II el Grande, entregó a Prusia los territorios conquistados por Rusia durante la Guerra de los Siete Años e introdujo a militares prusianos en el ejército ruso, lo que le valió el rechazo de la guardia imperial. Además planeaba junto a Federico una guerra contra Dinamarca, para apoderarse del territorio que actualmente es Schleswig-Holstein, región de donde él provenía.

Una conspiración encabezada por el amante de su esposa, que se convertiría en Catalina II de Rusia, le obligó a abdicar a los seis meses de ser elegido zar. Pocos días después fue asesinado en cautiverio en Ropscha, aunque oficialmente se atribuyó su deceso a causas naturales. Fue sepultado con deshonra, pero su hijo Pablo I exhumó su cadáver y le brindó una ceremonia fúnebre con honores en 1796, tras la muerte de Catalina.

Pedro III era un excéntrico fanático de los soldaditos de metal, obligaba a su esposa Catalina a jugar con él en la cama; éste una vez colgó a una rata y le contestó a Catalina que había sido ejecutada por traición. Fue asesinado a golpes por un amante de Catalina, el Conde Orloff y sus hermanos.