Pendón de la Conquista
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El denominado Pendón de la Conquista (Penó de la Conquesta en valenciano) es la señal que los andalusís de Balansiya izaron el 28 de septiembre de 1238 para indicar su rendición a las tropas feudales de Jaime I, sobre la torre de Alī-Bufāt, después llamada del Temple, junto a la puerta de Bāb Ibn Sajar, en la muralla de Valencia. Conocemos el hecho por la mención que el rey hace en su Crónica: "E nos fom en la rambla, entre'l reyal e la torre; e quan vim nostra senyera sus en la torre, descavalgam del caval, e endreçam ves orient, e ploram de nostres uyls e besam la terra, per la mercé que déus nos havia feyta."
Está hecho de tres tiras cosidas de trapo tosco, de color blanco, que han sido recortadas de forma rápida en forma de bocel, sobre el que se han pintado 4 barras rojas. Actualmente las franjas blancas están amarillentas por el paso del tiempo, lo que le da un aspecto de Señera, tiene unas medidas de 2 metros de largo, sospechándose que inicialmente sería aun más largo y ha sido recortado, y arriba del todo figura una inscripción de época indeterminada dónde dice Año 1238, repartida entre las diferentes franjas amarillentas. Este pendón fue considerado una reliquia y parece que Jaime I ordenó que se conservara en la iglesia del hospital de San Vicente, antiguo lugar de culto cristiano dedicado al patrón de la ciudad, dónde quedó hasta el siglo XIX.
Existe la teoría de que el Penó es en realidad la bandera que Jaime I dio a la ciudad de Valencia, pero parece una hipótesis poco real debido al color blanco original de la tela, y al hecho de que no está documentado que este rey diese ninguna bandera propia a la ciudad.
De 1538 data la primera mención segura de su existencia, lo que ha servido a los defensores de la teoría de su falsedad para defender que es una falsificación de esta época. El argumento esgrimido es que la Señera en tiempos de Jaime I era únicamente de dos bastones rojos, y por lo tanto este pendón de cuatro bastones no podría ser del siglo XIII. Aun así, no se ha demostrado la existencia de una Señera de dos bastones más allá de vagas representaciones pictóricas, y además existen pruebas visuales de representaciones de la Señera en el siglo XIII con 4 bastones, como por ejemplo las pinturas del Palacio de Aguilar en Barcelona (referidas a la conquista de Mallorca en 1229, que muestran una señera sensiblemente idéntica), las pinturas del retablo de San Jorge de Pere Niçard (actualmente en el Museo diocesano de Palma), y sobre todo las pinturas murales del castillo de Alcañiz, también de época próxima, donde igualmente aparecen dos señeras de cuatro barras amarillas y tres rojas, una bocelada y otra en punta. En el escudo de defensa de Jaime I, conservado en Valencia, también se aprecian cuatro barras rojas. Así y todo aun en los años 90, incluso pasada la Batalla de Valencia por los símbolos, una concejal de Unión Valenciana propuso realizarle pruebas de Carbono 14 para demostrar su supuesta falsedad, pero los equilibrios políticos del momento en el Ayuntamiento se lo impidieron.
Fue el cronista Pere Antoni Beuter, encargado de hacer el tradicional "Sermón de la Conquista" durante el segundo centenario de esta (1538), quien en su “Primera part de la Història de València” escribió que el pendón que se conservaba en la cúpula de la iglesia de San Vicente era el mismo pendón izado por los musulmanes en la conquista de Valencia. Cien años después, para el tercer centenario, está documentado que el Justicia Criminal bajó el Penó de la cúpula de la iglesia, y corroboró que era verdadero, seguramente basándose en su aspecto viejo. Es muy probable, pese a que no está corroborado, que fuera en este momento cuando se añadió la inscripción del año, si bien tal vez fue en el siglo XIX.
Con la desamortización de los bienes de la Iglesia, en el siglo XIX, el Penó pasó a guardarse en la Casa de la Ciudad junto a la Señera de Valencia. El 8 de octubre de 1838, para el sexto centenario de la Conquista, fue exhibido en la Torre del Temple con la Señera Coronada y el resto de reliquias atribuidas a Jaime I, en el lugar dónde 600 años antes fuera izado por los andalusíes. En 1855 se trasladó junto al resto del Ayuntamiento desde la Casa de la Ciudad a la Casa de la Enseñanza, el actual Ayuntamiento de Valencia.
En la llamada Procesión Cívica de 1939, durante la celebración franquista del séptimo centenario de la conquista, el Penó salió en sustitución de la Señera Coronada, que en aquel momento era considerada un símbolo republicano, mientras que el Penó era interpretado como un símbolo monárquico de la Casa real de Aragón. En 1952 viajó a Tarragona, llevado por el Ayuntamiento, para el regreso de los restos de los reyes de la Corona de Aragón al monasterio de Poblet, donde cubrió en todo momento el ataúd de Jaime I.
Actualmente por su mal estado de conservación no se mueve de su vitrina en el Archivo Histórico Municipal, en el Ayuntamiento de Valencia.