Río Navia
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Longitud | 99,4 km | |||
Altitud de la fuente | ? msnm | |||
Altitud de la desembocadura | {{{alt_d}}} msnm | |||
Caudal medio | ? m3/s | |||
Superf. Cuenca | ? km2 | |||
C. Hidrográfica | {{{cuenca_h}}} | |||
País que atraviesa | España | |||
Nace en | {{{nace}}} | |||
Desemboca en | Navia | |||
Ancho de desembocadura | n/d | |||
Río - Hidrología |
El río Navia nace en Pedrafita do Cebreiro (Lugo) y desemboca formando una ría en Navia, Asturias, entre el Cabo de San Agustín y Peñafurada.
Tabla de contenidos |
[editar] Longitud
Del río: 99,4 km; de sus afluentes: 160 km.
[editar] Afluentes
El más importante es el Ibias, que tiene una longitud de 60,5 kilómetros y una superficie vertiente algo superior a los 300 kilómetros cuadrados. Parte de la cuenca alta de este río está incluida en el Parque Natural de las Fuentes de Narcea y del Ibias. Otros afluentes son el río Carbonel, el río Llouredo, el río d'Or y el río Augüeira con sus afluentes el río d'Ío y el río Soutelo.
[editar] Localidades de paso
De desembocadura a nacimiento: Navia (capital del concejo de Navia), Porto (Coaña), El Espín (Coaña), Arbón (Villayón), Serandinas (Boal), Doiras (Boal), Lantero (Illano), Gío (Illano), Pesoz (capital del concejo de Pesoz), San Emiliano (Allande), Vistalegre (Grandas de Salime), Os Coutos (Ibias) y Navia de Suarna y Los Nogales en la provincia de Lugo.
El importante desnivel que salva hasta su llegada al mar ha sido aprovechado para la construcción de varias centrales hidroeléctricas.
[editar] Origen del nombre
Dentro del estudio La toponimia asturiana de origen indoeuropeo prelatino realizado por Martín Sevilla Rodríguez y publicado por el Principado de Asturias en 1984 se dice que el nombre deriva del vocablo indoeuropeo naus que significa “barco”, pudiendo encontrarse términos paralelos a naus en otras lenguas de origen indoeuropeo:
- navya (“navegable”)
- naviya (“flota, escuadra”)
- neios (“naval”, en el sentido de relativo a la nave)
El estudio concluye entonces que el río fue llamado Nawia en una lengua indoeuropea hablada en la zona en tiempos bastante remotos y que le fue dado ese nombre por tratarse de un río navegable. Posteriormente, con la romanización, se llegó a la forma Navia actual.
Desde un punto de vista etimológico, la expresión río Navia quiere decir sencillamente río navegable.
[editar] Recorrido virtual
El río Navia nace en las cercanías de O Cebreiro, un lugar lleno de simbolismo en el Camino de Santiago. Todo el Camino tiene un carácter un tanto mágico, y esa personalidad se impone con plenitud en O Cebreiro, en su conjugación de paisaje agreste y pallozas, con la hospedería de San Giraldo y la rústica iglesia de la Alta Edad Media donde se guarda el Cáliz del Milagro (milagro acaecido hacia el 1300). Todo ello flotando en una niebla fantasmal, empapado de lluvia –con frecuencia, de nieve-. El viajero, unos centenares de metros más allá del pueblo, topará con un arroyo recién nacido que abre su camino entre las rocas de la ladera –el Navia-. Emociona un poco sentir que, 170 km más abajo, ese río estará dormitando en medio de las praderías de Porto.
El curso de los 178 km de longitud del río Navia es básicamente rectilíneo1. Parece como si tuviera prisa en llegar al Cantábrico. A poco de comenzar su recorrido, el Navia se ve cruzado por la Nacional VI. Al acceder a Galicia por esa carretera uno encuentra, poco después de coronar el puerto de Piedrafita, el pueblo de As Nogais (Los Nogales), con un puente sobre nuestro protagonista. Sirve después de límite –desde Envernallas a La Muria- entre Galicia y el Principado de Asturias, se interna brevemente en el Principado y vuelve a Galicia, pasando por Ríodeporcos y Ouviaño. Aquí acoge a un primer afluente importante –el Ibias- y luego, en Villagudín, entra de forma definitiva en Asturias. Se acerca entonces a Villarpedre -donde se le añade el Río del Oro (metal que se recogía en la antigüedad en sus orillas, llenas de frondosa vegetación)-, Salime y llega a la presa de Grandas –una notable obra de ingeniería, de cuya ardua construcción a principio de los años 50, con un importante coste en vidas humanas, se guarda aún vivo recuerdo en todo el valle-. El Navia todavía tendrá que llenar dos grandes embalses más –los de Doiras y Arbón- en su camino al mar.
Poco después de Grandas está Vallina, donde empieza el embalse de Doiras y desemboca el río Agüeira. Enfrente otro río, el Riellu, con su sucesión de cascadas. En esta parte del recorrido el encajonamiento del curso del río entre las montañas impresiona; incluso, muchas veces, resulta dramático. Aguas abajo van sucediéndose los pueblos de San Esteban de los Buitres –un prodigio de arquitectura rural integrada en el paisaje-, Lantero –sus vides en las abruptas laderas-, Bullaso, Cedemonio y Gío –con sus piedras santas que, una vez talladas, dejan ver la cruz que tienen en su interior (quiastolita, con una cristalización en macla que es donde reside el secreto de su apariencia; una quiastolita fue el regalo oficial del Pricipado de Asturias al Papa Juan Pablo II en su visita a la región en 1989)-,... finalmente la presa de Doiras.
En Merou comienza la cola del embalse de Arbón, el más próximo al mar, con el idílico embarcadero de Castrillón. Luego más afluentes –el Polea-, algunos de ellos de nuevo con cascadas -Loredo, Río Frío, etc.-, y más pueblos (Lendiglesia, Miñagón, Serandinas) siempre entre bosques. En Serandinas es posible encon-trar, si se contrata con antelación, canoas para navegar hasta Navia. Y, ya en las cercanías de la presa de Doiras, el campo de entrenamiento de la Federación Española de Piragüismo y la confluencia con el arroyo de las Pontigas; este último forma, unos kilómetros más arriba, las cascadas de Oneta, las más notables de toda la cuenca.
Pasada la presa de Arbón se inicia el tramo final del curso. El paisaje se hace más amplio pero, eso sí, siempre recubierto por una vegetación desbordante. El río serpentea entre bosques y prados y, de vez en cuando, se abre en intrincados ramales (forcadas) y forma islotes. Nuevos pueblos en las laderas del valle –Villacondide, Cacabellos, y el bellísimo enclave del meandro de Porto-.
Resulta obligado, por último y antes de cerrar este texto, aludir al cuantioso caudal del Navia, probablemente el mayor de todos los ríos de la cornisa cantábrica (y eso que, en relación a la magnitud de sus cuencas, todos ellos son muy caudalosos). Se dice que se han llegado a apreciar caudales de 2000 m³/s bajo el puente de Navia y ello debe ser cierto porque el director responsable durante muchos años de la instalación de Arbón –D. Luis Herrero- aporta un dato concreto representativo: en la noche del 5 al 6 de Enero de 1996 se estuvieron soltando, por el aliviadero de la presa, del orden de 1600 m³/s, manteniéndose el nivel del agua en el embalse. A ese volumen hay que sumar el caudal de trabajo del grupo de turbinas, que sí estaban operando esa madrugada, con lo que el volumen total asciende a unos 1800 m³/s. Por otra parte, antes de llegar al puente de Navia, el río aún recibe dos afluentes significativos más (el Anleo y el Meiro). La estimación histórica de los 2000 m³/s resulta así avalada.