Sobre verdad y mentira en sentido extramoral
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Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (Über Wahrheit und Lüge im aussermoralischen Sinne en alemán) es un libro que forma parte de la obra filosófica de Friedrich Wilhelm Nietzsche que data del 1873. Nietzsche es considerado uno de los tres "Maestros de la sospecha" (según la conocida expresión de Paul Ricoeur), junto a Karl Marx y Sigmund Freud.
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[editar] Contenido
En el texto se critica al cientifismo y, por consiguiente, al positivismo, ya que este último defiende la postura cientifista. La postura cientifista afirma que el universo es puramente matemático, preciso y regular, regido por las leyes de la física y de las matemáticas. Esta forma de juzgar la realidad entra dentro del método científico técnico. Por otro lado, el positivismo defiende este método científica-técnico como la única forma certera de ver el mundo. Ante estas dos corrientes, Nietzsche hace una crítica de ellas en el texto. En principio, se divide en dos partes claramente diferenciadas.
[editar] El interés por la verdad
La primera parte es la que plantea la situación y va preparando el terreno para las explicaciones y las justificaciones de la crítica que se verán el la segunda parte. En esta primera parte, se habla del hombre como un ser ofuscado y desorientado en la naturaleza. La naturaleza es cambiante e irregular, y en cambio, el hombre desea verlo todo estructurado para su propia salud mental. Ante esta ofuscación, utiliza el intelecto, que según Nietzsche éste no es más que el arte del hombre de fingir. El hombre, es un ser empujado a vivir en sociedad por interés, por necesidad. Este vivir en sociedad le obliga a crear un tratado de paz entre todos los hombres para evitar conflictos entre ellos. Este tratado de paz no es más que inventar una designación válida y obligatoria de las cosas para constatar que algo es verdad entre todos los hombres. En este momento es cuando nacen las palabras verdad y mentira. Cuando el hombre ha creado arbitrariamente lo que es verdad, automáticamente rechaza del nido de su sociedad a aquellos individuos que utilicen estas designaciones acordadas como verdaderas para hacer parecer lo irreal como real. De esta manera, la sociedad ya no confiará más en él. Sin embargo, el hombre desea la verdad y la naturaleza, en cierto modo, se la oculta. Ese impulso de conocer la verdad viene por las consecuencias agradables de la verdad y, por tanto, el rechazo al embuste viene por las malas consecuencias de éste. Esto nos demuestra que al hombre no le importa lo más mínimo la verdad, le es indiferente. Sólo desea las buenas consecuencias de ella, es decir, aquello que le provoca bienestar, que le hace feliz. Para conocer, el hombre utiliza el lenguaje. Nietzsche destaca pues, que el hombre utiliza el lenguaje de forma arbitraria. Con esto se refiere a que, por ejemplo, cuando decimos “silla”, sólo tenemos un concepto, puesto que hay multitudes de tipos de sillas y, además, al decir “silla” se pierden los detalles de su forma, su color, sus características esenciales, etc. Por tanto, lo que formamos con el lenguaje sólo son conceptos, que se forman por equiparación de casos no iguales. Sin embargo, el lenguaje intenta arrimarse a la verdad, y no se acerca lo más mínimo, porque al ser humano, el dirigente del lenguaje, siente una gran indiferencia hacia la verdad. La verdad no son conceptos, sino metáforas, es decir, una “silla” es la suma de innumerables experiencias humanas y detalles que el lenguaje restringe. Por ello, Nietzsche afirma que lo que nosotros llamamos verdades se han vuelto como monedas desgastadas, ya que no importa el valor de la moneda, sino el del metal. Todo esto se debe, a que el hombre ve la realidad desde su perspectiva, es decir, el hombre sólo conoce lo que aporta y cuando desconfía de algo es porque no reconoce tales aportaciones. Por todo ello, lo que captamos no son verdades en sí, porque tomamos como punto de partida al hombre.
[editar] Crítica al cientifismo
En la segunda parte del texto, Nietzsche ataca al cientifismo afirmando que la ciencia pretende hacer regular el mundo para dar seguridad al hombre, creando más conceptos. De esta forma, Nietzsche habla de dos tipos de hombres. El hombre racional y el hombre intuitivo. Ambos quieren dominar la vida, pero el primero lo quiere hacer mediante la previsión y el segundo sólo toma como real la vida disfrazada de belleza, es decir, que toma como verdad aquello que le interesa, porque eso le hace feliz. Para Nietzsche, el primer hombre es el representante de esta actitud cientifista que cree que todo es regular y previsible. De esta manera, este hombre sólo conjura desgracias, puesto que la vida es un continuo golpe tras otro y de esa forma este hombre nunca alcanzará la felicidad. El segundo hombre, es más irracional, tanto en el sufrimiento como en la felicidad. Teniendo en cuenta que sólo por el hecho de ser hombres, usarán el intelecto, ese gran arte de fingir, porque el hombre es un ser que busca lo regular en lo irregular, el segundo sale mejor parado que el primero, porque este tiene momentos felices mientras que el otro se pasa su vida intentando prever lo que pasará. Esto no puede ser, puesto que el universo no es previsible, no es regular, ahí está la crítica al cientifismo. El cientifismo crea hombres que creen que pueden prever lo que ocurrirá para su propio beneficio emancipandose de los engaños y buscando continuamente la verdad. Sin embargo, éste siempre perderá el tiempo, puesto que el mismo lenguaje crea esas monedas desgastadas que nos alejan de esas metáforas que son las verdades. Por todo ello, si el hombre no puede alcanzar la verdad porque su humanidad hace que posean intelecto y que, con él, cree esos arbitrarios conceptos que denomina verdad, lo más importante será ser feliz, puesto que no puede librarse de esos conceptos y, por tanto, el cientifismo sólo empeora las cosas al hacer creer al hombre que pueden alcanzar la verdad.
[editar] Valoración
Las opiniones de Nietzsche respecto a la creación de conceptos que hacen que se pierdan los detalles y la auténtica esencia de las cosas es una parte muy interesante del tema. Es muy cierto que cuando decimos “mesa”, hay un concepto detrás, es decir, algo de cuatro patas, sólido, etc. Sin embargo, como afirma Nietzsche, las verdades que captamos de la realidad son sólo las que nosotros aportamos, las sumas de nuestras experiencias. Esto indica que cuando una persona dice “mesa”, piensa en una imagen distinta de cuando otra persona también dice “mesa”. Uno piensa, por ejemplo, en una mesa redonda y otro en una cuadrada. Esto demuestra que, como afirma Nietzsche, el lenguaje es algo arbitrario y es tan sólo un puñado de conceptos que no se corresponden con lo que son en sí las cosas. Por otro lado, también es importante destacar la afirmación de que para el hombre la verdad es indiferente, y lo único que le mueve es su propio bienestar, es decir, alcanzar la felicidad. Esta búsqueda de la verdad en la actualidad muchas veces se ve cuestionada ya que la respuesta no es la que se deseaba obtener de la pregunta enunciada, porque no nos hace felices. El fin que siempre mueve al hombre, ya sea por dinero, poder, autoridad, bienestar espiritual o cualquier otra razón siempre es la felicidad. También cabe destacar el manifiesto que hace Nietzsche de que la naturaleza, el mundo, no es algo definido y regular, regido por leyes matemáticas y físicas como opina el cientifismo, sino que el universo en su totalidad es un ente abstracta e irregular, pues la vida misma es irregular, es cambio. El hombre tiene miedo al cambio, porque el cambio provoca una situación distinta a la anterior y, por tanto, desconocida. Para Nietzsche el miedo del hombre es, en efecto, lo desconocido. Estas teorías serán utilizadas para elaborar el término del “superhombre”, es decir, aquel hombre que acepta el cambio. La vida es pasión, es cambio, es una continua situación distinta tras otra que no se puede prever porque el universo y la vida están llenas de contradicciones, de cambios.
[editar] Obra de Nietzsche
- Nietzsche, Friedrich. Así habló Zaratustra. Edición de José Rafael Hernández Arias. Madrid: Valdemar, 2005. ISBN 8477025207
- Correspondencia Friedrich Nietzsche, 6 volúmenes (en preparación):
- Volumen I: Junio 1850/Abril 1869. Madrid: Editorial Trotta/Fundación Goethe, 2005. ISBN 8481648108
- Fragmentos póstumos sobre política. Madrid: Editorial Trotta, 2004. ISBN 8481647276
- Los filósofos preplatónicos. Madrid: Editorial Trotta, 2003. ISBN 8481645915
- Escritos sobre retórica. Madrid: Editorial Trotta, 2000. ISBN 8481643866
- Poesía completa. Madrid: Editorial Trotta, 1998. ISBN 8481642592
- Fatum e Historia (1862)
- Libertad de la voluntad y Fatum (1868)
- Homero y la Filología Clásica (1868) (Homer und die klassiche Philologie. Ein Vortrag)
- El drama musical griego (1870) (Das griechische Musikdrama)
- Sócrates y la tragedia (1870) (Socrates und die Tragödie)
- La visión dionisíaca del Mundo (1870) (Die dionysische Weltanschauung)
- El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música (1872) (Die Geburt der Tragödie aus dem Geiste der Musik)
- Sobre el porvenir de nuestras instituciones educativas (1872) (Über die Zukunft unserer Bildungstalten. Sechs öffentliche Vorträge)
- Cinco prefacios para libros no escritos (1872) (Fünf Vorreden zu fünf ungeschriebenen Büchern)
- La filosofía en la época clásica de los griegos (1873) (Die Philosophie im tragischen Zeitalter der Greichen)
- Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873) (Über Wahrheit und Lüge im aussermoralischen Sinne)
- Sobre la utilidad y los prejuicios dela historia para la vida (1874) (II. Unzeitgemasse Betrachtungen. Vom Nutzen und Nachteil der Historie fur das Leben)
- Schopenhaur como educador (1874) (III. Unzeitgemasse Betrachtungen. Schopenhauer als Erzieher)
- Richard Wagner en Bayreuth (1876) (IV: Unzeitgemasse Betrachtungen. Richard Wagner in Bayreuth)
- Humano, demasiado humano (1878) (Menschliches, Allzumenschliches. Ein Buch für freie Geister)
- El caminante y su sombra (1880) (Der Wanderer und sein Schatten)
- Aurora. Reflexiones sobre los prejuicios morales (1881) (Morgenröthe. Gedanken über die moralischen Vorurtheile)
- La gaya ciencia (1882) Die Fröhliche Wissenschaft)
- Así habló Zaratustra (1883, I y II; 1884, III; 1885, IV) (Also Sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen)
- Más allá del bien y del mal (1886) (Jenseits von Gut und Böse. Vorspiel einer Philosophie der Zukunft)
- La genealogía de la moral (1887) (Zur Genealogie der Moral. Eine Streitschrift)
- El Anticristo (1888) (Der Antichrist. Fluch auf das Christentum)
- Ditirambos de Dionisos (1888-1889) (Dionysos-Dithyramben)
- El crepúsculo de los ídolos (1889) (Götzen-Dämmerung, oder: Wie man mit dem Hammer philosophirt)
- Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es (1889) (Ecce Homo. Wie man wird, was man ist)
- Nietzsche contra Wagner (1889) (Nietzsche contra Wagner. Aktenstücke eines Psychologen)