Vicente García de la Huerta
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Vicente García de la Huerta (* Zafra [Badajoz, España], 9 de marzo de 1734 - † Madrid [Madrid, España], 12 de marzo de 1787) fue un poeta y dramaturgo español.
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[editar] Biografía
Su niñez transcurrió en Zamora; inició sus estudios en la Universidad de Salamanca, en 1747. En 1757 se instaló en Madrid como archivero del Duque de Alba; este le consiguió además el puesto de oficial primero de la Real Biblioteca, con lo que quedó enemistado con el grupo de presión ilustrado y galicista que pretendía también ese puesto, grupo protegido por el Conde de Aranda, ya que además poseía un carácter nacionalista (de sesgo ya romántico) con el cual no simpatizaban los cosmopolitas de la Ilustración. Sin embargo consiguió una enorme popularidad en la plebe por sus obras y sus modales elegantes, también por su escaso aprecio por las costumbres afrancesadas. Se casó con Gertrudis Carrera y Larrea. Bajo la protección del duque de Alba, ingresó en la Academia Española, de la Historia y en la de San Fernando. Con motivo de la entrada en Madrid de Carlos III, le encomendaron la redacción de los epitafios e inscripciones de los arcos triunfales. Cierta aventura amorosa le hizo conveniente escapar de España y marchó a París con el pretexto de acompañar al Duque de Huéscar, hijo de su protector el Duque de Alba. En PArís estuvo todo el año 1766. Desde allí sin embargo cometió el error de escribir cartas poco respetuosas al Conde de Aranda, donde le imputaba poco más o menos ser el protector de todos cuantos le había hecho mal. Y al volver a España el irascible Conde de Aranda le desterró al peñón de Vélez de la Gomera; conmutado el destierro por otro en Granada, se enteró el de Aranda y le devolvieron a Vélez otra vez y, por fin, a Orán, donde sufrió siete largos años de presidio. Resentido por el ostracismo, regresa a Madrid en 1777, pero el ambiente literario y social de la corte estaba muy cambiado y no volvió a recuperar la posición que había tenido, de forma que atravesó por algunas estrecheces económicas; sin embargo pudo ver representada su obra más conocida en Barcelona (1775), la tragedia Raquel, considerada la mejor muestra de tragedia neoclásica española. Por otra parte, editó una poco acertada antología del teatro clásico español barroco en 16 volúmenes, Theatro Hespañol (sic) (1785-1786), donde comete el imperdonable error de olvidarse de la obra de Lope de Vega, fundador de ese teatro, y de todos sus discípulos, Tirso de Molina, Juan Ruiz de Alarcón, Guillén de Castro, Antonio Mira de Amescua, Luis Vélez de Guevara y Juan Pérez de Montalbán, mientras que privilegia, coincidiendo con el gusto popular, a Pedro Calderón de la Barca y a toda su escuela. Este, y otros errores no menos graves, como el de mostrarse despreciativo con Cervantes, a quien motejó de envidioso, supuso al autor que los diez últimos años de su vida fueran amargados por polémicas con todo el grupo de presión afrancesado: Tomás de Iriarte (una décima y un epitafio), Samaniego (Continuación a las memorias críticas de Cosme Damián), Juan Pablo Forner (Reflexiones sobre la lección crítica, Fe de erratas al prólogo del Theatro Hespañol y soneto El ídolo del vulgo), Leandro Fernández de Moratín con su poema de épica burlesca Huerteida e incluso el pacato Melchor Gaspar de Jovellanos, que llegó a escribir la Relación del caballero Antioro de Arcadia, una sátira contra él. El poeta reaccionó como pudo, contra Samaniego y Forner sobre todo.
Su poesía está recogida fundamentalmente en dos publicaciones: Obras poéticas, en dos tomos (1778-1779) y Poesías (Segunda edición aumentada, 1786). Es autor, también, de varios poemas que se publicaron sueltos, como el Endimión (1755). A pesar de su escasa obra poética, parte de la crítica considera a García de la Huerta como un precursor del Romanticismo o prerromántico. Escribió también una Biblioteca Militar Española (1760 y reeditada en 2001 visible en librosalcana.com) y Retratos de los Reyes de España (1782-1787).
[editar] Obras dramáticas menores
Tres tragedias y una comedia pastoril forman la totalidad de la obra dramática conservada de Vicente García de la Huerta. La comedia pastoril Lisi desdeñosa, aún inédita, fue descubierta por Juan Antonio Ríos Carratalá.
Las tragedias forman la parte más importante de la producción dramática de Huerta. Raquel fue publicada por vez primera en el tomo I de las Obras poéticas de 1778, y Agamenón vengado en el tomo II de esa misma colección en 1779. La fe triunfante del amor y cetro» apareció suelta, precedida de un prólogo de su autor, en Madrid, el año 1784.
La fe triunfante del amor y cetro o Xaira es simplemente mencionada por la crítica como la traducción de Zaïre (1732) de Voltaire, pero Huerta, como él mismo apunta en el prólogo a su edición, reelabora una traducción anterior publicada anónima en Barcelona y reimpresa en esa misma ciudad en 1782.
Agamenón vengado es una reelaboración de la versión de la Electra de Sófocles realizada en el siglo XVI por Fernán Pérez de Oliva con el título de La venganza de Agamenón. Huerta conoció el original de Pérez de Oliva incluido por José López Sedano en el tomo sexto de su Parnaso español. Colección de poesías escogidas de los más célebres poetas castellanos (Madrid: Sancha, 1772).
[editar] Raquel
En el año 1778 se sitúa el estreno en Madrid de Raquel. Su composición puede ser anterior, quizá se efectuó en torno a 1772, año de su representación en Orán, aunque pudo iniciarse alrededor de 1766 y durar varios años. Es la primera de las tragedias salidas de la pluma de Vicente García de la Huerta. Aparece en el momento de consolidación de la tragedia neoclásica española como género. Es una de las obras que contribuye decisivamente a esa consolidación. En la capital de España, Raquel obtuvo un éxito absoluto, se escenificó en el Teatro del Príncipe ininterrumpidamente durante cinco días. Fue un texto de gran aceptación, como lo prueba el hecho de que poco antes de imprimirse ya circulasen más de dos mil copias manuscritas de ella.
La obra relata los amores del rey Alfonso VIII con una judía de Toledo, Raquel, famosa por su hermosura y por su ambición de poder, que provocan el desorden político y, consiguientemente, el disgusto y malestar de todos por la pérdida de autoridad del monarca. Asistimos a la sublevación popular ante el catastrófico estado en que se ve sumido el reino. Los nobles y el pueblo se unen en contra de Raquel y en defensa de su soberano. El final se resuelve con la muerte de la hermosa judía durante la ausencia del rey a manos de su consejero Rubén, consejero que es ajusticiado por el monarca cuando se produce su regreso a la corte.
Se escenifica en Raquel una historia que había tenido ya amplio tratamiento en el teatro español precedente desde Lope de Vega, en su obra Las paces de los reyes y judía de Toledo, de 1617. El asunto fue retomado por Antonio Mira de Amescua en su obra La desgraciada Raquel (1625); por Juan Bautista Diamante en La judía de Toledo, publicada en 1667 (según algunos críticos, esta obra no es sino la pieza de Mira de Amescua, cambiada de título, que sufre unas correcciones debidas a la censura y que fue indebidamente atribuida en la impresión a un autor incorrecto); por Pedro Francisco Lanini Sagrado en El rey don Alfonso el Bueno (1675), y en La batalla de las Navas y rey don Alfonso el Bueno (1675). Vicente García de la Huerta toma en particular consideración el texto atribuido a Juan Bautista Diamante, muy representado en la última parte del siglo XVII y durante todo el XVIII, especialmente en su primera mitad, y el poema de Luis Ulloa de Pereira titulado Raquel, para componer su propia creación. Otorga un carácter político a su tragedia, al ponerla en relación con los sucesos acaecidos en marzo de 1766, con el motín de Esquilache.
Los principios básicos defendidos en las poéticas y preceptivas neoclásicas son escrupulosamente respetados. Así, la norma de las unidades, lugar, tiempo y acción.
[editar] Bibliografía
- Jesús CAÑAS MURILLO: «García de la Huerta y la tragedia neoclásica», en Javier HUERTA CALVO (dir.): Historia del teatro español. Madrid: Gredos, 2003, pp. 1577-1602.
- Vicente GARCÍA DE LA HUERTA: Raquel. Edición de Juan A. Ríos. Madrid: Cátedra, 1998³.
[editar] Enlaces externos
- Wikisource en español contiene obras originales de Vicente García de la Huerta.