13, Rue del Percebe
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13, Rue del Percebe es una historieta creada por Francisco Ibáñez. La primera página fue publicada en la revista Tío Vivo el 6 de marzo de 1961 y pronto adquirió enorme popularidad por su estructura novedosa e inusual que posiblemente no tenga parangón en la historia de la historieta mundial hasta la fecha.
13, Rue del Percebe es una macroviñeta que ocupa una página, dividida a su vez en viñetas no secuenciales, y que muestra en clave de humor un edificio de apartamentos y la comunidad que lo habita:
- En la azotea viven un moroso continuamente acosado por sus acreedores y, habitualmente, los precursores españoles de Rasca y Pica: un ratón cruelmente ocurrente que no deja de torturar a un pobre gato negro.
- En el tercer piso encontramos a un ladrón que no parece poder dejar de robar cosas inútiles y a su fastidiada mujer mientras que el apartamento contiguo lo ocupan una mujer y sus innumerables hijos pequeños, incorregiblemente traviesos, que en las primeras entregas tenían una hermana mayor que seguramente optó por casarse cuanto antes para huir del hogar.
- En el segundo piso habitan una anciana que, eterna amante de los animales, no deja de cambiar de mascota y, en la puerta de al lado, trabajaba infatigablemente un profesor loco especializado en crear monstruos, inspirado en Victor Frankenstein, y que posteriormente sería sustituido por un desastrado sastre.
- En el primer piso moran, a la izquierda un veterinario no muy competente y a la derecha la mezquina dueña de una pensión continuamente superpoblada.
- En el entresuelo hallamos la tienda de ultramarinos de don Rufino, tendero que siempre encuentra modos de engañar a las clientas con el peso de las patatas y la fruta y, al lado, a la cotilla portera de la comunidad de vecinos. Pero no termina ahí la cosa porque frente a la portería habita don Hurón, nada más y nada menos que en una alcantarilla... que posiblemente le fuera alquilada por la dueña de la pensión, a juzgar por lo que asegura en la primera entrega de la serie. El ascensor del edificio, a pesar de ser inerte, es también un personaje por derecho propio pues, de igual modo, sufre las más variadas peripecias y fenómenos. Y, asimismo, hay que poner atención a la araña de la escalera que cada vez se difraza de una manera diferente.
13, Rue del Percebe es en apariencia una serie de chistes casi siempre aislados e independientes, con personajes fijos, encasillados en su papel inmutable y sólo unidos por el edificio donde habitan. Ello permite al lector leer la página en el orden que desee, claramente no lineal. Pero afirmar esto sería frecuentemente simplificar las cosas. A menudo, un hecho afecta a más de una viñeta-vecino o a la página entera de modo que en ocasiones la secuencialidad de lectura es dirigida, aumentando así el efecto cómico y de inmersión a causa de las sinergias creadas en los personajes que, de puro arquetípicos, uno acaba conociendo y aceptando, del mismo modo que muchos conocemos a los vecinos de nuestro enorme bloque de apartamentos: por escenas furtivas pero similares que, día a día, nos hacen ir formando una imagen más o menos precisa de ellos.
La facilidad de lectura de este tebeo, la interminable repetición de los mismos problemas con diferentes detalles, la familiaridad que se crea con los personajes a lo largo de la lectura dispersa de cada página a pesar de que, objetivamente, la mayoría de los chistes son muy simples, así como una ausencia de lectura lineal que, de haberlo conocido, habría hecho las delicias de Marshall McLuhan hacen de este tebeo un caso único y especialmente atractivo a un nivel inconsciente que pocas otras historietas pueden igualar.
Sin embargo Francisco Ibáñez encontraba difícil a la larga continuar dibujando esta serie: no soportaba la sensación de enclaustramiento que le producía. En sus otras historietas son frecuentes los viajes, los exteriores, los paisajes urbanos o rurales mientras que en 13, Rue del Percebe tenemos una casilla de extensión fija para cada personaje fijo. No obstante, en 1987, Ibáñez creó, para la editorial Grijalbo, 7, Rebolling Street, una historieta que explotaba la misma fórmula pero esta vez a doble página y con más personajes.
[editar] Otros Medios
El edificio y varios de los personajes que lo habitan, como el tendero, el ladrón, o la portera, dieron el salto a la gran pantalla al aparecer en algunas escenas de la película La gran aventura de Mortadelo y Filemón, basada en los personajes más conocidos del autor. En la película, el 13 de la Rue del Percebe, es el edificio donde vive la madre de Filemón, teniendo como vecinos a los personajes de la historieta.
[editar] Secuela
La historieta ha tenido su continuación al inspirar una existosa comedia televisiva: Aquí no hay quien viva.