Ali az-Zahir
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Alī az-Zāhir (El Cairo, 20 de junio de 1005[1] – 13 de junio de 1036[2]) (Árabe: الظاهر بالله), séptimo califa fatimí (1021-1036), Az-Zāhir asumió el califato después de la desaparición de su padre Huséin al-Hakim Bi-Amrillah.
[editar] Gobierno bajo el Séptimo Califa
Al principio, el gobierno fue conducido por su hermana de al-Hakīm, Sitt al-Mulk, pero después de su muerte en 1023, un grupo de sus favoritos tomó el poder.
Bajo este régimen, el Estado Fātimí estaba en crisis. El hambre y la plaga conducen a la anarquía en Egipto en los años 1023-1025, y en Palestina y Siria, tuvo lugar una rebelión entre los beduinos (1024 - 1029). La coalición rebelde fue fragmentada por la diplomacia fātimí, después de lo cual el general Anushtegin ad-Dizbiri pudo derrotarla militarmente.
Mientras tanto, en 1028 uno de los del círculo gobernante, Alī ibn Ahmad Jarjarai, eliminó a sus colegas y asumió el control de la oficina del visir, que manejó hasta 1045. Gozó de buenas relaciones con el Imperio Bizantino, aun cuando la soberanía feudal de Alepo fue disputada constantemente, viniendo de vez en cuando al enfrentamiento. Para mejorar las relaciones con el Imperio y los cristianos del reino, la reconstrucción de la iglesia del Santo Sepulcro, destruida en 1009, fue autorizada bajo su califato.
Durante el reinado del az-Zāhir, la secta de los Drusos, que había gozado del patrocinio de su padre, fue perseguida y reducida a las regiones montañosas de Siria y de Líbano.
[editar] Muerte y Sucesión
Después de que el Alī muriera de peste, fue sucedido su hijo con el nombre de al-Mustansir.
[editar] Notas
Predecesor: al-Hakim |
Califato Fatimí 1021–1036 |
Sucesor: al-Mustansir' |