Camarlengo

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El camarlengo es aquel que asume el gobierno provisional de la Iglesia católica cuando fallece el Papa, y no ha de ser precisamente un cardenal, pues es escogido por el propio Papa, y oficialmente basta con que tenga un cargo eclesiástico. Es el encargado de la administración de los bienes y de los derechos temporales de la Santa Sede, y es asistido por otros tres prefectos, que son designados por sorteo. En la actualidad (2007), el cargo recae en el cardenal Tarcisio Bertone, que sucedió al dimisionario Eduardo Martínez Somalo.

Tras la muerte del Sumo Pontífice, y una vez que la misma es certificada por un médico, el camarlengo deberá comprobarla oficialmente: la tradición dice que debe ponerse ante el lecho de muerte y golpear con un pequeño martillo de plata tres veces la frente del Papa, mientras le llama por su nombre de pila en latín.

A continuación, el camarlengo debe precintar el despacho del Papa y sellar sus aposentos privados. Ante la presencia de los cardenales prefectos y el cardenal Secretario de Estado (quienes luego deberán renunciar a sus cargos), el camarlengo retira al difunto el Anillo del Pescador, símbolo del poder papal, para que sea destruido y así evitar posibles falsificaciones de documentos oficiales.

El momento de dar a conocer la noticia del fallecimiento queda también en manos del camarlengo. Él es quien comunica la noticia al Vicario general para Roma quien, a su vez, lo da a conocer a la opinión pública.

El camarlengo, junto con sus prefectos, es el encargado de convocar al cónclave, para la designación de un nuevo Papa.