Camino de las Yungas
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El Camino de las Yungas, también conocido como Camino de la Muerte, es un camino de 50 a 56 km de extensión, dependiendo de las fuentes consultadas, que une La Paz y Coroico, 56 km al noreste de La Paz en la región de Yungas de Bolivia. Es legendario por su peligro extremo y en 1995 el Banco Interamericano de Desarrollo la bautizó como el camino más peligroso del mundo.[1].
Se estima que de 200 a 300 viajeros mueren por año en este camino [2]. Se pueden observar cruces que indican varios de los lugares donde los vehículos se desbarrancaron.
Luego de salir de La Paz, el camino asciende hasta los 5.000 msnm aproximadamente, para luego descender hasta los 330 msnm, con una transición rápida entre el frío altiplano y la selva húmeda con pendientes muy pronunciadas y barrancos.
Esta carretera la construyeron prisioneros paraguayos durante la Guerra del Chaco en la década de 1930. Es una de las pocas rutas que conectan la selva amazónica del norte del país, con la ciudad capital. Se encuentra casi concluido un camino mucho más seguro que conecta La Paz con Coroico.
Debido a sus pendientes pronunciadas, con un ancho de un sólo carril, y la falta de guardarraíles, este camino se torna extremadamente peligroso. Además en la zona son habituales la lluvia y la niebla, que disminuyen notablemente la visibilidad, el piso embarrado y las piedras sueltas que caen desde las montañas. El 24 de julio de 1983, un ómnibus se desbarrancó del Camino de las Yungas precipitándose en un cañón, produciendo la muerte de más de cien pasajeros en el peor accidente vial de Bolivia.
La ley indica que el conductor que conduce subiendo la cuesta tiene proridad por sobre el que baja, por lo que el vehículo que desciende debe detenerse cuando sube otro, para poder darle el paso.
El peligro que supone esta ruta la convirtió en un destino turístico popular a partir de la década de 1990. En particular, los entusiastas de la bicicleta de montaña la utilizan por sus descensos pronunciados.