Desembarco de Mallorca
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El Desembarco de Mallorca también llamado la Reconquista de Mallorca fue una operación desarrollada en los primeros días de la Guerra Civil Española, en concreto entre los meses de agosto y septiembre de 1936.
La idea de una expedición a Mallorca parece haber estado presente entre las diferentes fuerzas contrarias al golpe militar, desde que el 19 de julio fuera tomada por los alzados, junto a Ibiza y Formentera.
En estas fechas, Menorca es la única isla del archipiélago balear que no se encuentra alineada con las fuerzas alzadas en armas el 18 de julio de 1936. Sin embargo, la situación revolucionaria no permitirá la necesaria coordinación para el correcto desarrollo de los acontecimientos, como los hechos demostrarán, quedando tras el desarrollo de la operación la distribución sobre el mapa geo-militar de los contendientes exactamente igual que con anterioridad a su inicio.
Ya desde el 23 de julio se inician distintas acciones contra los sublevados, y ese mismo día los aviones republicanos bombardean Palma de Mallorca, dirigiéndose luego a Cabrera.
Otra operación menor será llevada a cabo el 1 de agosto, cuando tropas republicanas procedentes de Menorca consiguen tomar Cabrera brevemente, siendo desalojadas al poco tiempo.
[editar] Desarrollo de la operación
El día 2 de agosto de 1936 una columna de milicias barcelonesa dirigida por Alberto Bayo desembarca en Menorca como paso previo al inicio de la operación; al día siguiente la aviación republicana repetirá de nuevo el bombardeo sobre la capital de Mallorca.
El 6 de agosto en Barcelona concluyen los preparativos logísticos para el desembarco. Tanto el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña como el Gobierno autonómico de Barcelona dan su apoyo al plan. El Gobierno de la República no se opone y prefiere observar su desarrollo sin interferir. Al día siguiente la isla de Formentera se rinde a la Columna de Manuel Uribarri, procedente de Valencia y que se ha sumado a la operación, y un día más tarde la Columna barcelonesa de Alberto Bayo (conocida como Columna de Baleares) desembarca en Ibiza y la domina en pocos días con la ayuda de Uribarri, formándose inmediatamente en la isla un llamado Comité Antifascista de Ibiza, bajo la responsabilidad de Antonio Martínez, del Partido Comunista.
El Cuartel General de la operación se instala en Mahón, Menorca. Una centuria de voluntarios extranjeros (entre ellos franceses y argentinos) se suman a las operaciones.
El 13 de agosto unos 400 milicianos catalanes de la FAI (Federación Anarquista Ibérica) no vinculados al plan de Bayo-Uribarri ocupan Cabrera. Los valencianos de la columna de Uribarri se reintegran a la península tras no alcanzar un acuerdo con Bayo sobre los pasos inmediatos a seguir.
El día 15 el capitán Bayo va a la isla de Cabrera donde están agrupados varios grupos anarquistas catalanes. Bayo propondrá a los milicianos de Cabrera que desembarquen en la isla de la Dragonera, pero el comité anarquista no accede a tomar parte en la operación, aunque después lo hicieran por su cuenta y sin que ni el capitán de la operación ni su estado mayor supieran nada: los anarquistas de Cabrera desembarcarán en Cala Mandia y Cala Anguila antes de que Bayo lo hiciera en Punta Amer.
En la madrugada del 16 de agosto desembarca en Mallorca la expedición de milicianos de Bayo reforzadas por una parte importante de la guarnición de Menorca (entre 6.000 y 10.000 hombres) procedentes de Ibiza.
Atacan la isla por la zona de Punta Amer y Porto Cristo (luego rebautizado a Porto Rojo). A partir del 17 de agosto varios navíos republicanos apoyan las operaciones militares en la costa. Por otra parte, el 27 de agosto llegan a Mallorca algunos de los refuerzos materiales solicitados urgentemente por los militares alzados a los fascistas italianos. El 31 de agosto ante la creciente resistencia que encuentran los republicanos reorganizan sus planes y se aprestan al asalto de Manacor.
El 1 de septiembre asisten al desarrollo de los hechos algunas altas autoridades fascistas italianas, como el vicecónsul de Italia, el llamado Conde Rossi, creador del grupo fascista Dragones de la Muerte (muy activo durante la posterior represión), Facchi, el jefe de la aviación de Mallorca y el italiano Cirelli; dos días más tarde llegan a la isla tres trimotores y tres aviones de caza italianos en apoyo de los sublevados.
Las milicias de Bayo después de haber conseguido establecer una pequeña posición en la costa de Mallorca, no logran sin embargo avanzar hacia el interior y la contraofensiva nacionalista con un total de 3.500 hombres hace retirarse a la fuerza expedicionaria catalana. Bajo permanente ataque enemigo por tierra y aire, retroceden precipitadamente abandonando hombres y material importante. Aproximadamente por estas fechas, una delegación del Comité Antifascista de Ibiza, formada entre otros por Justo Tur, Angel Palerm, Juan Morales, Ramón Medina y García Rovira, solicita ayuda a Barcelona ante la previsible retirada de las fuerzas de Bayo y la precaria situación de Ibiza ante un futuro ataque de los militares alzados desde Mallorca.
El 5 de septiembre ante la orden del gobierno de Largo Caballero de abandonar Mallorca, la columna de Bayo comienza la retirada, mientras los fascistas continúan a la ofensiva. Dos días más tarde comienza el reembarque de la expedición republicana a Mallorca, que se prolongará hasta el 12 de septiembre, regresando a continuación a Barcelona. Tras reocupar la zona, una semana más tarde, los nacionales recuperan la isla de Cabrera.
Hacia los días 9 y 10 llegan a la isla de Ibiza en respuesta a las peticiones de apoyo del Comité Antifascista de Ibiza, desde Barcelona, a bordo de los barcos Ciudad de Barcelona y Ciudad de Tarragona dos grupos de milicianos de doscientos y trescientos hombres, integrando la llamada Columna Cultura y Acción, a pesar de lo cual el 19 de septiembre los sublevados toman la isla. El llamado Desembarco de Mallorca podríamos darlo por definitivamente concluido cuando el 20 de septiembre tropas nacionales procedentes de Mallorca ocupan finalmente Formentera. El fracaso de esta operación será utilizado propagandísticamente por los vencedores.