Guerra
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La guerra, según parece es la más desarrollada de las relaciones internacionales, y supone el enfrentamiento organizado de grupos humanos armados, con el propósito de controlar recursos naturales, por razones religiosas o culturales, por mantener o cambiar las relaciones de poder, para dirimir disputas económicas o territoriales, u otras causas (estas guerras también pueden ser guerras civiles).
En Ciencia Política y Relaciones Internacionales la guerra es un instrumento político, al servicio de un Estado u otra organización con fines políticos. Según Richard Holmes la guerra es un experiencia universal que comparten todos los países y todas las culturas[1].
Las reglas de la guerra (y la existencia misma de reglas) ha variado considerablemente a lo largo de la historia, y en distintos lugares. El concepto de quiénes son los combatientes también varía con el grado de organización de las sociedades enfrentadas. Las dos posibilidades más frecuentes son civiles sacados de la población general, generalmente varones jóvenes "niños", en caso de conflicto, o soldados profesionales formando ejércitos permanentes. Combinaciones de ambos son también frecuentes.
La forma de hacer una guerra depende de los propósitos de los combatientes. Por ejemplo, en las guerras romanas, cuyo objetivo era expandir el imperio, el objetivo militar principal eran los combatientes de la nación a conquistar, para incorporar el pueblo una vez conquistado al imperio.
En la actualidad, a veces se hace distinción entre conflictos armados y guerras. De acuerdo con este punto de vista, un conflicto sólo seria una guerra si los beligerantes han hecho una declaración formal de la misma.
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[editar] Guerras récord
Según el Libro Guinness de los Récords los siguiente conflictos están cada uno en un extremo[2]:
- La guerra más breve que se conoce es la que se declaró entre Gran Bretaña y Zanzíbar (posteriormente se uniría con Tanganica para formar la actual Tanzania), el 27 de Agosto de 1896, según los registros, duró sólo 38 minutos.
- La guerra más larga habría sido la Guerra de los Cien Años que duró más de un siglo, en concreto 115 años. No obstante, si las nueve Cruzadas se consideran como un único conflicto serían la guerra más larga que se tiene noticia, con una duración de 195 años. También se incluiría la guerra de la oreja de Jenkins, guerra que ocurrió en 1739, un conflicto entre Gran Bretaña y España, que tiene una curiosidad, nunca se firmó la paz. No se puede incluir como la guerra más larga porque las hostilidades cesaron en 1742. Si se considerase como guerra más larga, sería de 268 años.
- La guerra más sangrienta por el número de muertos fue, con mucho, la Segunda Guerra Mundial con sus más de 50 millones de muertos por una u otra causa. Sin embargo, la Guerra de la Triple Alianza lo sería en relación a la población paraguaya, descendiendo los habitantes de Paraguay de 1,400,000 a 220,000; quedando sólo unos 30,000 varones en edad reproductiva.
- Nuevamente la Segunda Guerra Mundial ostenta el récord de ser la más costosa económicamente.
- La guerra civil más sangrienta, entendida como la que produjo mayor número de muertos, se produjo en la China de la dinastía Qing y es conocida como Rebelión Taiping (Gran Paz traducido del chino). Se libró entre la citada dinastía Qing y tropas del gobierno Manchú también chino desde 1851 a 1864 donde los cálculos más ajustados indican que las muerte pudieron oscilar entre los 20 y los 30 millones de personas, incluidas 100,000 asesinatos por las fuerzas gubernamentales en el saqueo de Nanking, entre el 19 y el 21 de julio de 1864.
[editar] Definiciones y conceptos
[editar] Definición etimológica
La voz guerra viene del término germánico werra, con el significado de contienda; su equivalente latino es bellum, y de esa palabra han quedado en castellano o español las voces bélico, beligerante, belicoso, belicista o belígero.
[editar] Instituto de Investigación de la Paz Internacional
Este instituto sueco define la guerra como todo aquel conflicto armado que cumple dos requisitos[3]:
- Enfrentar al menos una fuerza militar, ya sea contra otro u otros ejércitos o contra una fuerza insurgente.
- Haber muerto mil o más personas.
[editar] Concepto jurídico
En Derecho internacional la guerra es un concepto jurídico reconocido y regulado. Según este Derecho, no se considera guerra en sentido jurídico las contiendas civiles entre combatientes de un mismo país, ni la lucha de un Estado contra grupos de insurrección, como pueden ser terroristas, piratas, etc.
A pesar de lo anterior, la palabra suele usarse con significados diferentes, más amplios que los del derecho internacional, y a veces en sentido figurado.
Veáse también Declaración de guerra.
[editar] Concepto filosófico
Se puede hablar de una guerra lícita desde un punto de vista moral. En este caso hay que distinguir:
- Si la guerra en general puede ser lícita.
- Si se garantizan las condiciones requeridas.
Desde un punto de vista filosófico se entiende que la guerra no es necesariamente ilícita. Existe el derecho de autodefensa o de legítima defensa contra el enemigo exterior cuando ataca injustamente a un pueblo. Si se niega este derecho de legítima defensa se robustece al agresor y se pone en peligro la paz de los pueblos. Sin embargo para que una guerra pueda tener una licitud ética, existen una serie de condicionantes:
- Que haya una injusticia real, verdadera y de gravedad.
- Imposibilidad de defenderse por vía pacífica.
- Perspectiva y esperanza de éxito final.
- Que se pueda evitar un perjuicio a terceros inocentes.
La defensa del bien público prevalece sobre cualquier derecho del agresor e incluso sobre los riesgos que puedan tener los propios súbditos agredidos. Pero se considera ilícita la matanza injusta.
Desde ese mismo punto de vista filosófico se considera que el movimiento a favor de la paz se hace acreedor del más alto reconocimiento. Dicho movimiento es difusor de un espíritu pacifista, de un entendimiento y comprensión entre los pueblos. Su fin ético y moral es conseguir la paz y los acuerdos sin derramamiento de sangre.
[editar] Causas de la guerra
Buscar una o varias causas a las guerras ha sido una constante para muchos historiadores y políticos con el fin de evitar posibles conflictos en el futuro o encontrar culpables[4]. Así autores como Brian Hayes apuntan a que ciertas causas se tienen como ciertas.
[editar] Causas tradicionalmente admitidas
El militar Alberto Piris engloba, muy grosso modo, las causas de la guerra en tres[5]:
- Causas de tipo psicológico basadas en la percepción de los conflictos.
- Causas de tipo tradicional como las territoriales, históricas, económicas y étnicas.
- Causas modernas como las carencias democráticas, el progresivo empobrecimiento de los países subdesarrollados o el militarismo.
Así mismo hace hincapié en el fanatismo religioso y las crisis económicas, donde una minoría poderosa acapara las riquezas frente a la mayoría gobernada, suelen ser causas de pronunciamientos armados. Así mismo postula que los gobiernos donde el Estado de derecho es más fuerte (lo que comúnmente se conoce como democracias) la posibilidad de recurrir a la fuerza es menor que en los regímenes totalitarios. Este autor se alinea con otros, como Fernando Savater que defienden las opiniones de que nunca se han enfrentado dos democracias reales (países con estado de derecho), siempre ha sido una dictadura contra una democracia o dos dictaduras.
En último término el militar español se plantea la pregunta esencial, según él, para poder evitar las guerras: lo fundamental no es conocer las causas por las que se desencadenan los conflictos armados; sino los motivos por los que no se recurre a otras medios para resolvelos[5].
[editar] La decepción estadística
Este deseo de conocer las causas para poder predecir cuando estallará el próximo conflicto ha sido abordado en varias ocasiones. Uno de los investigadores del fenómeno bélico fue Lewis Fry Richardson. Este autor investigó todos los conflictos desde el siglo XIX hasta la década d e los 50; considerando conflicto aquel enfrentamiento donde han muerto personas por causa intencionada de otra persona; de este modo juntaba los conflictos bélicos con las muertes por asesinato y homicidio, la mezcla fue intencionada por sus experiencias en la Segunda Guerra Mundial por las cuales pudo comprobar el efecto de muchas de las órdenes que vio dar y la suerte corrida por muchos soldados, enviados a la muerte a causa de esas órdenes[4].
Richardson tuvo la idea de catalogar las guerras según el número de muertos de una forma similar a cómo se catalogan los terremotos: según su intensidad. Así, una guerra de magnitud 6 sería en la que morirían de 1.000.000 a 1.999.999 personas; pero por todas las dificultades que halló para saber el número de muertos en una contienda (llegó a decir que resultaba más fácil saber el número de estrellas de una galaxia o de neutrinos en el universo) Richardson aplicó un índice de error de 0,5 (más menos); con este índice de error una guerra de magnitud 3 sería aquella en la que perecieron entre 316.228 y 3.162.278.
Aunque Richardson no fue el primero en recopilar conflictos bélicos su trabajo es uno de los más exhaustivos, pues comenzó en 1940 y siguió hasta el año de su muerte en 1953. Según sus estudios entre 1820 y 1950 hubo 315 conflictos de magnitud 2,5 o superior (al menos 300 muertos).
Pese a reconocer que resulta muy difícil saber cuando comienza un conflicto y cuando termina, si es uno o varios al tiempo o el ya citado número de muertos; los resultados fueron decepcionantes en cierto modo:
La frecuencia con la que estallan las confrontaciones sigue la distribución de Poisson, lo que parece indicar que las guerras son un suceso aleatorio. Así pues el autor concluyó que la principal causa de la guerra es la casualidad.
En segundo lugar, colocó los conflictos cronológicamente y según su magnitud, para saber si algún tipo de conflicto se repetía o si un tipo de guerra iba en aumento o en decrimento respecto a las demás. Los resultados tampoco fueron concluyentes, volviendo a mostrar una distribución muy similar al suceso aleatorio. De esta forma la conclusión es que de las guerras no se aprende a evitarlas y que la probabilidad de que estalle un nuevo conflicto es la misma para cualquier día, no importa si antes ha sucedido otro ni el tamaño de este otro.
Profundizando en su trabajo realizó un estudio de países vecinos que entraban en guerra. Midiendo las fronteras llegó a la conclusión de que un país linda con otras 6 naciones por término medio; por lo que la probabilidad de que una nación entrara en guerra con un vecino era casi del 10%, si fuera un proceso aleatorio; sin embargo la estadística indicaba que la probabilidad era del 87,33% (de 94 guerras estudiadas sólo 12 no tenían frontera común). Por lo tanto, según el matemático, otra causa de la guerra es la vecindad.
Richardson también relacionó las guerras con otros factores comúnmente indicados por los historiadores, como crisis económica o religión, llegando a otras tantas decepcionantes conclusiones:
- La carrera de armamento no tiene porqué desembocar en un conflicto armado: de 315 conflicto sólo en 13 había una carrera de armamento preparatoria.
- Un idioma común no evita las guerras.
- Una crisis económica no tiene por qué desembocar en guerras civiles, ni tampoco entre estados.
- Sólo pueblos de distintas religiones tienen más probabilidad de entablar guerras entre ellos. Así mismo parece que los pueblos cristianos muestran más belicosidad que los de otros credos, al haber intervenido en una proporción mucho mayor de conflictos que el resto.
No obstante Richardson concluyó que ni siquiera la religión es una causa de gran importancia.
[editar] Tratadistas
El general chino Sun Tzu en su célebre obra El arte de la guerra, afirmo que la guerra había que ganarla antes de declararla o de que existiera en sí misma. En este aspecto, el célebre general expondría en una sucinta frase su concepción sobre el carácter de la guerra: "La guerra, es el Tao del engaño"; así, pretendería establecer que el estratega virtuoso debía basar todas sus decisiones militares, buscando primeramente distraer la atención del enemigo en los elementos más sobresalientes de su posición, y de no tenerlos, inventarlos.
El pensamiento de Sun Tzu, dejaría una profunda impronta en el pensamiento militar moderno, no solo en reconocidos pensadores, sino también en eximios estrategas como Napoleón Bonaparte, quien en su renombrada victoria en la Batalla de Austerlitz, aplicara aquellos preceptos del engaño.
El concepto de "guerra justa" fue presentado sistemáticamente por Tomás de Aquino en Summa Theologiae.
El historiador árabe Ibn Jaldún descubrió por primera vez las causas materiales de la guerra.
Carl von Clausewitz, en su clásica obra De la guerra, pensaba que la guerra moderna es "La continuación de la política por otros medios" y que el fin de la misma era "desarmar al enemigo", no exterminarlo; de aquí nació el concepto de desarme mutuo, que imposibilita toda guerra y da paso a la política. La guerra sería pues un "acto político", y esta manifestación ponía en juego lo que él consideraba el único elemento racional de la guerra.
Ver: El Príncipe de Nicolás Maquiavelo.
[editar] Otras formas de guerra
- Guerra aérea
- Guerra ártica
- Guerra asimétrica
- Guerra civil
- Guerra comercial
- Guerra de desgaste
- Guerra de guerrillas
- Guerra de posición
- Guerra de trincheras
- Guerra electrónica
- Guerra Fría
- Guerra mundial
- Guerra nuclear
- Guerra química y bacteriológica
- Guerra relámpago
- Guerra santa
- Guerra sucia
- Guerra de la información
[editar] Referencias
- ↑ Holmes Richard, La experiencia de la guerra, capítulo 13 de Soldados, BBC, Londres, 1985
- ↑ Varios, Libro Guinness de los Récords, Ediciones MAEVA, Estella, 1987, ISBN 84-86478-04-9
- ↑ Ayuso Javier, Las guerras del fin de siglo, El País Semanal, Grupo Prisa, Madrid, 10 de febrero de 1991
- ↑ a b Hayes Brian, Estadísticas de los conflictos bélicos, nº 332 de Investigación y ciencia versión española de Scientific American, Prensa científica, Barcelona, mayo de 2004, ISSN 0210136X
- ↑ a b Piris Alberto, ¿Por qué empiezan las guerras? - Guerra y Paz, nº 51 de Muy Especial, G+J España Ediciones, Madrid, enero/febrero de 2001
[editar] Véase también
- Guerra justa
- Juego de guerra
- Convenciones de Ginebra
- Derecho Internacional Humanitario
- Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear
[editar] Enlaces externos
- Triunfa en Internet - Podcast dedicado a la Guerra en la red
- Martin Auer: La Guerra Extraña - Historias para una Cultura de Paz
- Instituto Internacional Estocolmo para la Investigación sobre la Paz [1]