Discusión:IES Ramiro de Maeztu de Madrid
De Wikipedia, la enciclopedia libre
He leído la escueta consulta de borrado de esta entrada y creo que entiendo alguno de los motivos por los que se solicitó.
Creo que no hay la menor duda acerca de que la singularidad histórica de este centro le hace merecedor de una entrada en la Wikipedia. Sin embargo, tanto el tono de la entrada al completo, como muy especialmente de la introducción, así como las listas de personalidades famosas y el irrelevante final (que describe la vida del centro a partir de los años ochenta) me parecen notablemente tendeciosas en dos sentidos.
- El primero es que, en determinados puntos, esta entrada del IES Ramiro de Maeztu posee veleidades publicitarias. Así lo parece en la entrada y, también de forma significativa, en las galerías de célebres que han pasado por el centro, bien como profesores y directores, bien como alumnos. Conviven allí personajes irrelevantes, otros de dudosa notoriedad y algunos pocos realmente significativos.
- El segundo sentido en que la página me parece tendente a la autopromoción se confirma por la cantidad de datos poco significativos (pero aparentemente prestigiosos) con que se dota a la descripción del centro. La siguiente frase ejemplificaría el tono autopromocional generalizado en la entrada: "Se ha podido elegir como lengua como asignatura en el bachillerato en el instituto: inglés, francés, alemán e italiano desde hace muchos años." ¿Realmente este es un dato histórico significativo que pueda interesar a alguien más que publicitariamente?".
Muy especialmente ocurre con el párrafo que describe la supuesta historia del centro a partir de los ochenta (observese la subjetividad de la siguiente apreciación: "A mediados de los años ochenta, el IES Ramiro de Maeztu dejó de ser centro piloto, como había venido siendo durante décadas. Aun así, el prestigio de la institución y la calidad de su profesorado continuaron haciendo de él uno de los centros de referencia en la enseñanza pública en Madrid."). En ella, se describe, por ejemplo, la creación de una asociación de estudiantes y de un grupo de teatro verdaderamente irrelevantes.
Considero que esta entrada debería ser reformada para que abandonara cualquier sospecha de promocionalidad. Necesita, de forma perentoria, reescribirse para dar información objetiva y significativa. Precisamente es la mezcla de datos irrelevantes (y/o insuficientemente explicados) junto con observaciones subjetivas la que carga de sospecha esta entrada. Tal y como está ahora parece más propia de la página oficial del IES, donde se puede promocionar el centro tanto como se considere oportuno, pero no, desde luego, en esta enciclopedia.
Dmg 13:31 1 sep 2006 (CEST)
[editar] texto eliminado, referido a un profesor
Pongo aqui un texto que he eliminado, por ser anecdotico:
Considerado por el común del alumnado como un "hueso", Francisco Torrent dejó huella en las vidas de algunos de los alumnos que tuvieron la suerte de encontrárselo en las aulas del Ramiro a mediados de los ochenta, cuando el profesor entraba en la sesentena, afrontando los últimos años de su vida docente. En aquellos años de la denominada "movida madrileña", cuando los jóvenes llevaban la voz cantante y decían al resto de la sociedad por dónde había que ir, "el Torrent" se presentaba ante los afortunados que pasaban la criba del rechazo inicial a cualquiera que pretendiera enseñar una disciplina tan aparentemente árida como el latín, como un auténtico "raro", un modelo estrambótico por encarnar con una autenticidad y coraje increíbles un tipo de vida realmente alternativo ante tanto presunto icono de modernidad antisocial. Lo que extrañaba y sobrecogía del profesor Torrent es que vivía como un "maldito" entregado totalmente a su obra, una obra absolutamente desprovista de ningún interés material, y que no era otra que mantener viva la llama de la dignidad humana en las sucesivas generaciones de estudiantes, enseñándoles a asumir el crecimiento en el esfuerzo, pero no con la zanahoria de recompensas materiales, sino desde la pura alegría de ser uno mismo. Pelo cano, orejas grandes, una chaqueta gris de espiguilla que él denominaba como de color "ala de mosca", una cartera de mano de (según él) auténtico "caribú caucasiano". Y en su mano izquierda, sabiamente e inconscientemente manejado, un Ducados tras otro. El profesor Torrent se pasaba por el forro la prohibición: ya era mayor para cambiar, y ninguno de los directores tenía valor para imponerle al mítico Torrent la ley antitabaco. Mirada amable y un poco escéptica bajo sus gafas redondas. Parecía un cura de paisano. Pero un cura majete. En el instituto todos los alumnos estudiaban latín en el libro del profesor Torrent, un libro de texto editado por la editorial Gregorio del Toro (jamás oí ningún otro libro publicado por ella) que tenía un formato extrañamente pequeño y anticuado ya para la época. Era con mucho el mejor libro de entonces, escrito a la antigua usanza, con gramática, ejercicios, y nociones de cultura clásica entreverados de forma sencilla y manejable. Nada de enfoques innovadores. Profesores particulares y alumnos de otros colegios te lo pedían para estudiar en verano. Supe después que Torrent era un hombre muy respetado en su gremio, que pudo haber "ascendido" a profesor universitario pero nunca quiso hacerlo. Su mundo era el Instituto. Un instituto que para él era más querido que su propia casa (vivía en el barrio de Chamberí, por Ponzano creo recordar). Torrent no podía ver un papel en el suelo de un pasillo sin agacharse a recogerlo. Y si entraba en clase y la veía sucia, o si a él mismo se le caía la ceniza del cigarrillo, iba a donde la señora de la limpieza, le quitaba el cogedor y la escoba, y nos barría la clase mientras seguía dando la lección. Una vez entró el jefe de estudios y le sorprendió dirigiéndonos una interpretación atronadora del "Gaudeamus igitur" con el cogedor en una mano y la escoba en la otra, a modo de batutas. O quizá era el "Adeste fideles", que nos enseñaba en Navidad. En esta época recogía dinero para unos niños pobres de Vallecas (debía de estar impicados en iniciativas de apoyo populares tipo Padre Llanos, o así), y en cada clase abría él mismo la colecta con un billete de cinco mil, que dejaba en la dudosa custodia del delegado de clase. Y esto lo hacía en todas las clases, no solo en las suyas. ¿Cuánto ganaba por entonces un catedrático de instituto? Pienso que con esto se le debía ir casi entera la paga extra. Era digno sucesor de Antonio Margariños, el catedrático de latín que fundó el club Estudiantes; pertenecía a esa estirpe de profesores entregados que por encima de las heridas de la guerra y las miserias de la posguerra, creían de verdad y empeñaban su vida en demostrar que el mundo puede empezar de cero con cada nueva generación y que en la educación está la respuesta. Porque Torrent no enseñaba latín. El latín era solo una excusa. Torrent enseñaba autoestima. Es altamente improbable que ni uno solo de los alumnos que de verdad se sintieron discípulos de Torrent (no aquellos que simplemente asistían a las clases o "hacían pellas" sin conceder una oportunidad a su influjo) hayan caído en la trampa de la droga o semejantes esclavitudes. Torrent te equipaba para soportar la vida como una especie de Obi Wan Kenobi. El latín era solo la espada de fuerza, el mero instrumento que canalizaba la energía interior, pero la fuerza residía en el interior de cada uno. El latín era a la vez una gimnasia de la mente y una especie de aristocracia del espíritu. Sólo los no iniciados podrían seguir diciendo aquello de que "el latín no sirve para nada". Pero lo bueno es que todo esto Torrent no lo decía, sino que lo demostraba con su ejemplo. Torrent iba a misa y contaba que una vez le tomaron por un pobre porque no le gustaba llevar abrigo y hacía frío, y le dieron dinero a la salida de la iglesia. Esto da una idea de su aspecto exterior. Pero su catolismo no estaba reñido con sus ideas sociales, pues era republicano. Creo que era uno de eso hombres que, de haber habido muchos más en épocas anteriors, en España jamás habría habido una guerra civil. Se mofaba de los nacionalismos, y se proponía fundar la "autonomía chamberilera". La pobre dotación de los institutos públicos afectaba ya en esta época también al Ramiro, y hacían las veces de borradores unos trapos que siempre estaban perdidos de polvo de tiza. Torrent los llamaba "los gayumbos de Jomenini". Yo tuve la suerte de tenerle dos años, en tercero de BUP y en COU. Gracias a él me sentía parte de una aristocracia del espíritu en la que él habría podido ser el rey, pero jamás habría aceptado ni ese, ni ningún otro título. Cuando llegábamos tarde a clase nos decía "Salutem plurimam tibi dico". Y si nos encontraba por ahí, en los pasillos o en el patio, a horas en que debíamos estar en clase, nos soltaba: "Quo vadis, cum mantone Malinensis?".
Francisco Torrent, si lees esto: Salutem plurimam tibi dico, carisime magister!
--Basquetteur 16:57 14 ene 2007 (CET)
[editar] categoria copyedit
El que ha puesto esa categoría podría indicar dónde en el texto hay cosas que ha escrito alguien cuya lengua nativa no es el español?. Yo estoy dispuesto a corregirlas, si no las corrige el que ha puesto la categoría. Si no se indica borraré esa categoría.--Basquetteur 08:13 26 ene 2007 (CET)