Isabel de Francia (1292-1358)
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Isabel de Francia nació en el año 1292, siendo la tercera y última de las hijas del Rey Felipe IV de Francia y de la Reina Juana I de Navarra y hermana de los reyes Luis X, Felipe V y Carlos IV. Sus contemporáneos ingleses la llamaban la Loba de Francia (She-Wolf of France).
Se casó con el Rey Eduardo II de Inglaterra -luego de una ardua negociación que duró cerca de 10 años- en la ciudad de Boulogne-sur-Mer, el 25 de enero de 1308.
Desde su llegada a la corte inglesa fue celebrada por su belleza, siendo descrita por el cronista Geoffrey de Paris como "la bella entre las bellas...en el reino sino acaso en toda Europa". A pesar de ello, su hermosura no logró atraer lo suficiente a su marido, que prefería la compaña de su favorito de entonces, Piers Gaveston.
Pese a todo, la pareja pudo engendrar 4 hijos, sufriendo la reina por lo menos un aborto. Las fechas de nacimiento de los vástagos reales muestran que Isabel y Eduardo estuvieron íntimamente justo 9 meses antes del nacimiento de cada hijo.
Con el transcurso de los años, el rey se iba inclinando cada vez más hacia sus favoritos, los Le Despenser y Piers Gaveston, relegando a la reina cada vez más, llegando en una ocasión a abandonarla a su suerte en la peligrosa localidad escocesa de Tynemouth; milagrosamente, logra escapar de las huestes de Roberto Bruce y llegar a las costas inglesas.
La reina odiaba sobre todo a Hugo Le Despenser el Joven de entre todos los favoritos de su marido; en 1321, y embarazada de su hijo menor, Isabel ruega dramáticamente a su esposo que destierre para siempre del reino a Le Despenser. El rey exilia a Le Despenser, pero más tarde en ese año lo reintegra a la corte. Este hecho acabaría por volver a la reina totalmente en su contra, ayudando a Roger Mortimer a escapar de la Torre de Londres, donde su marido lo había encarcelado por oponerse a los Le Despenser(1323).
Ansiosa de escapar de su esposo, encuentra la oportunidad ideal cuando el rey Carlos IV de Francia -hermano de Isabel- cede a su cuñado Eduardo II sus posesiones francesas -los ducados de Aquitania y Guyena- en 1325, ofreciéndose la reina para ir a Francia a garantizar la paz entre ambas naciones. Allí se reencuentra con Mortimer, convirtiéndose en amantes. Enterado el rey inglés, exige el retorno de su esposa, pero el rey Carlos IV se niega a expulsar a su hermana de Francia.
Isabel y Roger Mortimer abandonan la corte francesa en el verano de 1326 y marchan a la corte del conde Guillermo III de Hainault -cuya esposa era prima de Isabel-, el cual les otrga la ayuda armada que necesitan, a cambio del compromiso de su hija Felipa con el futuro rey Eduardo III.
El 21 de septiembre de 1326, Isabel y Mortimer, al mando de su ejército mercenario, arriban en las costas de Suffolk. Eduardo II entonces ofrece una recompensa por las cabezas de ambos, pero ya todo estaba perdido: sus aliados lo abandonan, los Le Despenser son asesinados y finalmente es capturado y obligado a abdicar en favor de su hijo (enero 1327). En septiembre de ese mismo año, el depuesto monarca es asesinado en el castillo de Berkeley por órdenes de la reina y Mortimer.
El joven Eduardo III es coronado el 25 de enero de 1327, y desde entonces Isabel gobernó como regente de Inglaterra, conjuntamente con su amante Mortimer.
Pero el nuevo monarca no olvidaría nunca la deslealtad hacia su padre, y en 1330, al cumplir la mayoría de edad, encarcela a su madre y a Mortimer, tomando el control del gobierno. Pese a los ruegos y lágrimas de Isabel por la vida de su amante, éste fue ahorcado por traición en Tyburn, el 29 de noviembre de 1330.
Isabel fue confinada en el castillo de Herford, en Roseing, donde murió, luego de tomar el hábito de clarisa, el 22 de agosto de 1358, a los 67 años de edad, siendo sepultada en la iglesia franciscana de Newgate.