Islamismo
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Islamismo es el nombre que reciben un conjunto heterogéneo de doctrinas y prácticas políticas que básicamente defienden el Islam no sólo como religión sino como base para regir las esferas económica, política y social del Estado. El islamismo no es, por tanto, un movimiento de carácter religioso sino político. De ahí que la mayor parte de los escritos islamistas no traten sobre religión sino sobre ideología política.
El término islamismo se utiliza con frecuencia, incorrectamente, para nombrar al Islam. Con frecuencia, también, se asimila el islamismo a lo que, en occidente sobre todo, suele llamarse integrismo o fundamentalismo. Sin embargo, aunque en algunos puntos coincide con ellos, el islamismo es algo conceptualmente distinto. En efecto, al pretender un retorno a las fuentes del Islam como base para la organización social, el islamismo se confunde a menudo con una especie de tradicionalismo. Sin embargo, choca a menudo con éste ya que al hacer una interpretación literal de la doctrina obvia usos que no pertenecen a ésta pero que han sido consagrados por la tradición. Así por ejemplo, la doctrina islámica no prohíbe la participación de las mujeres en la vida política, pero la tradición sí, y en muchos lugares se da el caso de que en las organizaciones islamistas haya mayor número de activistas mujeres que, por ejemplo, en organizaciones laicas de izquierdas.
El islamismo es muy diverso y difícilmente puede ser asimilado a ningún movimiento religioso o político occidental. Tiene su origen en la organización Hermanos Musulmanes fundada en Egipto en 1928, y ha experimentado un auge creciente desde los años 1980. Ello es fruto, por una parte, del fracaso del modelo socialista del nacionalismo árabe, encarnado por el partido Baaz o por el naserismo, que durante muchos años encarnó las aspiraciones de transformación social en el mundo árabe, y por otra del triunfo de la revolución islámica en Irán, que marcó un modelo a seguir.
Durante las décadas de 1980 y 1990, el retorno a la esencia del islam y la búsqueda de la propia identidad se vieron favorecidos por la crisis socioeconómica, la occidentalización del modo de vida en la mayoría de los países musulmanes y la globalización de la economía. Tras la instauración en 1969 de la República Árabe Libia Popular y Socialista (obra de Muammar al-Gaddafi, que implantó un régimen donde se conjugan panislamismo y socialismo), la Revolución Islámica de Irán (1979), dirigida por el ayatolá Ruhollah Jomeini y que supuso la implantación de una república islámica en aquel país, ofreció el primer modelo específico a los movimientos y partidos islámicos. Otros lugares en donde se ha adoptado con éxito un islamismo de mayor o menor radicalidad han sido Arabia Saudí, Sudán, Chechenia y, desde 1996 a 2001, gran parte del territorio de Afganistán controlado por los talibanes.
Los islamistas pretenden conquistar a la opinión pública de los países musulmanes por medio de una acción social. De una eficacia limitada, las redes de ayuda mutua destinadas a remediar el paro y la pobreza, así como la carencia de servicios sociales, contribuyen no obstante a mantener su influencia, especialmente entre los jóvenes, primeras víctimas de las crisis económicas.
Referencias
- Fawaz A. Gerges, Cinco hechos sobre el islam político.
- JihadMonitor.org Publicación especializada sobre terrorismo yihadista
Véase también