Patronato
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- Este artículo se refiere a una facultad del rey de España, para otros significados de Patronato, ver Patronato (desambiguación)
El Patronato Real o Regio era la facultad que poseía el rey de España para proponer - dentro de sus territorios - obispos, prelados, dignidades y prebendas en las catedrales y colegiatas, así como otros puestos de carácter eclesiástico.
El Patronato Regio para América fue instaurado en 1493 por el Papa Alejandro VI a petición de los Reyes Católicos, y confirmado en 1508 por el Papa Julio II. Esta institución concedió amplísimos poderes a la Corona para intervenir en asuntos de carácter eclesiástico en sus colonias, provocando una verdadera simbiosis entre el Trono y el Altar. El poder civil garantizaba el sostenimiento económico y una serie de privilegios al clero, y este, gracias a su presencia realizada en muchos lugares de la amplia geografía del continente, permitía que los mandatos de la Corona llegaran a remotos lugares. La institución eclesiástica cumplía, además, funciones del Estado encargándose de asuntos como la educación y la benefiencia social, entre otros. Por otra parte, el Patronato impidió una comunicación directa entre la Iglesia hispanoamericana y el Papado, en Roma, al quedar en manos de la Corona el control de la institucióne eclesiástica en el Nuevo Mundo.
Aunque la legislación indiana se orientó claramente hacia el control de las actividades de la institución eclesiástica y de las órdenes religiosas, en la práctica dicho control fue laxo en la época de los Habsburgo (siglos XVI y XVII). Tras el advenimiento de la dinastía de los Borbones y sus reformas ilustradas (siglo XVIII), el control del Estado sobre la Iglesia fué haciéndose más estrecho, incomodando al bajo y medio clero y llevándolos a apoyar el proceso de Independencia de América, cuando este se desencadenó a comienzos del siglo XIX. Sin embargo, los nuevos gobernantes mantuvieron la institución durante varias décadas, lo que originó sendos conflictos entre los obispos y las autoridades civiles. El Patronato fue suprimido finalmente con el advenimiento de las Reformas Liberales que los distintos países hispanoamericanos realizaron a lo largo del siglo XIX.
