Revolución de los Restauradores
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La Revolución de los Restauradores fue un conflicto armado revolucionario producido en Argentina en Octubre de 1833, particularmente en la Provincia de Buenos Aires donde se buscaba derrocar al gobernador.
[editar] Antecedentes y causas
Cuando Juan Manuel de Rosas renuncia a su cargo en 1832 luego de que la Junta de Representantes no quisiera renovarle sus Facultades Extraordinarias (ésto es dominio sobre los poderes Legislativo y Ejecutivo), organiza la Conquista del Desierto contra los indígenas que en ese momento ocupaban la Patagonia entera y gran parte de Buenos Aires, dejando a su esposa Encarnación Ezcurra vigilando la situación en la Ciudad de Buenos Aires.
Rosas, sin embargo también había dejado un federal a cargo del gobierno, Juan Ramón González Balcarce; pero pronto el Partido Federal comenzó a dividirse entre "apostólicos" (rosistas) y "cismáticos" (balcarcistas). Balcarce, sin embargo comenzó a aplicar medidas en contra de la tendencia rosista, algo que acentuó la rivalidad.
También debe ser tenida en cuenta la presión ejercida por la Sociedad Popular Restauradora, organización liderada por la esposa de Rosas y formada por los federales "apostólicos" y otros grupos rosistas, que entablaron constantemente enfrentamientos armados y diplomáticos con los gobiernos interinos de Balcarce, Viamonte y Maza.
El conflicto se desata cuando el fiscal Juan José Agrelo (un cismático) pide el enjuiciamiento de Nicolás Mariño, director del diario rosista "El Restaurador de las Leyes". Es entonces cuando los rosistas, incentivados por Encarnación Ezcurra, organizan unas milicias y el 11 de octubre de 1833 producen el enfrentamiento.
[editar] Desarrollo
El enfrentamiento se produjo a la altura de Barracas, con triunfo de los rosistas, que lograron sitiar la ciudad y presionar a Balcarce para que presente su renuncia.
El movimiento fue, poco a poco, ganando apoyo, sobre todo por parte de la población urbana y por parte de los estancieros de la provincia, simpatizantes con Rosas a raíz de la Conquista que estaba realizando contra los aborígenes.
[editar] Final y consecuencias
Después de alrededor de un mes de sitiada la ciudad, las fuerzas rosistas levantan el sitio, pero siguen sofocando políticamente al gobernador, que, con su apoyo político y por parte de la sociedad en general perdido no tiene más remedio que renunciar. La Junta de Representantes le propone, entonces, el cargo a Rosas quién lo rechazó porque no contemplaba la suma del poder público, elemento que según él era vital para poner en orden a la provincia. Finalmente es designado Juan José Viamonte como cobernador interino.