Tratado Calvo-Herrán

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Tratado Calvo-Herrán es un tratado de límites terrestres suscrito en San José en 1856 entre Costa Rica y la Confederación Granadina (Colombia), representadas respectivamente por el Ministro de Relaciones Exteriores Joaquín Bernardo Calvo Rosales y el Ministro Plenipotenciario Pedro Alcántara Herrán.

En este convenio se establecía una línea fronteriza que en la vertiente del Caribe equivalía a consolidar el statu quo creado por la llamada usurpación colombiana de 1836 y que en el Pacífico abandonaba, en provecho de la Confederación Granadina, la tradicional frontera establecida de hecho en el río Chiriquí Viejo para hacerla partir de la punta Burica, al oeste de ese río.

El convenio fue ratificado por la Confederación Granadina, pero la salvedad de que el río llamado Doraces o Dorado, que debía marcar el inicio de la frontera en la vertiente del Caribe, era el primero situado al este de la punta Mona, es decir, el actual río Sixaola. Costa Rica, que partía del supuesto de que el río Doraces era otro situado más al sudeste, hoy denominado Changuinola, objetó la interpretación neogranadina y el convenio no llegó a ser canjeado.