Tratado de Brest-Litovsk
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La Paz de Brest-Litovsk es un Tratado de paz firmado el 3 de marzo de 1918 en la ciudad polaca de Brest-Litovsk (entonces bajo soberanía rusa, en la actualidad denominada Brest y perteneciente a Bielorrusia), entre Alemania, Bulgaria, el Imperio Austrohúngaro y Rusia. En él, la Rusia soviética renunciaba a Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia, Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia, que a partir de entonces quedaron bajo el dominio y la explotación económica de los Imperios Centrales. Asimismo, entregó Ardahan, Kars y Batumi al Imperio otomano. Con este tratado, Alemania reforzó el frente occidental con efectivos orientales.
Tras la revolución bolchevique, Lenin decidió sacar a la naciente Unión Soviética de la guerra a cualquier precio. Lev Trotsky, que era el comisario de relaciones Exteriores del gobierno bolchevique, trató de prolongar lo máximo las negociaciones, pero el envite final alemán en febrero de 1918 derrumbó las menguadas y desorganizadas tropas de la Rusia soviética. Para poder hacer frente al Ejército Blanco en la Guerra Civil Rusa, Lenin tuvo que ordenar la aceptación de las durísimas condiciones alemanas. Se firmó el tratado de paz de Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918, en virtud del cual Rusia cedía extensos territorios:
- A Alemania le cedía Polonia, parte occidental de Bielorrusia, Curlandia y Lituania
- Letonia (Livonia), Estonia y Finlandia (con las islas Åland) serían independientes y Rusia retiraría sus fuerzas de sus territorios.
- Retirada rusa de Ucrania, reconocimiento de su independencia y del tratado entre Ucrania y Alemania de 9 de febrero de 1919.
- A Turquía se le cedían Batum, Kars y Ardahan.
- Finalmente se pagaba una fuerte indemnización de guerra
La derrota alemana en noviembre anuló este tratado, ya que no fue reconocido por los aliados, que obligaron a su anulación en el Armisticio de Mudros de 11 de noviembre de 1918. La caída de Alemania creó una situación de vacío en toda la antigua franja occidental del imperio zarista. Finalmente los bolcheviques consiguieron recuperar alguno de los territorios a los que habían tenido que renunciar en Brest-Litovsk. Ucrania destaca entre estas tierras reconquistadas. No obstante, la Rusia soviética tuvo que aceptar importantes pérdidas territoriales.