Cueva del Espíritu Santo
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En el pueblo de Corinto, departamento de Morazán, se encuentra la “cueva del Espíritu Santo” o “gruta de Corinto”. Es un abrigo rocoso que contiene pinturas rupestres. Cerca de la entrada se encuentran unos bloques de roca, que posiblemente formaban parte del techo de la cueva, la cual fue más grande en la antigüedad. La Cueva del Espiritu Santo fue ocupado por pueblos paleoindio durante el periodo paleoindio, es el primer lugar de evidencia humana en El Salvador.
Fue ocupado nuevamente por los lencas desde el preclasico medio (aproz. 900 - 400 adC) hasta el posclasico (aprox. 900 - 1540 dC), conviertiendose en un sitio importante cultural y religiosamente; formandola parte de sus leyendas y tradiciones como el lugar de donde partieron los antepasados de Balam Colop (el cual es mencionado en el popol vuh) el cual es segun las leyendas y tradiciones el padre de todos los lencas.
El estilo de las pinturas de Corinto se parece mucho al del paleolítico sudamericano. Algunas de las figuras son de gran tamaño, y otras no más grandes que la palma de una mano, se encuentran a veces a varios metros de altura. En su gran mayoría son representaciones humanas, algunas de ellas llevan grandes penachos en la cabeza. También se encuentran manos dibujadas casi siempre de adultos, probablemente masculinos. Existen escasas representaciones de animales esencialmente de aves y dos figuras serpentinas. También algunas figuras que podrían representar unas plantas. La mayoría de representaciones son pintadas en rojo. Algunas están pintadas en amarillo o negro, otras están grabadas y unas pocas combinan las dos técnicas: grabado y pintura. Los colorantes utilizados son probablemente de origen mineral: ocres rojos y amarillos, o vegetal: madera carbonizada para el color negro.
Las primeras investigaciones en este sitio arqueológico, fueron encabezadas por el científico salvadoreño Santiago I. Barberena.