Liturgia cristiana
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[editar] Evolución del concepto
[editar] Origen griego
La palabra Liturgia significa, etimológicamente λειτουργια (leitourgía) trabajo para el pueblo, y está compuesta por λαος (láos) = pueblo y εργον (érgon) = trabajo. Tiene su origen en la lengua griega, donde no tenía connotaciones religiosas, sino que con ella se referían a las obras que alguien hacía en favor del pueblo o a las funciones militares y políticas, etc., a la exención de esas funciones se le llamaba αλειτουργεσια (aleitourgesía).
[editar] Significado religioso
Esta palabra comenzó a tener un sentido religioso cuando los traductores del Antiguo Testamento de lenguas semitas al griego, la utilizaron para referirse al culto externo (principalmente sacrificios) que los sacerdotes y levitas ofrecen en el templo. En esta versión griega, conocida como septuaginta o versión de los LXX, aparece esta palabra unas 150 veces refiriéndose a este culto externo.
[editar] Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, escrito en el dialecto griego llamado κοινε (koiné), esta palabra se utiliza con cuatro significados fundamentales:
1) Obra civil: como el cuidar a los pobres, colectas, etc.
2) Culto del templo: como un sentido ritual, similar al culto del templo de Jerusalem.
3) Ejercicio público de la religión: Como la predicación que se hacía en las sinagogas o en las plazas.
4) Culto espiritual comunitario:Como la asmblea litúrgica que se reúne para celebrar en comunidad la Fe.
[editar] Antigüedad cristiana
Ya como nueva religión en el Imperio Romano, el Cristianismo tiene cultos que derivan del Sacerdocio de Jesús, uno de ellos y el principal era la Eucaristía. Con la palabra λειτουργια (leitourgía), los primeros cristianos se referían, no al sacrificio de los judíos en el templo, sino al único sacrifico de Jesucristo, el nuevo cordero que se ofreció al Padre. Esta denominación era común ya desde el siglo IV en todo el oriente griego; mientras que en occidente se desconocía este término, y para referirse a los actos cultuales utilizaban palabras latinas como officium, munus, sacrum ritum, ministerium, etc., pero todas estas palabras dejan de lado el carácter público y participación comunitaria que sí se indica con la palabra λειτουργια (leitourgía). San Gregorio Magno reglamentó muchos aspectos de la liturgia.
[editar] Ilustración Católica
Los humanistas del siglo XVI entendían por Liturgia el conjunto de acciones que la Iglesia ha ejercido en la historia como culto oficial, naciendo así la ciencia litúrgica, esto es, el estudio sistemático de las celebraciones de la Iglesia. De esta manera, en el siglo XVII la palabra liturgia adquiere un nuevo significado con matiz jurídico, refiriéndose a las normas y principios de toda celebración eclesial, es decir a las rúbricas (llamadas así por que en los libros litúrgicos estaban escritas en color rojo, ruber en latín). En los siglos XIX y XX esta ciencia no sólo estudiaba las ceremonias en sí, sino todo el conjunto de ritos, actos, fiestas, historia, etc. naciendo así el movimiento litúrgico, que pasó de una connotación filosófica del culto al descubrimiento de la Liturgia como misterio salvífico y sacerdocio de Cristo.
[editar] Vaticano II
Fue el XXI Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica, con el fin de hacer un aggiornamento o actualización de la Iglesia. Como fruto de ese concilio, se promulgó la Constitución Dogmática Sacrosactum Concilium el 5 de diciembre de 1963, en la que se decretan nuevas leyes litúrgicas. En esta constitución se considera la Liturgia como fons et culmen (manantial y cumbre) de la vida de la Iglesia y como el ejercicio del sacerodcio de Jesucristo. La Liturgia retoma un gran valor para la vida eclesial y se dejan en segundo término las cuestiones jurídicas, recalcando la importancia de la participación comunitaria de manera plena, consciente y activa. A partir de entonces se ha reformado y modificado toda la Liturgia cristiana, a fin de que cada acto litúrgico refleje la nueva noción de Liturgia.
[editar] Bibliografía
- Josef Ratzinger, El espíritu de la liturgia. Una introducción. Cristiandad, Madrid, 2001