Poética (Aristóteles)
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La Poética[1] es una de las obras principales de Aristóteles, escrita en el siglo IV adC, entre la fundación de su escuela en Atenas, en el 335 adC, y su partida definitiva de la ciudad, en el 323 adC un año antes de su muerte. Su tema principal es la reflexión estética a través de la caracterización y descripción de la tragedia. Originalmente la obra estaba compuesta de dos partes[2]: un primer libro sobre la tragedia y la epopeya y un segundo sobre la comedia y la poesÃa yámbica que se perdió, aparentemente durante la Edad Media, y del que nada se conoce.
Básicamente, la Poética consta de un trabajo de definición y caracterización de la tragedia y otras artes imitativas. Junto a estas consideraciones aparecen otras, menos desarrolladas, acerca de la Historia y su comparación con la poesÃa (las artes en general), consideraciones lingüÃsticas y otras sobre la mÃmesis.
La Poética es una de las obras aristotélicas tradicionalmente conocidas como esotéricas o acroamáticas. Esto implica que no habrÃa sido publicada, sino que constituÃa un conjunto de cuadernos de notas destinados a la enseñanza y que servÃan de guÃa o apunte al maestro. Estaban destinados a ser oÃdos y no a ser leÃdos.
El más antiguo de los códices que contienen el texto de la Poética (ya sin la Comedia) es el codex Parisinus 1141, escrito a fines del siglo X o principios del siglo XI.
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[editar] Principales temas tratados
La obra consta de 26 capÃtulos. En los seis primeros se hace una caracterización general de las artes, aunque en los ejemplos del Cáp. 1 sólo se mencionan artes literarias, dramáticas y musicales. Se afirma que "todas vienen a ser, en conjunto, imitaciones. Pero se diferencian entre sà por tres cosas: por imitar con medios diversos, o por imitar objetos diversos, o por imitarlos diversamente" (47a 16-19) [3]
Los medios de imitación (o mimesis) serÃan el ritmo, el lenguaje y la armonÃa, las artes se diferencian allà porque usan distintos medios, o porque usan algunos y no otros, o porque usándolos todos los usan o a la vez o alternadamente. Las artes musicales (“auléticaâ€, “citarÃsticaâ€, “el arte de tocar la siringaâ€) usan el ritmo y la armonÃa. La danza, por su parte, sólo usa el ritmo (“mediante ritmos convertidos en figuras, imitan caracteres, pasiones y accionesâ€)(47a 25-30). Aristóteles nos dice que el arte que imita sólo por medio del lenguaje (la literatura) no tenÃa denominación en ese momento, aunque luego admite que “la gente, asociando al verso la condición de poeta, llama a unos poetas elegÃacos y a otros poetas épicos, dándoles el nombre de poetas no por la imitación, sino en común por el verso. En efecto, también a los que exponen en verso algún tema de medicina o de fÃsica suelen llamarlos asÃâ€(47b 13-16). En cuanto a las artes que usan los tres medios (ditirambo, nomo, tragedia y comedia), las dos primeras las utilizaban simultáneamente a lo largo de todo el poema y las dos restantes sólo en las partes lÃricas.
La diferencia en cuanto al objeto imitado serÃa que, "puesto que los que imitan imitan a hombres que actúan y estos deben ser esforzados o de baja calidad... o bien los hacen mejores que solemos ser nosotros, o bien peores o incluso iguales" (48a 1-5). Por último, la distinción en cuanto al modo de imitar se refiere a la diferencia entre la poesÃa épica y la poesÃa dramática: en un caso se narran los hechos (o se mezcla narración con aparición en primera persona de los personajes, como en Homero) y en el otro se presenta "a todos los imitados como operantes y actuantes"(48a 23).
En el capÃtulo 4, se realiza una descripción del origen y el desarrollo de la poesÃa (ποιητική) en la que se afirma que esta surge por dos factores naturales en el hombre[4]: la tendencia a la imitación por un lado, y el ritmo y la armonÃa por otro. Los hombres "nobles" (nobles de carácter y no de posición social) imitaban las acciones nobles y creaban, al comienzo, "himnos y encomios"; por otro lado, los hombres "vulgares" imitaban las acciones de los "hombres inferiores" y componÃan "invectivas". Luego los nobles pasaron a componer en verso heroico y los vulgares en yambos. Luego los nobles pasarÃan a dedicarse a la tragedia y los otros a la comedia. El estagirita concluye: "Habiendo nacido al principio como improvisación -tanto ella [la tragedia] como la comedia...- fue tomando cuerpo, al desarrollar sus cultivadores todo lo que de ella iba apareciendo; y, después de sufrir muchos cambios, la tragedia se detuvo, una vez que alcanzó su propia naturaleza".
En el capÃtulo 5 se hacen una serie de consideraciones generales y superficiales acerca del origen y las caracterÃsticas de la comedia y la epopeya. Como Aristóteles señala a principios del capÃtulo siguiente “del arte de imitar en hexámetros [la epopeya] y de la comedia hablaremos después†(49b 23). De hecho, los últimos capÃtulos del libro I están dedicados al estudio de la epopeya, pero de la comedia no se encuentra un estudio detallado en esta obra.
[editar] Definición de la tragedia y sus elementos esenciales
El capÃtulo siguiente es uno de los centrales de la obra, allà se define la tragedia y se señalan sus seis partes o elementos esenciales. Además es aquà donde se señala por única vez la famosa “cláusula adicional†de la tragedia, la catarsis.
La definición que nos da Aristóteles de la tragedia es la siguiente “la tragedia [es] imitación de una acción esforzada y completa, de cierta amplitud, en lenguaje sazonado, separada cada una de las especies [de aderezos], actuando los personajes y no mediante relato, y que mediante temor y compasión lleva a cabo la purgación de tales afecciones†(19b 24-26).
Más adelante el filósofo dirá que los elementos esenciales de la tragedia son seis: fábula (mythos), caracteres (êthê), pensamiento (diánoia), elocución (lexis), melopeya (melopoiia) y espectáculo (opsis).[5]
[editar] La fábula
[editar] Unidad de la acción
Según el filósofo la tragedia es imitación de una única acción[6] de larga duración, siempre que pueda recordarse en su conjunto, completa y entera (o sea con principio, medio y fin).
Cuando Aristóteles habla de la unidad de la acción imitada en la fábula, descarta dos posibilidades: que se imiten todas las acciones de un solo sujeto o todas aquellas sucedidas durante un determinado tiempo. La idea que pretende imponer es que hay una fábula, una “historiaâ€, que se pretende contar y que solamente deben incluirse en ella aquellas acciones que sean indispensables para el desarrollo de la misma.
[editar] Fábula y verosimilitud
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La fábula, en efecto, es para Aristóteles el elemento esencial de la tragedia. Sin la fábula no hay tragedia, pero, en cierta forma, si la hay sin los cinco elementos restantes. Esto es porque la tragedia también puede desencadenar el placer que le es propio, simplemente por su lectura y sin necesidad de representación.
Se describe en el texto que la fábula es “la estructuración de los hechos†y que ésta debe darse de forma “verosÃmil o necesariaâ€. La verosimilitud-necesidad se refiere a la necesidad de un ordenamiento lógico en términos de causa-efecto en el ordenamiento de la tragedia. Este orden o estructuración debe darse de forma tal que si se suprimiese alguno de los sucesos imitados o se agregase otro, se dislocarÃa totalmente el conjunto de la obra.
[editar] Peripecia, agnición y lance patético
Aristóteles parte del supuesto de que en la tragedia la acción se desarrolla en un sentido hasta que en cierta forma el personaje comete un error que lo lleva a pasar “de la dicha al infortunioâ€. A este cambio de suerte en sentido contrario se lo llama, la mayorÃa de las veces, peripecia. Por otro lado, al paso de la ignorancia al conocimiento, “para amistad o para odioâ€, por parte de un personaje acerca de la identidad de alguno o varios de los demás o de un personaje acerca de algún hecho particular se lo llama agnición. Junto a estos dos conceptos, propios de toda tragedia compleja, existe otro llamado lance patético que es aquel evento que cambia el sentido de la acción mediante las muertes en escena, las tormentas o las heridas y cosas de tal tipo.
Agnición y peripecia son términos fundamentales para entender los grados que el estagirita establece sobre el valor de una clase de tragedia respecto de otra, en virtud de su capacidad para desencadenar la catarsis.
[editar] Tipos de agnición
Según Aristóteles, hay varias clases de agnición:
- "... la menos artÃstica y la más usada por incompetencia, … la que se produce por señales". La agnición o el reconocimiento mediante señales consiste en que un personaje logre identificar a otro debido a particularidades corporales o del atuendo de este último. De hecho, puede ser que lo reconozca por señales corporales “congénitas†o señales “adquiridasâ€, “y de estas unas impresas en el cuerpo, como las cicatrices, y otras fuera de él, como los collaresâ€(54b 20-25)
y pone como ejemplo que la nodriza de Ulises le reconociera cuando iba disfrazado de mendigo, por una señal, una cicatriz que tenÃa Ulises.
- En segundo lugar de peor a mejor vienen las agniciones "... fabricadas por el poeta", serÃan aquellas en que algún personaje desvela lo que no se sabÃa explÃcitamente y de forma no muy verosÃmil ni necesaria.
- "La tercera se produce por el recuerdo, cuando uno, al ver algo, se da cuentaâ€,
- "La cuarta es la que procede de un silogismo, como en las Coéforos: ha llegado alguien parecido a mÃ; pero nadie es parecido a mà sino Orestes, luego ha llegado éste". Es decir, esta agnición es la que se produce por un pensamiento lógico. Al mismo nivel, en tanto agnición, se encuentran los paralogismos, razonamientos con forma silogÃstica pero lógicamente errados, p.e. por afirmar el consecuente.
- La quinta y “mejor agnición de todas es la que resulta de los hechos mismos, produciéndose la sorpresa por circunstancias verosÃmiles.
[editar] Clasificaciones internas a la tragedia
En la división entre fábulas simples, episódicas y complejas, se dice que las primeras son aquellas en que el cambio de fortuna se da sin peripecia ni agnición, las segundas son aquellas en que ni siquiera se da la verosimilitud o necesidad en la sucesión de las acciones y las terceras designan a las que presentan al cambio de suerte acompañado de peripecia y agnición. Como es de suponer, esta última categorÃa es la superior.
La clasificación siguiente se refiere a las distintas formas de desarrollar el lance patético (pathos), la resolución de la obra trágica, para promover la catarsis en su plenitud. Esto se da combinando adecuadamente la ejecución de la acción central con la agnición o la falta de ella acerca de lo que se está efectuando. Además es preferible que el desenlace trágico muestre a dos personas que son parientes o amigas que se violentan, dado que esto es lo que impacta más a los espectadores.
En orden de mayor a menor valor catártico, Aristóteles propone cuatro tipos de desenlace:
- Que un personaje esté a punto de desarrollar la acción[7] y obtenga la agnición justo antes de efectuarla;
- que el personaje efectúe la acción y que, luego de finalizada ésta, obtenga la agnición sobre su acción;
- que el personaje lleve a cabo la acción con agnición, y, por último,
- que el personaje esté a punto de efectuar la acción con agnición y no la lleve a cabo.
[editar] Los caracteres
En un nivel general, se puede decir que Aristóteles llama caracteres a lo que hoy llamamos ‘’personajes’’. Según el filósofo “habrá caracteres si, …, las palabras y las acciones manifiestan una decisión†(54a 17). O sea los personajes se definen por sus acciones y no por su ‘caracterización’ ya sea por medio de la vestimenta u otros ‘’aderezos’’.
Aristóteles explica que los personajes deben ser intermedios entre vicio y virtud, aquel "que ni sobresale por su virtud y justicia ni cae en la desdicha por su bajeza y maldad, sino por algún yerro, siendo de los que gozaban de gran prestigio y felicidad, como Edipo y Tiestes…"(53a 8-11). El postular la representación de caracteres ni virtuosos, ni viciosos, sino en un grado intermedio entre ambas cualidades pasa por varios motivos. Por un lado, no serÃa bueno representar a una persona virtuosa pasando de la dicha al infortunio, “pues esto no inspira temor ni compasión, sino repugnancia†(53b 35). En el sentido opuesto, tampoco serÃa bueno que una persona viciosa pasase en la fábula de la dicha a la desdicha ya que eso no inspira ni compasión, simpatÃa, ni temor.
La compasión se refiere al personaje que es inocente y no merecerÃa sufrir las consecuencias de su yerro ignorante, el temor a la situación que se nos presenta cuando vemos todas las cosas que les pasan a alguien que es semejante, en cualidades, a nosotros
A la vez se describen cuatro cualidades indispensables de los caracteres[8]:
- Bondad: Se trata aquà de una bondad moral del personaje y no de una bondad en la representación poética, “y esto es posible en cada género de personas; pues también puede haber una mujer buena, y un esclavo…â€(54a 20).
- Apropiación: El carácter presentado debe ser apropiado, p.e. “es posible que el carácter sea varonil, pero no es apropiado a una mujer ser varonil o temible†(54a 23).
- Semejanza: En el caso que se presenten personajes históricos o que ya hubiesen sido presentados en otras obras poéticas, el poeta tendrá que representarlos de forma semejante a la que la tradición ha consagrado, aunque se le permita embellecerlos.
- Consecuencia: Este punto propone también para los personajes la regla de la verosimilitud o necesidad, que supone una coherencia en la forma en que se presenta el carácter a lo largo de la tragedia. Por ello “aunque sea inconsecuente la persona imitada y que reviste tal carácter ; debe, sin embargo, ser consecuentemente inconsecuente†(54a 25).
[editar] Pensamiento y elocución
El pensamiento es el tercer elemento esencial de la tragedia. Aristóteles dice que le corresponde "todo lo que debe alcanzarse mediante las partes del discurso. Son partes de esto demostrar, refutar, despertar pasiones, por ejemplo compasión y temor, ira y otras semejantes y además amplificar y disminuir"(56a 35). En este caso se trata de aquello que hace un personaje para convencer o refutar a otro y no a los espectadores. De todos modos el tratamiento de Aristóteles de este punto no es amplio, ya que reconoce que es propio del arte descrito en la Retórica.
La elocución es la “expresión mediante las palabrasâ€(50b 15), tampoco es un arte propio de la tragedia, sino de los actores y directores de escena. Sus modos son el mandato, la súplica, la narración, la amenaza, la pregunta, la respuesta, etc.
En los capÃtulos 20, 21 y 22, que muchos han considerado apócrifos, Aristóteles desarrolla una teorÃa lingüÃstica, o de la elocución, en la que define, entre otros conceptos, los de: sÃlaba, conjunción, nombre, verbo, artÃculo, caso, enunciación y metáfora
[editar] Melopeya y espectáculo
Aristóteles dice que la melopeya es el más importante de los ‘’aderezos’’de la tragedia. Sin embargo, considera que su significado es obvio y no lo explica. En general, podrÃa decirse que este elemento se refiere a las intervenciones del coro, que eran muy importantes en la tragedia clásica.
El espectáculo es el elemento de la tragedia “menos propio de la poética†ya que es “cosa seductoraâ€, y para nada indispensable (50b 18). En esta categorÃa entrarÃa lo que hoy llamamos escenografÃa y efectos especiales.
[editar] Otras consideraciones
[editar] Diferencias entre la poesÃa y la historia
En época de Aristóteles casi todo se escribÃa en verso, desde la poesÃa lÃrica a la ciencia, y poeta era cualquiera que escribiera verso. Aristóteles es el primero en distinguir entre los que escriben en verso literatura y los que escriben en verso ciencia. Por otra parte, también hay que distinguir entre los que escriben literatura y los que escriben historia. "No corresponde al poeta decir lo que ha sucedido, sino lo que podrÃa suceder, esto es, lo posible según la verosimilitud o la necesidad. En efecto, el historiador y el poeta no se diferencian por decir las cosas en verso o en prosa (...) la diferencia está en que uno dice lo que ha sucedido, y el otro, lo que podrÃa suceder. Por eso también la poesÃa es más filosófica y elevada que la historia, pues la poesÃa dice más bien lo general y la historia, lo particular".
[editar] Consideraciones sobre la mimesis o imitación
Cuando contemplamos la obra de arte pueden suceder dos cosas, que uno conozca lo que el artista ha hecho, en cuyo caso el placer producido deriva sólo de su habilidad, o que no lo conozca, en cuyo caso sólo podrá producir placer la ejecución de la imitación, la utilización de los recursos imitativos.
Por tanto la mÃmesis, o imitación poética, no es sencillamente una "imitación" de lo real, sino que es un "artificio", una "elaboración del poeta" sobre lo real, a la que además imprime su propio estilo.
[editar] Influencia posterior de la Poética
La obra no fue demasiado reconocida en su época, en parte porque se entendÃa que coincidÃa con la Retórica, que era más famosa. Esto sucedÃa porque en la época clásica ambas disciplinas no estaban separadas y se entendÃan como dos versiones de la misma cosa.
Sin embargo, posteriormente su influencia serÃa importante y muchos temas de la obra serÃan discutidos, entre ellos la mÃmesis, la catarsis y la división entre artes imitativas y el resto de las tekhné (artes en sentido amplio).
Alrededor del año 20 después de Cristo, Horacio escribe su Poética, obra de intención normativa no sólo dedicada al ámbito dramático, sino al narrativo en general. En esta obra la influencia de la Poética aristotélica es notoria. Horacio, que habÃa estudiado en Atenas, recoge temas tratados anteriormente por Aristóteles y los resuelve de la misma forma: la necesidad de la congruencia (verosimilitud) en la acción de los personajes, la postulación del valor paralelo del talento y la inspiración divina en el artista como creador y la necesidad de evitar la aparición de dioses en escena.
Como es sabido, el texto aristotélico permaneció perdido por siglos, por lo que la Poética de Horacio serÃa el texto más influyente durante largo tiempo.
Las primeras traducciones conocidas de la obra aristotélica fueron hechas en el mundo árabe, la primera conocida es la de un cristiano nestoriano llamado Abu Baschar que la tradujo del sirÃaco (alrededor del 935 dC). Le seguirÃa la famosa versión de Averroes en el siglo XII a partir de la de Abu-Baschar y la menos conocida de al-Farabi que veÃa la importancia de lo poético como facultad lógica de la expresión. La traducción de Averroes, que serÃa muy influyente, contenÃa algunas interpretaciones y desvÃos del texto original básicamente por dos motivos: las diferencias del manuscrito que se tomaba como fuente con el original aristotélico[9] y los intereses interpretativos propios de la situación histórica. Es conocida, por ejemplo, la interpretación de Averroes según la cual la finalidad de la tragedia es educar en un sentido moralista.
La primera traducción de la Poética al latÃn fue hecha en el siglo XIII por Hernán Alamán en España y otra fue hecha allà por Mantino de Tortosa en el siglo siguiente, ambas a partir de una versión abreviada de la traducción de Averroes. HabrÃa que esperar, sin embargo, hasta el siglo XVI para que la influencia de la Poética se tornara mayor. Algunas traducciones que contribuyeron a ello fueron la de Giorgio Valla en 1498 en Venecia, la edición de la imprenta Aldina del texto original griego en 1508, seguida por otras traducciones italianas como las de 1536 (Pazzi), 1548 (Robortello) y 1549 (Segni); la primera traducción directa del griego al latÃn fue la de Guillermo de Moerbeke.
In Librum Aristotelis de Arte Poetica Explicationes del influyente Francesco Robortello serÃa el primer comentario completo de la obra en cuestión. Los tratados sobre la Poética se harÃan cada vez más comunes, entre ellos De Arte Poetica por Vida, en 1527, y siguiendo por otros de una variedad de autores: Trissino, Daniello, Maggi y Lombardi, Muzio, Varchi, Cintio, Minturno, Vettori y Castelvetro. Horacio mantenÃa su peso en los comentarios pero cada vez se irá citando más a Aristóteles.
Como se habrá podido notar, el comienzo fue netamente italiano seguido cada vez con más Ãmpetu por franceses, españoles e ingleses sobre finales del siglo XVI.
En la segunda mitad del siglo, surge la famosa doctina de las unidades 'aristotélicas', fuertemente discutida incluso durante su tiempo (véase la nota 6). De la mano de Agnolo Segni y V. Maggi (o, según algunos autores, de Castelvetro) se estableció como regla que los eventos en una obra no podrÃan durar más de doce horas y que la acción desarrollada debÃa ser una, o dos relacionadas, ocurrida en un espacio limitado al espacio real de la escena. No podrÃan representarse grandes espacios o cambios de espacio, ni sucesiones temporales, como el paso del dÃa a la noche o de varios dÃas o incluso meses o años, dado que esto no serÃa de ninguna forma necesariamente creÃble para el espectador. Como se ve, la doctrina de las unidades está causada, en gran parte, por una interpretación del postulado aristotélico sobre lo "verosÃmil o necesario" en la tragedia muy diversa de la interpretación actual como coherencia interna.
Entre los eruditos españoles comentaristas de la Poética de los siglos XVI al XVIII destacan Alonso López Pinciano, quien primero siguió la estela de los preceptistas italianos, con su obra Philosophia antigua poética (1596); Francisco Cascales, que escribe sus Tablas poéticas en (1604), e Ignacio de Luzán con su Poética (1737), ya de espÃritu neoclásico ilustrado. Hay que recordar, asimismo, que Lope de Vega redactó una poética en verso que justificaba su propia creación teatral y discrepaba en varios aspectos de las poéticas renacentistas que seguÃan las normas neoaristotélicas. Todo ello aparece en su poema Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, de 1609.
La perspectiva estética aristotélica seguirÃa vigente, no sólo en el arte dramático sino con una influencia extendible a las demás artes, hasta el siglo XVIII cuando por varios motivos entrarÃa en declive.
El romanticismo pasará a valorar al arte no como un acto en esencia creativo (poiético) sino expresivo, que refleja el sentir y la perspectiva subjetiva del artista y no apunta a reflejar o imitar miméticamente la realidad. El planteamiento kantiano del desinterés necesario para la experiencia de belleza, influirá en el rechazo progresivo de la perspectiva finalista del arte como catártico.
Tres fundamentos de la teorÃa aristotélica estaban siendo cuestionados: la catarsis, el arte como creación y la mimesis, pero un tercer principio, el de la verosimilitud o necesidad, permanecerá, aunque algo cambiado, en la caracterización del arte como un mundo interno con leyes propias no necesariamente contrarias a las del mundo real, pero sà diferentes (a este principio se le da comúnmente el nombre de heterocosmia).
[editar] Notas
- ↑ ValentÃn GarcÃa Yebra, en su traducción trilingüe de esta obra, señala, en nota ad locum acerca de la traducción del tÃtulo de la obra, lo siguiente: «se dividen las opiniones en cuanto a la interpretación del término ποιητική [poética]: ha de entenderse "poesÃa" o "(arte) poética" (...)». Enseguida cita la opinión de un traductor inglés de la Poética, G.F. Else, quien habiendo traducido el tÃtulo como «Art of poetic composition» ("arte de la composición poética") se justifica asà «A través de la teorÃa de Aristóteles, la poiétiké, "Arte Poética", se concibe activamente; poiésis, el proceso real de composición... es la activación, la puesta en obra, de la poiétiké. (...). Hay que recordar también que estas palabras [poiétiké y poiésis], lo mismo que poiétés "poeta", se forman directamente sobre poiein "hacer". Al griego, su lengua le recordaba constantemente que el peoeta es un hacedor.» GarcÃa Yebra cierra la nota justificando su traducción asÃ: «No obstante, creo que ποιητική debe traducirse sencillamente por «poética», que, sustantivado, tiene básicamente sentido activo: «arte de la composición poética», pero no excluye otro, en cierto modo pasivo: «estudio de los resultados de dicho arte». GarcÃa Yebra (1974).
- ↑ Ha sido discutido tradicionalmente si, de hecho, Aristóteles habrÃa escrito un segundo libro o no. Los argumentos a favor de la existencia de un segundo libro se basan en las indicaciones del propio Aristóteles en el libro III de su Retórica y en la Poética (49b 22) de que más tarde se hablará de la comedia y del ditirambo, siendo que sólo se encuentran referencias menores a estos géneros. Por otro lado, en tratados antiguos y de la edad media acerca de las obras del estagirita a menudo se encuentran referencias a este segundo libro. Además, se argumenta que si este fuese el único libro, en su final Aristóteles harÃa una conclusión retomando todos los temas destacados de la obra a modo de cierre, como hace en sus otras obras. Ver a este respecto la nota 394 de la traducción de GarcÃa Yebra. Los argumentos contarios, que niegan la existencia de un segundo libro, se basan en la idea de que la opinión claramente negativa del estagirita acerca de la comedia habrÃa influenciado en que no escribiera nada al respecto. Por otro lado, y más a modo anecdótico, este libro II de la Poética, la Comedia, es el libro que en la novela de Umberto Eco “El nombre de la rosa†causa la muerte de varios monjes.
- ↑ Esta numeración corresponde a la edición de las obras completas de Aristóteles de la Academia de Ciencias de Prusia en el siglo XIX, edición a cargo de August Immanuel Bekker. Es comúnmente conocida como numeración de Bekker. Como la Poética va desde el 1447a al 1462b de dicha numeración del texto, comúnmente se quitan el 1 y el 4 iniciales y se referencia de la forma señalada. Todas las citas corresponden a la traducción de ValentÃn GarcÃa Yebra; ver bibliografÃa.
- ↑ “La primera es el instinto de imitación, connatural al hombre. En cuanto a la segunda se dividen las opiniones entre a) el placer que todos sentimos al contemplar las imágenes (lÃns. 10-12) y b) la connaturalidad en el hombre del ritmo y la melodÃa(lÃn. 20). Entre los [traductores] modernos, se inclinan a la primera opinión Ritter, Bywater, Rostagny, ArdÃ; a la segunda Vahlen, Gudeman, Else… parece claro que aquà no se trata de explicar el origen de la poesÃa, sino el placer que sentimos al contemplar las imágenes, incluso de los seres repugnantes de suyo… Por lo demás, Aristóteles dice expresamente (lÃn. 5)que las dos causas de la poesÃa son «naturales». Y en lÃn. 20asocia como tendencias que nos son naturales «el imitar» y «la armonÃa y el ritmo» y a continuación dice que los mejores dotados para estas cosas (es decir, para imitar y para la armonÃa y el ritmo) engendraron la poesÃaâ€. GarcÃa Yebra, nota 46.
- ↑ En otra parte el estagirita señala una división cuantitativa como complemento de ésta, que llama cualitativa. Según la división cuantitativa, las tragedias se dividen en "Prólogo, episodio, éxodo y parte coral, y ésta se subdivide en párodo y estásimo. Estas partes son comunes a todas las tragedias; son peculiares de algunas los cantos desde la escena y los comos. El prólogo es una parte completa de la tragedia que precede al párodo del coro; el episodio, una parte completa de la tragedia entre cantos corales completos, y el éxodo, una parte completa de la tragedia después de la cual no hay canto del coro. De la parte coral; el estásimo, un canto del coro sin anapesto ni troqueo; y el como, una lamentación común al coro y a la escena"(52b 15-25).
- ↑ Esta indicación ha dado lugar a una de las tres “unidades aristotélicas†del teatro, la única que la crÃtica actual reconoce como verdaderamente aristotélica, la unidad de acción. La doctrina de las tres unidades dramáticas fue elaborada por los comentaristas italianos de Aristóteles durante el siglo XVI. Las dos unidades restantes eran la de tiempo (establecida por Agnolo Segni en 1549) y la de espacio o lugar (surgida, según GarcÃa Yebra, como consecuencia de la de tiempo, en 1550 a cargo de V. Maggi). La unidad de tiempo deriva del 49b 14 donde Aristóteles dice que la tragedia “se esfuerza lo más posible por atenerse a una revolución del sol, o excederla un pocoâ€. En realidad la intención del estagirita al escribir sobre la tragedia no es establecer reglas para su realización, sino caracterizar su naturaleza. Por ejemplo, la duración que Aristóteles establece para la tragedia no se indica en términos de tiempo sino que se implican dos cuestiones: la magnitud, mientras pueda recordarse Ãntegramente y la disponibilidad de tiempo para que se desarrolle la peripecia verosÃmilmente. En palabras de Ãngel Sánchez Palencia se trata del “ser de la tragedia (ousÃa); no del deber serâ€.
- ↑ Es decir, a punto de cumplir la peripecia violentando a su familiar o amigo
- ↑ Acerca de la interpretación siguiente de estos cuatro puntos, véanse notas 210 y 214 de GarcÃa Yebra.
- ↑ Se toma como tal, o como más cercano a él, al manuscrito conocido como "Paris 1741" o "Codex Parisinus", aparentemente originario del siglo XI
[editar] BibliografÃa
- Traducción de la que se toman las citas: Aristóteles (1992 {1ª edición, 4ª impresión}), Poética de Aristóteles, Madrid: Editorial Gredos. Edición trilingüe de ValentÃn GarcÃa Yebra. ISBN 9788424912000.
- Otras traducciones
-
- Poética; traducción y notas de Eilhard Schlesinger; nota preliminar José MarÃa de Estrada; Buenos Aires; Losada, 2003.
- Poética / Aristóteles ; traducción, introducción y notas de Salvador Mas, Madrid, Biblioteca Nueva, D.L. 2000.
- Poética. Edición en griego, latÃn y castellano. Traducción de Fernando Báez. Universidad de los Andes, Mérida, 2003.
- El arte poética. Traducción y notas por Eduardo Sinnot. Buenos Aires, Ediciones Colihue, 2005.
- Poética / traducción, introducción y notas de Alicia Villar Lecumberri, Madrid : Alianza Editorial, 2004.
[editar] Enlaces externos
[editar] Textos de la Poética en lÃnea
[editar] En griego
[editar] En español
- 'El arte poética' de Aristóteles, traducción directa del griego, prólogo y notas de José Goya y Muniain, 1798.
- Traducción de Juan David GarcÃa Bacca. Contiene el texto giego, introducción, numeración y notas. (UNAM, 1946)
- Texto de la Poética de Aristóteles, numerado y con notas al pie, no se especifica quién es el traductor.
[editar] En inglés
[editar] Comentarios y análisis
- «Catarsis» en la Poética de Aristóteles por Ãngel Sánchez Palencia, Universidad Complutense de Madrid.
- La Poética de todos los siglos; ClarÃn.com, Sábado 22.01.2005, Revista Ñ.
- Báez, Fernando; Los escritos perdidos de Aristóteles.
- «Dice Aristóteles»: la reescritura de la Poética en los Siglos de Oro por Luis Sánchez LaÃlla.
- Extracto de la introducción de Salvador Mása su traducción de la obra.
- Sobre Poética.
- Aristotle's Poetics. Sitio en inglés del profesor Malcolm Heath, con gran cantidad de recursos sobre la Poética.
- Vega RodrÃguez, Margarita; Metáforas de interacción en Aristóteles
- Levy-Daniel, Héctor; TeorÃa del Teatro Épico. Elementos para pensar una poética. ArtÃculo en que se compara la poética brechtiana y la aristotélica.
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