Cristo de Mayo
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El crucifijo de Cristo de Mayo o Señor de la Agonía es una venerada obra de arte sacro colonial, que era de propiedad de Catalina de los Ríos y Lísperguer, más conocida como la Quintrala. Cuenta la tradición que esa malvada mujer tenía por costumbre azotar muy fuerte y brutalmente a sus esclavos y empleados, además de otras fechorías que cometía. En alguna ocasión se dió cuenta mientras azotaba a un peón, la imagen del Cristo la miraba tristemente. Contrariada por tal situación ordenó que la imagen fuera lanzada por una ventana o (dependediendo de la versión) que fuera retirado de su vista, por que "no soportaba a hombres que le pusieran mala cara en su casa".
Los sacerdotes de la Iglesia de San Agustín, vecina a la casa de la Quintrala, recogieron la imagen abandonada y la colocaron en uno de los altares laterales, donde se mantiene hasta la actualidad. Cuenta la leyenda que su dueña, acusadan por alguno de los delitos cometidos, le prometió al Cristo que si la salvaba de la prisión le encendería todos los días de su vida dos velas de una libra. La historia señala que fue absuelta de la acusación, y Catalina cumplió cabalmente su promesa.
Su nombre proviene de un suceso acaecido en 1647. El día 13 de mayo se produjo un violento terremoto que asoló a toda la Capitanía General de Chile, destruyendo ciudades enteras. Según la tradición, el sismo provocó que la corona de espinas del Cristo se desprendiera y cayera sobre sus hombros, lugar en el que permanece hasta hoy. Cuenta la leyenda que cuando alguien intenta volver a colocar la corona en la cabeza, en Chile tiembla.
[editar] Enlaces externos
- Información acerca de la reapertura del templo de San Agustín en abril de 2004.
- "Catalina de los Ríos y Lisperguer" en el suplemento educativo del diario La Tercera.