Manuel Fernández Silvestre
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Manuel Fernández Silvestre y Pantiga (Caney, Cuba, 16 de diciembre de 1871 - Annual, 22 de julio de 1921) fue un militar español.
Era hijo del teniente coronel de artillería Víctor Fernández y de doña Eleuteria Silvestre. En 1889 ingresó en la Academia Militar de Toledo, donde coincidió con el futuro alto comisario, Dámaso Berenguer y Fusté.
Tras la Academia, desmbarca en Cuba en 1895, luchando allí hasta la retirada española en 1898, recibiendo en total 22 heridas , a consecunecia de las cuales, tuvo una severa incapacidad del brazo izquierdo, que disimulaba muy bien.
Se casó con Elvira Duarte,de la que tuvo dos hijos, Elvira y Manuel, que era alférez cuando ocurrió el Desastre de Annual y moriría en la Guerra Civil en 1937. Su mujer murió en Melilla en 1907.
En 1904, tras estancias en diversos regimientos peninsulares, es destinado a Melilla, donde destaca por ser un hábil negociador, si bien también es un hombre fiero e imprevisible. En 1912 marcha a Larache y de allí en 1918 pasó a la Comandancia General de Ceuta, llevándose una decepción por no ser nombrado Alto Comisario, cargó que fue a parar a Dámaso Berenguer y Fusté.
Tras cesar en Ceuta, marchó en 1920 a hacerse cargo de la Comandancia de Melilla, desde la cual, en enero de 1921 empezó la invasión del Rif para acabar con la escasa resistencia rifeña existente. La empresa era arriesgada, ya que los soldados españoles estaban muy poco entrenados, se desmoralizaban enseguida y tenían mucho miedo a los rifeños. Estos empezaron a creer en poder vencer a Silvestre cuando el 1 de junio de 1921, tomaron la posición de Abarrán, muriendo en combate los oficiales españoles que la mandaban.
Tras la caída de Igueriben, el 22 de julio, los rifeños atacaron el campamento español, donde había 5.000 soldados, que lo que hicieron en vez de combatir fue echar a correr, muriendo al menos 1.000 ese día y muchos de los supervivientes aquél día, sobre todo soldados rasos, morirían más adelante en las sucesivas retiradas españolas, especialmente en la posición de Monte Arruit.
Según muchos testigos, Silvestre, al ver el desastre, se metió en su tienda de campaña y se suicidó disparándose en la cabeza. Un total de 10.000 soldados españoles cayeron en aquellos días desde el 22 de julio al 9 de agosto. Ese día, el segundo de Silvestre, el general Navarro se rindió con sus hombres en Monte Arruit, siendo asesinados 3.000 hombres y salvando la vida el general Navarro de casualidad
El cadáver de Silvestre nunca fue hallado, lo que dió pábulo a rumores que decían que podía haber sobrevivido, aunque son muy poco creíbles, y lo más normal, además acorde con su carácter, fue que se suicidara