María José de Bélgica
De Wikipedia, la enciclopedia libre
María José Carlota Sofía Amelia Enriqueta Gabriela de Bélgica, nombre completo de María José de Bélgica; (Ostende; 4 de agosto de 1906 - Ginebra; 27 de enero de 2001); reina consorte de Italia, nacida princesa de Bélgica, hija del rey Alberto I de Bélgica y la reina Isabel de Baviera y hermana del también rey Leopoldo III.
[editar] Biografía
En 1930 contrae su matrimonio con el Príncipe heredero de Italia, Humberto (luego rey de Italia Humberto II) en Roma. Tiene cuatro hijos: María Pía (Nápoles, 1934), Víctor Manuel (Nápoles, 1937), María Gabriela (Nápoles, 1940) y María Beatriz (Roma, 1943). Fue una enérgica opositora del Fascismo italiano liderado por Benito Mussolini. Por la abdicación de su suegro, el rey Víctor Manuel III ocurrido en 1946, se convierte en la reina de los italianos junto a su marido Humberto II. Sin embargo su reinado fue efímero que duro sólo 33 días debido al plebiscito en que la mayoría del pueblo italiano optó por la república que reemplazó a la monarquía decadente por culpa de Víctor Manuel III por su debilidad e ineptitud frente al líder fascista Mussolini, quien abusó de su confianza. Abandonó Italia con la familia real para ir de exilio a Portugal, luego a Suiza. Poco tiempo antes de su muerte, el parlamento italiano aprobó el decreto en que permite a la última reina regresar definitivamente a Italia, pero ella no aceptó esa invitación formulada por el Primer Ministro de Italia alegando que no ingresaría a ese país si no se cambiaba la ley de la Constitución Política que prohibía el retorno de los varones descendientes del último rey al territorio italiano. Ella aseguraba que sólo podría volver permitiendo también a su único hijo varón Víctor Manuel de Saboya, Príncipe de Nápoles, deseo que no se cumplió ya que María José falleció el 27 de enero de 2001 en Suiza. Fue sepultada en la Abadía de Sainte-Marie-d'Hautecombe, en la Saboya francesa junto a su esposo, Humberto II.
Casi dos años después de la muerte de la última reina, el Príncipe Víctor Manuel de Saboya en compañía de su esposa Marina Doria y su único hijo Manuel Filiberto, nacido en Ginebra, Suiza pudo retornar emotivamente por primera vez a su natal Italia en diciembre de 2002, luego de casi 60 años de su largo exilio, gracias a la abolición de aquella ley que no le permitía el retorno de los descendientes varones del rey Humberto II bajo la importante influencia del Papa Juan Pablo II. Este Sumo Pontífice fue visitado por esos tres miembros de la Casa Saboya en la Ciudad del Vaticano, a poco después de llegar a Roma para ser expresamente muy agradecido por esos visitantes por su posible y feliz retorno a querida patria, Italia.