Segundo combate naval de Antofagasta
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Tres días después del fracasado intento de torpedear a los buques chilenos, el “Huáscar” retornaba a Antofagasta para rastrear el cable submarino y cortarlo. En esos tres días el monitor peruano había visitado Taltal. Los torpedos fueron transferidos al “Oroya” y almacenados ahí. No servían para nada y a la vez eran peligrosos a bordo del “Huáscar”.
El monitor entró a puerto con las falcas arriba y los cañones descargados, sólo querían incomunicar al ministro Rafael Sotomayor, recién instalado en Antofagasta. A las 13H30 se colocó a 4.000 yardas, listo para soltar garfios e iniciar la búsqueda del cable submarino. A las 13H35 de ese 28 de agosto de 1879, el comandante de la “Abtao” ordenó abrir fuego sobre el “Huáscar”. La invitación al combate de la “Abtao”, tomó por sorpresa a los marinos peruanos que la sabían con sus máquinas en mal estado. Nuevamente, la “Abtao” disparó una segunda andanada con sus cañones de 150 libras que volvió a pasar rasando la cubierta del “Huáscar”. El comandante Grau, ordenó avante y cargar los cañones de 300 libras para contestar el fuego de la nave chilena.
Antes que el monitor pudiera contestar los fuegos de la “Abtao”, se descargaron contra ella, los cañones de 300 libras y de 150 y la artillería Krupp de campaña de la batería “Bellavista”, al norte del puerto y de las colisas de 115 de la “Magallanes”, sin puntería. El “Huáscar” avanza a ubicarse en el centro de la bahía, mientas que la “Abtao” y la “Magallanes” se esconden detrás de los mercantes neutrales.
Por elevación descargó el “Huáscar” su batería de 300 libras para no herir a los buques neutrales; el proyectil impactó en la torre de mando de la “Abtao” y reventó en las entrañas de la nave chilena; el casco soportó el golpe pero había dejado como saldo siete tripulantes muertos y otros cinco heridos (parte de combate del comandante Aureliano Sánchez). Fracasaron 42 disparos de 150 libras hechos por la “Abtao” y siete de 115 libras hechos por la “Magallanes”.
Nuevos disparos del “Huáscar” dieron de lleno en la “Abtao” que hacía humo desde adentro. El último disparo de 300 del monitor contra la “Abtao” le destrozó la banda de estribor, penetró en el interior y fue a estallar en las carboneras, matando a cuatro y dejando heridos a cinco tripulantes más. La nave chilena abandonó el combate.
Grau ordenó avanzar al norte del puerto a callar los fuertes. Un disparo de la batería “Bellavista” de 300 libras, lo desmontó de su ubicación pero el proyectil fue a incrustarse en la popa del monitor peruano matando al teniente segundo AP Carlos de los Heros.
El parte final del combate arrojó para el monitor “Huáscar”, a pesar de la violencia de la detonación: muerto el teniente AP de los Heros y herido el aprendiz Gutiérrez, los daños al monitor fueron unas tablas rotas. Por el lado chileno arrojó: callado el fuerte norte “Bellavista” y fuera de combate la corbeta “Abtao”. Grau dio por terminado el combate y se retiró de Antofagasta.
[editar] Contralmirante AP
Mientras estas acciones se realizaban, en Lima la Cámara de Diputados recomendaba al Ejecutivo que propusiera al capitán de navío AP Miguel Grau Seminario a la alta clase de Contralmirante AP de la armada nacional del Perú en mérito a su hoja de servicios, méritos e "importantes servicios a la Nación".
Grau fue propuesto y ascendido a la clase de contralmirante de la Marina de Guerra del Perú, grado que no usó nunca en combate y cuyas insignias no llegó a usar en vida (ver Petición de ascenso a la clase de Contralmirante AP del Capitán de Navío AP Miguel Grau Seminario).
Cuando llegó a Arica, el almirante Grau escribió dos cartas: una para el padre del joven teniente segundo AP Carlos de los Heros (ver Carta de pésame al padre de Carlos de los Heros y noticia de funerales en Lima), dándole el pésame a nombre suyo y de la tripulación del monitor y la otra, a su amigo y compadre el diputado chinchano Carlos M. Elías, en donde le explica los motivos de su renuncia no al almirantazgo sino al uso de las insignias y el sueldo de contralmirante (ver El almirante rehúsa charreteras).