Enrique Líster
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Enrique Líster Forján, originalmente Enrique Liste Forján (Ameneiro, aldea del municipio de Teo, La Coruña, 21 de abril de 1907 — Madrid, 8 de diciembre de 1995). Militante comunista , durante la Guerra Civil Española se incorporó de inmediato a la lucha contra el golpe militar y su capacidad de mando y valía le convirtieron en uno de los primeros mandos de las milicias recien formadas, siendo uno de los fundadores del llamado Quinto Regimiento, en realidad un gran centro de reclutamiento y formación militar donde se forjaron las primeras unidades milicianas de forma organizada y eficaz. Tras la militarización de las unidades de voluntarios y la creación del Ejercito Popular de la República Española (EPR) (), Enrique Líster se convirtió en el comandante de la 1ª Brigada Mixta del EPR, alcanzando en el transcurso de la guerra la graduación de Mayor de Milicias, máximo empleo para los procedentes de la escala no profesional. En el EPR el mando de grandes unidades no estaba limitado por el grado, de forma que un mayor podía hacerse cargo en un momento determinado del mando de una división o incluso de un Cuerpo de Ejército; al mando de la 11º División del EPR y posteriormente como jefe de de Cuerpo de Ejército, Lister puso de manifiesto una extraordinaria eficacia y energía, siendo ascendido por decreto especial a Teniente Coronel en los últimos días del conflicto. Durante la Segunda Guerra Mundial, y tras una estancia en una academia militar soviética, llegaría a alcanzar el grado de General en los ejércitos de la URSS, Yugoslavia y Polonia.
Cantero de profesión en su tierra natal, emigró a Cuba a los once años, regresando a España en 1925, donde ingresa en el Partido Comunista de España. Participa activamente en las luchas de los trabajadores agrarios en Galicia y se convertirá rápidamente en un importante activista sindical, en el difícil contexto del pistolerismo patronal contra los sindicatos en la fase final de la Dictadura del General Primo de Ribera. A inicios de los años 30, proclamada la república, por su condición de cuadro destacado del PCE es enviado a la URSS donde cursará estudios de formación política y militar en la escuela de cuadros de la Komintern en Moscú; durante su periodo como estudiante formó parte de una Brigada de Trabajadores de choque de las encargadas de la construcción del metro de la capital rusa, donde su experiencia juvenil como cantero fue muy apreciada. A su regreso, en 1936, E. Lister se hizo cargo de las tareas políticas sobre cuestiones militares que el PCE asumió ante el creciente peligro golpista. Tras ganar las elecciones de febrero de 1936 el Frente Popular (coalición de las fuerzas demcoráticas desde los partidos republicanos hasta la izquierda radical)se aceleraron los planes de la clandestina Unión Militar Española UME, compuesta por oficiales ultraderechistas, reaccionarios católicos o bien abiertamente falangistas. Ante esa situación, la red de contactos establecida en los cuarteles por Lister y numerosos soldados y oficiales ayudó a conocer el alcance del peligro y facilitó mucho el aplastamiento del golpe en numerosas unidades.
Tras fracasar el golpe militar organizado por el general Mola en julio de 1936, la situación derivó rápidamente hacia la guerra abierta. En la fase inicial de la guerra, Lister tuvo un papel muy destacado en la organización del Quinto Regimiento, la primera escuela militar para formación de milicianos. Tras marchar a los combates en la sierra de Madrid, comienza su ascenso por méritos de guerra, participando en los posteriores en el Tajo, Toledo y marcha sobre madrid. Encargado de la defensa de un sector de la ciudad durante la Batalla de Madrid, al mando de la 1ª Brigada Mixta del EPR, fue posteriormente el responsable de la 11ª División, convirtiéndola en la más selecta unidad republicana, encargada de soportar los peores combates en Brunete, Belchite y Teruel. En todos los combates en los se encontró al frente de sus hombres, Lister se comportó de forma audaz y decidida, al tiempo que procuraba reducir las bajas propias al mínimo. Las Brigadas bajo su mando constituían normalmente un batallón especial, entrenado para operaciones especiales en las líneas cercanas al frente y que ayudase en las operaciones de ruptura o defensa a ultranza para las que eran requeridos habitualmente. El avance nocturno en Brunete que permitió ocupar la población y capturar al Estado Mayor enemigo en la zona, operación realizada casi sin pérdidas, o la ruptura por sorpresa en Teruel son buenos ejemplos de su calidad como mando táctico de gran iniciativa.
En 1937, el gobierno constitucional republicano ordenó que se disolviera el Consejo de Aragón, la institución que controlaba gran parte del Aragón no ocupado por los franquistas y que estaba organizado de forma autónoma por los anarcosindicalistas de la CNT y otras fuerzas afines, por entender que se estaba entorpeciendo el esfuerzo de guerra y para sofocar una forma de poder dual revolucionario que impedía a la república ejercer su autoridad y la ley en la zona. El Ministro de Defensa Nacional, el socialista Indalecio Prieto, ordenó personalmente al Mayor E. Lister proceder a la disolución del Consejo de Aragón, operación llevada a cabo limpiamente y con escaso uso de la fuerza. Tras los sucesos de mayo de 1937 y la disolución del Consejo de Aragón, las colectivizaciones voluntarias se mantuvieron, esta vez en el marco de un esfuerzo conjunto para mantener la producción y ganar la guerra.
En 1938, tras la batalla de Teruel y la posterior Batalla de Aragón, Lister fue uno de los oficiales encargados de contener el alud enemigo que amenazaba con cortar la zona republicana en dos sectores. Tras la batalla defensiva en el sur de Cataluña y Aragón, Lister logró salvar la mayor parte de las fuerzas bajo su mando y retirarse a la orilla norte del Ebro.
Tras la primera crisis de Checoslovaquia, el gobierno español valora que la única posibilidad de ganar la guerra consiste en mantenerse firme hasta el momento en el que estalle la guerra en Europa contra los nazis, cuyo detonante prodría ser en esos momentos la resistencia checa a la anexión de los Sudetes por parte de la Alemania de Hitler. En julio de 1938, el reorganizado EPR en Cataluña emprende una ofensiva en el recodo del río Ebro (la Batalla del Ebro)con sus fuerzas de choque, el Ejército del Ebro al mando del Mayor Modesto, rearmado con los recursos y pertrechos que Francia ha dejado cruzar la frontera en los días de la crisis checa. E. Lister recibe el mando del V Cuerpo de Ejército (Divisiones 11ª, 45ª y 46ª), encargándose del sector sur (Sierra Pàndols y Fatarella) resistiendo con éxito durante dos meses el peso de los ataques franquistas. Finalmente, en septiembre de 1938, los franco-británicos deciden plegarse a las pretensiones hitlerianas de anexión de los sudetes checos y en la Conferencia de Munich de finales de ese mes, el primer ministro británico Neville Chamberlain sella la suerte de Checoslovaquia y de España. En noviembre de 1938, tras sufrir graves pérdidas humanas y de material, las tropas del Ejército del Ebro se retiran organizadamente hacia Cataluña.
Sin posibilidad de reponer sus pérdidas militares y con la batalla diplomática perdida por la política franco-británica de apaciguamiento ante el nazismo y el fascismo, la República Española sufre la ofensiva contra Cataluña por parte del grueso del ejercito franquista junto con sus aliados italianos y alemanes. El Vº Cuerpo de Ejército forma parte de la defensa y E. Lister manda a sus fuerzas en los lugares de mayor peligro. Tras la ruptura del frente, el Vª Cuerpo de Ejército cubre la retirada del grueso de las fuerzas y la población civil, que tras la caída de Barcelona inunda las carreteras camino de Francia.
Las últimas fuerzas del EPR en cruzar la frontera son las mandadas por el mayor E. Lister. Internado el ejercito en campos de concentración, un núcleo de oficiales y miembros del gobierno español regresan a la España republicana para continuar la lucha. Por los excepcionales servicios prestados, el mayor Lister es ascendido a Teniente Coronel. Una vez en España, queda a las ordenes del gobierno presidido por el Dr. Negrin, quien se encuentra con numerosos obstáculos a su política de resistencia para una paz negociada. En las filas del Estado mayor del Grupo de ejécitos de la Región Centro, un núcleo importante de conspiradores intentan una rendición a las fuerzas franquistas y boicotean todos los esfuerzos. El golpe militar del coronel Casado impide finalmente mantener la lucha y la derrota militar de la República Española es ya definitiva. E. Lister, junto con otros cuadros militares y políticos logra marchar al exilio y escapar a la cautividad.
Exiliado en la URSS, y tras un nuevo periodo en la Escuela Militar, participó en las discusiones y tensiones sufridas por el PCE en ese periodo. Al formar parte del núcleo de militantes que habían sido militares de alta graduación, se le apartó de la primera línea política incorporándoles al ejército ya entrada la II Guerra Mundial, alcanzando el grado de general en las fuerzas de la URSS y de la Polonia Democrática y de la nueva República Yugoslava.
Siguió siendo parte de la dirección del PCE (Partido Comunista de España), destacando muy pronto por su actitud crítica hacia la nueva dirección del partido establecida tras la muerte del secretario general José Díaz. Las divergencias con su sustituto Santiago Carrillo llegan a ser muy fuertes. Instalado en Francia tras una etapa en la URSS, E. Lister llevó a cabo algunas tareas de organización y encuadramiento de los guerrilleros españoles que continuaron la lucha contra la dictadura franquista, pero su peso político en el interior del PCE disminuyó ante la consolidación de la línea carrillista de la llamada Reconciliación Nacional. En 1968 apoyó la postura soviética en la invasión de Checoslovaquia y denunció públicamente la línea seguida por Santiago Carrillo, fundando a su vez el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), denunciando la liquidación del proyecto comunista a manos de los sectores eurocomunistas.
En 1977 regresó del exilio, reingresando en el PCE en 1986, tras la expulsión de Santiago Carrillo]].
Sus experiencias de la Guerra Civil y su trayectoria personal y política se recogen en sus libros Nuestra guerra (1966) y Memorias de un luchador (1977). Además, en base a su experiencia política dentro del Partido Comunista de España, escribió Así destruyó Carrillo el PCE (1983).
[editar] Enlaces externos
- Biografía no oficial en la web del Colectivo Enrique Lister.