Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra
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Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra (Jacobo Carlos Estuardo), fue rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda, (19 de junio, 1566 – 27 de marzo, 1625). El nombre James se traduce al español como Jacobo, Jaime, Yago o Santiago. En el caso de los reyes de Escocia y el Rey de Inglaterra que llevaron ese nombre se traduce como Jacobo.
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[editar] Biografía
Gobernó en Escocia como Jacobo VI desde el 24 de julio de 1567 hasta su muerte; y en Inglaterra e Irlanda como Jacobo I desde el 24 de marzo de 1603 hasta su muerte, uniendo las 3 coronas. Fue el primer monarca inglés de la casa de Estuardo, habiendo sucedido a la última reina de la casa de los Tudor, Isabel I, que murió sin hijos.
Fue un acertado monarca en Escocia, pero su gobierno en Inglaterra fue desastroso. Él no podía oponerse al Parlamento de Inglaterra, que le era hostil; además tuvo que aceptar la negativa de parte de la Cámara de los Comunes para imponer impuestos suficientemente altos para volver a llenar las arcas reales. Su gusto por el absolutismo político, su mala gestión en el uso de los fondos del reino y su mortal afición de favoritos impopulares establecieron los precedentes para la guerra civil inglesa, durante la cual fue enjuiciado y ejecutado su hijo y sucesor, Carlos I. Pero durante la vida de Jacobo, sin embargo, los gobiernos de los reinos de Inglaterra y de Escocia fueron relativamente estables.
Junto con Alfredo el Grande se considera a Jacobo I como uno de los individuos más intelectuales y más doctos que se sentaron en los tronos ingleses o escoceses. Durante su reinado mantuvo la prosperidad cultural de la era isabelina, impulsando la ciencia, la literatura, el arte, también estuvo, al igual que su predecesora, interesado en el teatro; contribuyó además en el sostenimiento de talentos como sir Francis Bacon y William Shakespeare (solicitó en varias ocasiones a William Shakespeare que presentará sus obras en la corte); asimismo, era un talentoso erudito, escribiendo trabajos como Daemonologie (1597), The True Law of Free Monarchies (1598), Basilikon Doron (1599) y A Counterblaste to Tobacco (1604). Sumamente interesado en la teología él ordenó la traducción de la Biblia que lleva su nombre, King James, que es la oficial de la Iglesia Anglicana.
Jacobo fue el único hijo de María I Estuardo, reina de Escocia, y de su segundo marido, Enrique Estuardo, duque de Albany, más conocido como Lord Darnley. Jacobo era un descendiente directo del rey Enrique VII de Inglaterra, a través de su bisabuela Margarita Tudor, hija de éste monarca y hermana del rey Enrique VIII. La madre de Jacobo era una reina insegura, por ser tanto ella como su marido católicos romanos, por lo que le hicieron frente a una rebelión de los nobles protestantes. Su matrimonio, además, era particularmente difícil. Mientras que Maria estaba embarazada, Lord Darnley se alió secretamente con los rebeldes y asesinó al secretario privado de la reina, David Rizzio.
[editar] Primeros años de vida
Jacobo nació el 19 de junio de 1566 en el castillo de Edimburgo, convirtiéndose automáticamente en duque de Rothesay, por ser hijo mayor del monarca y, por consiguiente, heredero inmediato de la corona. Fue bautizado con el nombre de Carlos Jacobo, en honor a su padrino, el rey Carlos IX de Francia, por lo que, posteriormente sería el primer monarca británico en tener más de un nombre. Asesinaron al padre de Jacobo con su jinete y amante de ese entonces el 10 de febrero de 1567 en la casa de los Hamilton, Kirk O'Field, en Edinburgo, para vengarse muy probablemente de la muerte de Rizzio. El matrimonio de María el 15 de mayo del mismo año con Jacobo Hepburn, cuarto conde de Bothwell, quien era el más evidente sospechoso del asesinato del duque de Albany, la hizo aún más impopular. En junio de 1567, los rebeldes protestantes arrestan a María y la encarcelan en el castillo de Loch Leven. El 24 de julio, María fue forzada a abdicar al trono en favor de Jacobo, de apenas un año de edad.
Jacobo fue formalmente coronado rey de Escocia en la iglesia de Holyrood, en el castillo de Stirling, el 29 de julio de 1567. Por respeto a la creencia religiosa de la mayoría de la clase predominante de Escocia, fue criado como miembro del protestantismo, la iglesia nacional de Escocia y educado por simpatizantes presbiterianos. Durante su minoridad, el reino fue gobernado por una serie de regentes, el primero de los cuales fue Jacobo Estuardo, primer conde de Moray, hermano ilegítimo de su madre. María se escapó de Loch Leven en 1568, conduciendo un breve período de violencia. El conde de Moray derrotó a las tropas de María en la batalla de Langside, forzándola a huir a Inglaterra, en donde Isabel I la encarceló.
[editar] Ascención en Escocia
En 1570 el conde de Moray fue asesinado por uno de los partidarios de María. Le sucede en la regencia el abuelo paterno de Jacobo, Mateo Estuardo, 4to conde de Lennox, que también acabó asesinado en 1571. El siguiente regente fue el guarda del niño-rey, Juan Erskine, 1er conde de Mar, que murió en 1572. El último de los regentes fue Jacobo Douglas, cuarto conde de Morton, el que, durante las dos regencias anteriores, había sido el noble escocés más poderoso, aún más que los propios regentes. El historiador y el poeta George Buchanan eran responsables de la educación de Jacobo.
El conde de Morton logra finalmente derrotar a las familias que continuaban apoyando a María. Su caída no fue causada por los partidarios de María, sino por los cortesanos más cercanos al rey, que impresionaron al monarca joven sobre el grado de sus deberes reales, animándole a que tome el control del reino en sus manos. Los cortesanos acusan a Morton de participar en el asesinato del padre de Jacobo. Morton fue enjuiciado, condenado y ejecutado en 1581; a partir de entonces, el rey toma el control del gobierno en sus manos.
Sin embargo, Jacobo VI no gobernó por sí mismo, confiando en el consejo de sus cortesanos más cercanos. Uno de los nobles más importantes en ese entonces era el primo de Jacobo VI, Esmé Estuardo, Señor d'Aubigny, quien había venido de Francia en 1579 y, al mismo tiempo, ascendido a conde de Lennox. Otro cortesano de gran alcance era Jacobo Estuardo, y al que transformaron en el conde de Arran como recompensa por su testimonio contra el conde de Morton. Mientras que Lennox era católico, Arran se inclinó hacia el Episcopalismo, por lo que los lores escoceses presbiterianos encontraron el gobierno desagradable. En la Incursión de Ruthven (1582), algunos nobles presbiterianos, conducidos por Guillermo Ruthven, 1er conde de Gowrie, capturaron a Jacobo y lo mantuvieron prisionero por casi un año en el castillo de Ruthven, ahora conocido como castillo de Huntingtower, en Perthshire. Detuvieron al conde de Arran también, y el conde de Lennox fue desterrado a Francia. El rey y el conde de Arran escaparon en 1583; El conde de Gowrie es ejecutado, y los rebeldes se ven forzados a huir a Inglaterra. El parlamento de Escocia, leal al rey, pasó los Actos Negros, poniendo la iglesia de Escocia directamente bajo control real. Estos actos eran extremadamente impopulares; el clero se opuso y lo denunció, procurando mantener su influencia, y con ella el control de la iglesia en favor de los presbiterianos.
Jacobo VI e Isabel se hicieron aliados de acuerdo al Tratado de Berwick. Jacobo intentó entonces permanecer a favor de la soltera reina de Inglaterra, pues él era un potencial sucesor a su corona. Enrique VIII había temido que la corona inglesa pasara a manos de un Estuardo: por ello, en su testamento, excluyó a la bisabuela de Jacobo, Margarita Tudor, y a sus descendientes de la línea de la sucesión al trono de Inglaterra. Aunque fueron eliminados de la sucesión por un acto del parlamento, María Estuardo y su hijo Jacobo eran serios candidatos a la corona inglesa, pues eran los parientes más cercanos de Isabel I.
En 1586, María fue implicada en el Complot de Babington, un plan que intentó asesinar a Isabel y poner en su lugar a María en el trono de Inglaterra. La soberana inglesa había previamente perdonado la vida de María después de que el Complot de Ridolfi fracasara, pero no podía más pasar por alto el peligro que ello representaba. Por lo tanto, ejecutaron a María acusada de traición en Fotheringay (8 de febrero de 1587); ahora, y pese al testamento de Enrique VIII, Jacobo era el presunto heredero de la corona inglesa.
[editar] Matrimonio e hijos
Seguidamente a su ejecución, los partidarios escoceses de Maria se debilitaron considerablemente; Jacobo se las arregló muy bien para reducir perceptiblemente la influencia de los nobles católicos en Escocia. El se uniría aún más a los protestantes al casarse con la princesa Ana de Dinamarca, hija del rey Federico II, celebrándose el matrimonio por poderes en la ciudad noruega de Oslo, el 23 de noviembre de 1589; la unión formal se celebra con ambas partes presentes, en la ciudad danesa de Krondborg, el 21 de enero de 1590, durante la visita que Jacobo realiza a Dinamarca. De este matrimonio nacen 9 hijos:
- Enrique Federico (n. castillo de Stirling, 19 de febrero de 1594 - m. palacio de St. James, 6 de noviembre de 1612), creado duque de Rothesay (1594) y al subir su padre al trono inglés, es nombrado duque de Cornualles (1603) y príncipe de Gales (1610).
- Un hijo (n. y m. castillo de Stirling, VII.1595).
- Isabel (n. palacio de Dunfermline, Fife, 19 de agosto de 1596 - m. Leicester House, Londres, 13 de febrero de 1662), casada con Federico V, elector palatino y rey de Bohemia.
- Margarita (n. palacio de Dalkeith, 24 de diciembre de 1598 - m. palacio de Linlithgow, III.1600).
- Carlos I (n. palacio de Dunfermline, Fife, 19 de noviembre de 1600 - m. decapitado en Whitehall, 30 de enero de 1649), creado duque de Albany (1603) y de York (1605); rey de Inglaterra al suceder a su padre por la muerte de su hermano mayor.
- Roberto (n. palacio de Dunfermline, Fife, 18 de enero de 1602 - m. palacio de Dunfermline, Fife, 27 de mayo de 1602), creado duque de Kintyre (1602).
- Un hijo (n. y m. castillo de Stirling, V.1603).
- María (n. palacio de Greenwich, 8 de abril de 1605 - m. Stanwell Park, 16 de septiembre de 1607).
- Sofía (n. palacio de Greenwich, 22 de junio de 1606 - m. palacio de Greenwich, 23 de junio de 1606).
Al principio, Jacobo y Ana estuvieron cercanos, pero gradualmente se fueron distanciando. Finalmente deciden vivir separados después de la muerte de su última hija, Sofía.
Jacobo hizo frente a una sublevación católica en 1588, y fue forzado a reconciliarse con la iglesia de Escocia, conviniendo la derogación de los Actos Negros en 1592. Jacobo, temiendo de que este trato tan condescendiente de los rebeldes católicos pudiera encolerizar a muchos católicos ingleses, acordó perdonar a algunos de sus opositores, lo que molestó a la iglesia protestante. En 1600, una conspiración fue formada por Juan Ruthven, 3er conde de Gowrie (hijo del conde de Gowrie, ejecutado en 1584). Tras la falla del complot, ejecutaron al conde de Gowrie y a sus aliados, e incluso los nobles protestantes comenzaron a ser reprimidos por el rey.
[editar] Rey de Inglaterra
Al morir la reina Isabel I (24 de marzo de 1603), la corona debería haber pasado (de acuerdo al testamento de Enrique VIII) a Lady Ana Stanley -su primo en segundo grado, el vizconde de Beauchamp, hijo de Lady Catalina Grey, era el heredero mayor, pero, de acuerdo a la ley, fue considerado ilegítimo porque el matrimonio de sus padres fue anulado-, descendiente de María Tudor, hermana de Enrique VIII. Sin embargo, Jacobo era el único demandante serio a la corona inglesa; los otros, incluyendo al vizconde de Beauchamp y Lady Ana, no tenían el suficiente poder para defender sus derechos. Así, un Consejo de Ascensión proclamó a Jacobo rey de Inglaterra pocas horas después de la muerte de la reina. El y su esposa fueron coronados el 25 de julio de 1603 en la abadía de Westminster. Escocia e Inglaterra seguían como estados separados, siendo solo la unión personal en el rey; no fue hasta 1707 que el Acta de la Unión combinaron las dos naciones para crear un nuevo estado, el Reino de Gran Bretaña.
En los comienzos de su reinado en Inglaterra, el principal consejero de Jacobo era Roberto Cecil, primer barón Cecil de Essendon (el hijo menor del ministro favorito de la reina Isabel, Lord Burghley), el cual fue creado conde de Salisbury en 1605. Jacobo era un gastador extravagante; solamente la habilidad del conde de Salisbury podía evitar el desastre financiero. Él creó numerosos títulos nobiliarios para recompensar y mantener contentos a los cortesanos. En total, durante el reinado de Jacobo se crearon 62 nuevos títulos nobles, en contraste con su antecesora, la reina Isabel, la cual había creado solamente 8 nuevos títulos durante sus 45 años de gobierno. Jacobo también se embrolló en numerosos conflictos con el parlamento. Estando acostumbrado a un parlamento tímido en Escocia, él no tuvo mucho gusto de trabajar con sus contrapartes inglesas más agresivas. Antes de su accesión al trono inglés, él había escrito "The True Law of Free Monarchies", en las cuales él discutió que el derecho divino de los reyes fuera sancionada por la sucesión apostólica, y en las cuales se ilustra la dificultad de Jacobo en compartir el poder de su gobierno.
Después de su llegada a Londres, Jacobo tuvo que hacer frente casi inmediatamente a los conflictos religiosos en Inglaterra: le presentaron una petición que solicitaba la tolerancia a los puritanos. En 1604, en la Conferencia de Hampton Court, Jacobo se mostró poco dispuesto a aceptar sus demandas. Él, sin embargo, aceptó satisfacer una petición autorizando una traducción oficial de La Biblia, que vino ser conocida como La Versión del Rey Jacobo (también llamada versión King James o Biblia del Rey Jaime).
También en 1604, agrandó la cacería de brujas de la reina Isabel proclamando la pena de muerte sin beneficio clerical de último momento para quién invocara espíritus malvados o familiares. Ese mismo año, terminó con la guerra de veinte años sostenida con España, conocida como la Guerra Anglo-Española, firmando el Tratado de Londres.
Aunque Jacobo tenía cuidado de aceptar a los católicos en su reino, sus conciudadanos anglicanos se aseguraron de que no consiguieran los mismos derechos. En los primeros años de su reinado, muchos de sus súbditos no sabían de sus políticas, por lo que se sucedieron una serie de conspiraciones para quitarlo del poder, siendo las más conocidas de esa época el Complot Bye y el Complot Main.
En 1605, un grupo de extremistas católicos conducidos por Roberto Catesby desarrolló un plan, conocido como La Conspiración de la Pólvora, que consistía en causar una explosión en la Cámara de los Lores en el Parlamento, en que se reunirían el rey y los miembros de ambas Cámaras del parlamento para la sesión de apertura. Los conspiradores sustituirían a Jacobo por su hija Isabel, a la cual, según ellos, esperaban poder convertir al catolicismo romano y, con ella, a toda Inglaterra. A uno de los conspiradores, sin embargo, se le escapó la información con respecto al complot, el cual por lo tanto fracasó. Horrorizado, Jacobo se rehúsa a abandonar su residencia por muchos días. Guy Fawkes, el responsable de ejecutar el complot, fue torturado hasta que reveló las identidades de los otros conspiradores, todos los cuales fueron ejecutados o asesinados durante su captura. Fawkes es todavía quemado anualmente en efigie durante la Noche de Guy Fawkes, celebrada en el Reino Unido y Nueva Zelanda, para conmemorar el fracaso del complot. El cuidado de Jacobo para no hacer cumplir estrictamente las normas Anti-Católicas le aseguró que no hubiera más conspiraciones después de 1605.
En 1605, el Parlamento votó cuatro subsidios para el rey, quien todavía consideraba esto como un rédito inadecuado. Impuso derechos de aduanas sin el consentimiento parlamentario, algo que ningún monarca se había atrevido a hacer desde el reinado de Ricardo II. La legalidad de tal acción fue desafiada en 1606 por el mercante Juan Bates; la corte del ministerio de Hacienda, sin embargo, falló en favor del rey. La decisión de la corte fue denunciada por el Parlamento. Las relaciones entre Jacobo I y el Parlamento también fueron agriadas por la última denegación presentada al plan del rey de permitir libre intercambio comercial entre Inglaterra y Escocia.
En la última sesión del primer Parlamento reunido de su reinado (que comenzó en 1610), Lord Salisbury propuso el Gran Contrato, que habría dejado a la corona libre de deudas feudales a cambio de un subsidio parlamentario anual. El plan, sin embargo, fracasó debido a una facción del parlamento. Frustrado por los miembros de la Cámara de los Comunes y por el fracaso del Gran Contrato, Jacobo disolvió a Parlamento en 1611.
Con la corona profundamente endeudada, Jacobo comienza a vender honores y títulos para poder recaudar fondos. En 1611, utilizó letras patentes para inventar un nuevo título, el de Baronet, al que uno podría acceder mediante el pago de £1.080. Uno podía convertirse en un barón por cerca de £5.000, en un vizconde por cerca de £10.000, y en un conde por cerca de £20.000.
Lord Salisbury murió en 1612; otros de los consejeros más cercanos del rey, Roberto Carr, 1er conde de Somerset, fue forzado a salir de su oficina después de caer en desgracia por el Escándalo de Overbury. Después de la pérdida de estos consejeros, Jacobo comenzó a entenderse por sí mismo en materias manejadas previamente por sus ministros. El gobierno personal de Jacobo fue desastroso para las finanzas, y un nuevo Parlamento tuvo que ser llamado en 1614 para obtener la creación de nuevos impuestos. Este parlamento, el segundo del reinado de Jacobo, fue conocido como el Parlamento Inútil porque no pudo aprobar ninguna legislación o imponer ningún impuesto. Jacobo disolvió airadamente el Parlamento muy pronto, cuando llegó a estar claro que ningún progreso podría ser hecho.
Después de la disolución del Parlamento Inútil, Jacobo gobernó sin un parlamento durante siete años. Teniendo que hacer frente a las dificultades financieras que no pudo solucionar debido a la falta de aprobación del parlamento en crear nuevos impuestos, Jacobo intentó entrar en una alianza provechosa con España casando a su segundo hijo y ahora heredero del trono, Carlos, con la hija del rey de España. La propuesta alianza con un reino católico no fue bien recibida en la Inglaterra protestante. La impopularidad de Jacobo, además, aumentó por la ejecución de Sir Walter Raleigh. En Escocia, Jacobo fue desdeñado por su insistencia en que se apruebe la aplicación de los llamados Cinco Artículos de Perth, que fueron considerados como tentativas de introducir prácticas católicas y anglicanas en la Escocia presbiteriana.
Desde 1618 en adelante, el conflicto religioso conocido como la Guerra de los Treinta Años absorbió a toda Europa. Jacobo se ve forzado participar en la contienda porque su hija Isabel, estaba casada con el protestante Federico V, elector palatino, uno de los principales participantes de la guerra. Durante el conflicto entre protestantes y católicos, la tentativa de Jacobo de aliarse con la España católica fomentó mucha desconfianza.
La reina Ana murió en 1619. Las rumores atribuyen lo poco que Jacobo se vio afectado por su muerte es porque él tenía un "especial" afecto romántico para Jorge Villiers. Los dos se conocieron en 1614, apodando el rey a este joven como "Steenie" y otorgándole una gran cantidad de honores, culminando con la creación de Villiers como duque de Buckingham en 1623. Jorge Villiers fue el primer común que sería elevado a un ducado en más que un siglo.
Convocaron al tercer y penúltimo parlamento del reinado de Jacobo en 1621. La Cámara de los Comunes acordó conceder a Jacobo un pequeño subsidio para demostrar su lealtad, pero entonces, se vuelven a ganar el descontento del rey, el cual se volvió encendido contra ellos por entrometerse en asuntos que lo implicaban directamente. Villiers, ahora principal consejero de Jacobo, fue atacado por su plan matrimonial del príncipe de Gales con la infanta española. La práctica de vender monopolios y otros privilegios también fue desaprobada. La Cámara de los Comunes intentó acusar a Francis Bacon, 1er vizconde de St. Albans, que fue implicado en la venta de tales privilegios durante su servicio como Lord Canciller, bajo los cargos de corrupción. La Cámara de los Lores condenó a Bacon, que fue quitado de su cargo. Aunque la acusación era la primera en siglos, Jacobo no se opuso, creyendo que al sacrificar a Bacon le podría ayudar a desviar la oposición parlamentaria. Al final, Jacobo liberó a Bacon de la prisión y le concedió el completo perdón.
Un nuevo conflicto constitucional se presentó pronto poco después de eso. Jacobo estaba impaciente por ayudar a su yerno, el elector palatino, y solicita al parlamento un subsidio. En contrapartida, la Cámara de los Comunes, le solicitó que abandonara la alianza con España. Cuando Jacobo declaró que la Cámara Baja había sobrepasado sus límites ofreciéndole este acuerdo, la Cámara de los Comunes hace una protesta que demandaba que tenía el derecho de discutir cualquier materia referente al bienestar del reino. James pidió que la protesta fuera publicada de manera censurada en el diario de los Comunes, y disolvió el Parlamento.
[editar] Ultimos años
En 1623, el duque de Buckingham y Carlos, el príncipe de Gales, viajan a Madrid en una tentativa de asegurar la unión entre el último y el Infanta. Sin embargo, fueron desanimados por los cortesanos españoles, que exigieron la conversión de Carlos al catolicismo. Volvieron a Inglaterra humillados, y pidieron que se declarara la guerra con España. Los protestantes se volvieron marcha atrás y Jacobo convocó al Parlamento, que concedió algunos fondos para financiar la guerra. El parlamento fue disuelto, a condición que volvería a ser llamado más adelante para conceder más fondos.
El parlamento, sin embargo, nunca se reunió realmente para programar el fondo para la guerra. Carlos había prometido que incluso si él se casaba con una católica, no eliminaría las restricciones políticas que se aplicaban a los católicos romanos. Cuando, sin embargo, siendo ya rey, acordó casarse con la princesa católica Enriqueta María de Francia, desconoció la promesa anterior y emprendió suprimir las mismas calificaciones religiosas. Carlos entonces se aseguró de que el Parlamento no se volviera a reunir, para evitar una confrontación.
Jacobo padeció de senilidad durante el último año de su reinado. El gobierno efectivo pasó a Carlos y al duque de Buckingham, aunque Jacobo conservo la suficiente energía para asegurarse de que no ocurriera una nueva guerra con España mientras que él fuera rey.
Murió en Theobalds Park, en Hertfordshire, Herts, el 27 de marzo de 1625, a los 58 años de edad, siendo sepultado en la Capilla de la Reina de Enrique VIII en la abadía de Westminster.
Predecesor: Isabel I |
Rey de Inglaterra e Irlanda 1603 - 1625 |
Sucesor: Carlos I |
Predecesor: María I |
Rey de Escocia 1567 - 1625 |
Sucesor: Carlos I |
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