Libertad de expresión
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La libertad de expresión es el derecho de todo individuo a expresar ideas libremente, y por tanto sin censura. Es un derecho fundamental defendido bajo el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y la mayoría de los sistemas democráticos también lo señalan. De ella deriva la libertad de imprenta.
Sin embargo el mismo artículo de la DUDH restringe el derecho "a las establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás". En la práctica es un pretexto para que los estados vulneren, en mayor o menor medida, esta libertad.
Otra restricción es la de hacer propaganda a favor de la guerra (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos).
[editar] Fundamento
La libertad de expresión es defendida como un medio para la libre difusión de las ideas, y así fue concebida durante la Ilustración. Para filósofos como Montesquieu, Voltaire y Rousseau la posibilidad del disenso fomenta el avance de las artes y las ciencias y la auténtica participación política. Fue uno de los pilares de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa, hechos que revolvieron las cortes de los demás estados occidentales.
Otro argumento clásico, asociado a John Stuart Mill, es que es esencial para el descubrimiento de la verdad. Oliver Wendell Holmes Jr. y Louis Brandeis, famosos juristas estadounidenses, acuñaron el argumento del mercado de ideas. Según esta analogía con la libertad de comercio, la verdad de una idea se revela en su capacidad para competir en el mercado. Es decir, estando en igualdad de condiciones con las demás ideas (libertad de expresión), los individuos apreciarán qué ideas son verdaderas, falsas, o relativas.
Este argumento ha sido criticado por asumir que cualquier idea cabría en el mercado de ideas. Y aún así, el que unas ideas tengan mayores medios de difusión las impondría sobre otras, al margen de la verdad. Es más, tras la teoría del mercado de ideas existe la asunción de que la verdad se impone sobre la falsedad. Para los detractores está demostrado que los prejuicios se imponen a menudo sobre la verdad, y para cuando ésta se impone muchos han sufrido. La alternativa a esta debilidad del mercado de ideas sería la persecución de la falsedad -es decir, restringir la libertad de expresión.
Lo cierto es que esta metáfora se presta a engaños, y Mill no comparó la libertad de expresión con un mercado. En Sobre la libertad (1859) apelaba a la libertad para exponer y discutir con el fin del conocimiento. Esto implica unas normas implícitas de conducta que aseguren el mutuo respeto entre los ponentes.
[editar] Regulación por países
[editar] España
La libertad de expresión viene recogida en la Constitución de 1978 en su artículo 20, siendo uno de los derechos que dispone de más garantías jurídicas (recurso de amparo, recurso de inconstitucionalidad, reserva de ley y aplicabilidad directa, procedimientos sumarios en la jurisdicción competente, difícil reforma del articulado en la Constitución).
Sin embargo, en la práctica este derecho ha sido reiteradamente vulnerado. Al igual que en otros países occidentales, la ostentación de símbolos nazis está prohibida, así como la negación del Holocausto. El terrorismo también es otro pretexto para perseguir la libertad de expresión. En nombre de la lucha contra ETA, los sucesivos gobiernos de España han condenado la "apología del terrorismo". Ha habido protestas por el cierre de algunas publicaciones, considerado como un ataque a la libertad de expresión, pero las razones aducidas por los jueces no tenían relación con el delito de "apología" sino con su vinculación económica o de otro tipo con la banda terrorista ETA.