Argos (Grecia)
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- Para otros usos de este término, véase Argos.
Argos griega en la región del Peloponeso, en la prefectura de Argólida, situada cerca de la capital de la prefectura, Nauplia, que es su puerto histórico, estaba a unos 5 km de la costa y tenía una ciudadela llamada Larisa. La ciudad es considerada la más antigua de Grecia. Su fundación data del 2.000 adC. En el pasado era una ciudad próspera, pero hoy en su lugar sólo existen ruinas.
Sus habitantes se llaman argivos. La ciudad moderna tiene unos 30.000 habitantes.
La ciudad fue la cuna de muchos héroes mitológicos que participaron en la Guerra de Troya.
Numerosos restos del pasado atraen a los turistas a la ciudad. También son característicos los cultivos de cítricos, que rodean a la ciudad y llenan en valle en que se encuentra.
La ciudad moderna se sitúa al pie de una colina, y posee una serie de edificios modernos que se ven dominados por el castillo de Larisa a 300 metros por encima. Este castillo, (siglo XIII), visto desde abajo emociona y despierta la curiosidad; una vez en su interior es como algo utópico. Sólo perduran sus paredes exteriores y el armazón de un torreón, pero se aprecian maravillosas vistas de la costa y la ciudad en medio de extensos huertos de cítricos y olivares. También en el castillo se encuentra un museo donde se exhiben cerámicas, armas mosaicos y una armadura de bronce del siglo VIII adC que nos remiten a la antigua ciudad.
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[editar] Historia antigua
Uno de los mitos que hace referencia al nombre de esta ciudad es aquel que cuenta que en tiempos inmemoriales un grupo de argonautas se embarcó para le conquista del Vellocino de oro. La nave en la cual viajaban se llamaba Argo en honor a su constructor. Este grupo de aventureros contaba con la protección de la diosa Palas Atenea quien proporcionó a la nave poderes mágicos. El buque tenía un poder oracular cada vez que sus navegantes insertaban en la proa una pieza de encina de Dodona, a la vuelta de la expedición, y en honor a la victoria Atenea convirtió a la nave en la constelación que se conoce con el nombre de Argos.
La leyenda atribuye su fundación al pelasgo Ínaco, a su hijo Foroneo o a su nieto Argos. Sus descendientes reinaron durante nueve generaciones y Gelanor, el último rey, fue derrocado por el egipcio Dánao.
A este le sucedió Linceo, y a éste, Abas. Los dos hijos se repartieron el territorio: Acrisos se quedó Argos y Proetos se quedó Tirinto.
Perseo, hijo de Dánao y nieto de Acrisos, fundó Micenas, que se convirtió en la capital del reino. Eristeo, nieto de Perseo, fue sucedido, como rey de Micenas, por Atreo, hijo de Pélope, que dejó como sucesor a su nieto Agamenón, que gobernó sobre buena parte del Peloponeso.
Homero describe a Micenas como la capital y a Argos como una ciudad subordinada, bajo el gobierno de Diomedes. El hijo de Agamenón, Orestes, unió los gobiernos de Micenas y de Argos, y más tarde el de Lacedemonia, por el matrimonio con Hermíone, hija de Menelao. Orestes volvió a establecer la capital en Argos; con su sucesor, Tisámeno, se produjo la invasión de los dorios, que le expulsaron y se hicieron los amos de Argos.
La regió de Argos estaba poblada por aqueos cuando llegaron los dorios, y en general muchas ciudades conservaron su población aquea, y sólo alguna fueron pobladas por dorios como fue el caso de Argos. Un rey de nombre Fidón (Pheidon), de la casa de Témenos, se sitúa entre 770 adC y 730 adC y con ayuda de los pisatanios intentó establecer una supremacía sobre el Peloponeso y en 747 adC usurpó la presidencia de los octavos juegos olímpicos, pero fue derrotado por los espartanos y eleos. Argos fue el jefe de una liga de ciudades dóricas: Cleones, Flius, Sición, Epidauro, Trecén, Hermíone, y Egina.
Esta liga fue llamada Anfictionía de Argos, y duró hasta el 514 adC. Las luchas con Esparta fueron continuas y la causa principal fue la posesión del distrito de Cinuria y se produjeron muchas batallas, entre las que se recuerdan la que ganó Argos a Hysia sobre el 669 adC; pero en 547 adC, Esparta y se había hechho con la hegemonía después de conseguir el dominio de Cinuria (con la legendaria batalla de los trescientos campeones, en la que destacó Otriades).
En 514 adC, encontramos a Egina y Sición, antiguos miembros de la anfictionía, que habían sido aliadas de Esparta contra Argos y fueron condenadas a pagar una multa. Con el rey Cleómenes I los espartanos consiguieron la victoria de Tirinto, donde murieron seis mil argivos y la leyenda dice que la ciudad se salvó por las mujeres, que dirigidas por la poetisa Telesilla, que rechazaron a los espartanos en las murallas de la ciudad, cosa que parece que nunca pasó, pero sí es cierto que la ciudad se quedó sin hombres y fueron los esclavos los que asumieron el gobierno, mientras los infantes de las clases dirigentes crecíann hasta que después volvieron al poder y expulsaron a los esclavos hacia Tirinto.
Entonces Argos, ya sólo tuvo supremacía religiosa, y no participó en las guerras contra Persia por la falta de poder, declarándose neutral; en esta época, Micenas y Tirinto eran independientes y aliadas de Esparta; en 468 adC, los argivos destruyeron Micenas y por la misma época Tirinto, Hysiae, Midea, y otras ciudades del distrito. Muchos ciudadaons de las ciudades cercanas fueron trasladados a la ciudad. La supremacía religiosa sobre regiones vecinas aún duraba al comenzar la guerra del Peloponeso, en 432 adC.
Mientras duró el poder dórico había tres clases de ciudadanos: los dorios de la ciudad divididos en tres tribus (más tarde cuatro) entre los cuales había algunos que no eran dorios; los periecos, antiguos habitantes aqueos; y los gimnesios, esclavos, equivalentes a los hilotas de Esparta. El rey era el jefe del estado y fue descendiente de Témenos hasta el rey Meltas, y después hubo otra dinastía que governaba en tiempos de las guerras médicas. El rey tenía el poder limitado por un Consejo. Pero al llevar allí nuevos habitantes, la estructura cambió y la monarquía fue eliminada y se estableció un gobierno democrático con un consejo, el cuerpo de los ochenta (probablemente de origen aristocrático) y los artynais, que eran los que dirigían el consejo. Una de las instituciones de la ciudad fue el ostracismo; también se establecieron las cortes militares en las que los soldados juzgaban la conducta de sus jefes a la vuelta de una expedición militar.
En tiempos de Tucídides, Argos se alió con Atenas. Argos fue neutral durante los primeros dos años de la guerra del Peloponeso, porque tenía un tratado de tregua de treinta años con Esparta. Argos incrementó su riqueza, mientras Esparta se empobrecía con la guerra. La paz de Nicias (421 adC) condujo a Argos a buscar la supremacía e ingresó en la Liga contra Esparta, en la que entraron Corinto, Mantinea y Élide.
Argos formó un cuerpo de hoplitas de un millar de hombres escogidos y bien entrenados. En 420 adC, Atenas firmó un tratado de alianza con Argos, pero en 418 adC la batalla de Mantinea puso fin a la alianza con una derrota completa de los argivos y sus aliados en la que sólo los hoplitas especiales de Argos mantuvieron el campo. Argos fue entonces aliada de Esparta bajo la dirección del partido oligárquico, que tenía el apoyo de los hoplitas y que tomó el poder en 417 adC. Pero al cabo de unos meses el pueblo se rebeló y expulsó a los oligarcas y el nuevo gobierno renovó la alianza con Atenas e inició la construcción de murallas que llegaron hasta el mar, pero que fueron destruidas por los espartanos antes de acabarse. Argos permaneció fidl a la alianza con Atenas durante toda la guerra.
Después de la guerra, Argos estuvo siempre al lado de los enemigos de Esparta. En 395 adC fue aliada de Atenas, Tebas y Corinto y otras ciudades contra Esparta. En 362 adC, Argos combatió con Tebas que era atacada por Esparta, que tenía como aliada a Atenas. Por este tiempo, los oligarcas intentaron recuperar el poder y el pueblo se vengó con disturbios (llamados Skutalismos o Club de la ley) que causaron la muerte de muchos oligarcas y demócratas moderados (más de mil).
El rey Pirro de Epiro, quiso sorprender a la ciudad y murió a sus puertas. En esta época, Argos fue gobernada por tiranos ayudados por los reyes de Macedonia, que duró hasta que Arato, después de derrocar a los tiranos de Sición y Corinto, convenció a Aristómaco, tirano de Argos, de renunciar al poder. Entonces Argos se unió a la Liga Aquea (229 adC), a la que permaneció unida hasta la conquista romana en 146 adC con la excepción de la ocupación de la ciudad por los espartanos bajo Cleomenes III, y después bajo Nabis, tirano de Esparta, y su mujer. Bajo los romanos fue cabecera del distrito de Argolis (Argólida).
[editar] Mitología y cultura
La deidad local fue Hera, de origen aqueo. El templo de Hera era el centro de culto de todo el distrito.
En el siglo VI adC, fue sede de una escuela de escultura, en la que destacaron Agéladas y sus tres discípulos, Fidias, Mirón y Policleto, tres de los más grandes escultores antiguos. En el mismo tiempo destacó el músico y poeta Sacadas (hacia el 590-[580 adC]). La poetisa Telesilla fue también un personaje destacado. Pirro fue enterrado en el templo de Deméter cerca de Argos.
[editar] Dominio bizantino y catalán
La ciudad perteneció al Imperio Bizantino, en el que tuvo cierta importancia. En 1248, pasó al ducado de Atenas y cuando fue conquistada por los catalanes al duque franco,éste retiró la señoría de Argos y Nauplia. El territorio fue vendido por la última señora María de Enghieu a Venecia en 1388. En 1394 pasór a los déspotas de Mistra. En 1460 fue conquistada por los otomanos.
[editar] Ciudad moderna
Bajo los otomanos fue una pequeña ciudad provincial. Durante la guerra de independencia de Grecia fue quemada por los turcos (1825) y defendida por Ypsilandis de los ataques otomanos.