Herbert von Karajan
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Herbert von Karajan (Heribert Ritter von Karajan, Salzburgo, 8 de abril de 1908 - Anif, cerca de Salzburgo, 16 de julio de 1989) fue uno de los más destacados directores de orquesta austriacos del periodo de postguerra, ampliamente reconocido como el que más grabaciones ha realizado en el mundo. Dirigió la Orquesta Filarmónica de Berlín durante treinta y cinco años.
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[editar] Biografía
[editar] Genealogía
Herbert von Karajan era hijo de una familia de la alta burguesía de Salzburgo, de ancestros griegos. Su tatarabuelo , Georg Johannes Karajanis, nació en Kozani, en el tiempo que el pueblo pertenecía al Imperio Otomano (hoy Macedonia Griega) [1], [2] y la dejó por Viena en 1767, trasladándose eventualmente a Chemnitz en Sajonia. Él y su hermano participaron en la fundación de la industria del vestido de Sajonia, y ambos fueron ennoblecidos por sus servicios por Federico Augusto I el 1 de junio de 1792 (de ese modo se añadió el "von" a su nombre familiar). El nombre Karajanis se convirtió en Karajan. [3]
[editar] Primeros años
Nació en Salzburgo y la música fue algo habitual para Karajan desde su más tierna infancia: su padre era clarinetista aficionado y su hermano organista. El primer instrumento del pequeño Herbert fue el piano, en cuya práctica se inició en el prestigioso Mozarteum de su ciudad natal entre 1916 y 1926. Alentado por su maestro Bernhard Paumgartner, se trasladó a Viena, donde su interés derivó hacia la dirección orquestal. Su debut en tal disciplina, al frente de una orquesta de estudiantes, tuvo lugar en la Academia de Música de la capital austriaca en 1928.
En 1929, realizó su debut oficial dirigiendo Salomé en el Festspielhaus de Salzburgo, y entre 1929 y 1934, Karajan fue primer Kapellmeister en la Ópera Estatal de Ulm, Alemania, en el cual adquirió, mediante la práctica diaria, la experiencia y técnica indispensables para abordar destinos y metas más altos. En 1933, Karajan hizo su debut en el Festival de Salzburgo con la "Walpurgisnacht Scene" en una producción de Fausto de Max Reinhardt. Al año siguiente, y nuevamente en Salzburgo, Karajan dirigió la Orquesta Filarmónica de Viena por primera vez, y entre 1934 y 1941, Karajan dirigió ópera y conciertos sinfónicos en el Teatro de Ópera de Aachen.
Durante el III Reich, en un momento en que las mejores batutas (Erich Kleiber, Bruno Walter, Otto Klemperer) se hallaban en el exilio, Von Karajan se confirmó como la nueva promesa de la escuela directorial germánica. En marzo de 1935, la carrera de Karajan tuvo un significativo impulso cuando se inscribió como miembre del Partido Nazi ('Aufnahmegruppe der 1933er, nachgereichte'). Aquel año, Karajan fue nombrado el alemán más joven "Generalmusikdirektor" y fue director invitado en Bruselas, Estocolmo, Amsterdam, y otras ciudades europeas. Más aún, en 1937, Karajan hizo su debut con la Orquesta Filarmónica de Berlín y la Ópera Estatal de Berlín (a la dirigió desde 1939, en plena Segunda Guerra Mundial) con Fidelio. Disfrutó de un importante éxito con Tristan und Isolde y en 1938, fue bautizado por un crítico berlinés como el "Das Wunder Karajan" ("El milagro Karajan"). Al firmar un contrato con Deutsche Grammophon aquel año, Karajan realizó la primera de sus numerosas grabaciones dirigiendo a la Staatskapelle Berlin en la obertura de Die Zauberflöte. Sin embargo, Adolf Hitler sólo recibió con desdén al afamado director después de que se equivocase en un momento en un concierto de gala con Die Meistersinger von Nürnberg para los reyes de Yugoslavia en junio de 1939. Al dirigir sin la partitura, Karajan se perdió, las cantantes se detuvieron, la cortina se rasgó en medio de la confusión. Furiuso, Hitler ordenó a Winifred Wagner : "Herr von Karajan jamás dirigirá en Bayreuth mientras yo viva", y así fue. Después de la guerra, Karajan hizo lo más que pudo para no recordar aquel vergonzoso y no tan glorioso incidente que quizás salvó su carrera en la postguerra.
[editar] Años de la postguerra
En 1946, Karajan dio su primer concierto en la postguerra, en Viena con la Orquesta Filarmónica de Viena, pero después se le prohibió ejercer la dirección por las autoridades de la ocupación rusa debido a su membresía en el Partido Nazi. Aquel verano, participó anónimamente en el Festival de Salzburgo. Al siguiente año, se le permitió seguir dirigiendo.
En 1948, Karajan se convirtió en director artístico de la Gesellschaft der Musikfreunde, Viena. También dirigió en el Teatro de La Scala de Milán. En el mismo año, a instancias del productor discográfico británico Walter Legge, fue nombrado titular de la Orquesta Philharmonia de Londres, con la que realizó una larga serie de grabaciones que hicieron de él una estrella internacional. Karajan convirtió a la orquesta en una de las mejores del mundo. En 1951 y en 1952, dirigió el Bayreuth Festspielhaus.
A la muerte de Wilhelm Furtwängler en 1954, Von Karajan abandonó la formación londinense para aceptar la dirección de la Orquesta Filarmónica de Berlín, la orquesta cuya dirección había constituido desde siempre uno de sus más anhelados objetivos y al frente de la que ya había debutado en 1938. Aun así, asumió la dirección imponiendo la condición de que su plaza fuera vitalicia. Entre 1957 y 1964, fue director artístico de la Ópera Estatal de Viena.
Estuvo involucrado de cerca con la Orquesta Filarmónica de Viena y el Festival de Salzbrugo, en donde dio inició al Festival de Semana Santa, que permaneció ligado al Director Musical de la Filarmónica de Berlín después de su tenencia. Dirigió el Concierto de Año Nuevo de Viena en 1987. Continuó interpretando, dirigiendo y grabando en forma prolífica hasta su muerte en 1989.
[editar] Karajan y el disco compacto
Karajan jugó un papel importante en el desarrollo del formato original del disco compacto (alrededor de 1980). Apoyó esta nueva tecnología de grabación y apareció en la primera conferencia de prensa que anunció el formato. Los primeros prototipos de CD tenían una duración limitada a apenas sesenta minutos y a menudo se afirma que se amplió hasta los 74 minutos a instancias de Karajan, para que así cupiera en un solo disco la Sinfonía nº 9 de Beethoven. Es posible que esta historia sea sólo una leyenda urbana. [4].
[editar] Política
Como sucedió con la soprano Elisabeth Schwarzkopf, la pertenencia de Karajan al Partido Nazi y su destacada asociación con el Nazismo entre 1933 y 1945 lo puso en una situación nada elogiosa después de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que los defensores de Karajan esgrimen que se unió a los Nazis sólo para seguir avanzando en su carrera, sus críticos han señalado que otros grandes directores como Bruno Walter y Arturo Toscanini escaparon de la Europa fascista en aquella época. Adicionalmente, el interés no podría haber sido la única motivación de Karajan, pues se inscribió en el Partido Nazi en 1933 en Salzburgo, Austria, cinco años antes del Anschluss. En La Guerra Fría Cultural (publicada en Gran Bretaña como ¿Quién paga las consecuencias?), un libro de la política cultural de la CIA en la Europa de la postguerra, Frances Stonor Saunders advierte que Karajan "fue miembro del partido desde 1933, y nunca dudó en iniciar sus conciertos con la pieza favorita de los nazis 'Horst Wessel Lied'". Además y a diferencia de Furtwängler, Karajan no tuvo objeciones en dirigir en la Europa ocupada. [5] Músicos como Isaac Stern y Itzhak Perlman rechazaron tocar en concierto con Karajan debido a su pasado nazi. Algunos se han preguntado si Karajan se aunó a la causa Nazi debido a su matrimonio en 1942 con Anita Guetermann, una mujer de evidente origen judío. La estrella de Karajan con el gobierno se debilita en este punto.
[editar] Musicalidad
Reverenciado y detestado, siempre polémico, si hay un músico que represente mejor que nadie la dirección orquestal durante el siglo XX, ése ha sido Von Karajan. Por un lado su carisma, su forma apasionada de acercarse a la música, su capacidad única para arrancar las más brillantes sonoridades a la orquesta (aunque basado en una realidad, se ha convertido ya en un tópico hablar del «sonido Karajan») y, por otro, tanto su culto a la técnica y los estudios de grabación como su profundo conocimiento del mercado discográfico lo convirtieron en la batuta más popular y aclamada de toda la centuria y también en una de las más vilipendiadas por quienes le criticaban su afán megalómano, su superficialidad a la hora de afrontar el repertorio y su conservadurismo estético, cerrado a las nuevas corrientes musicales de su tiempo. Acusaciones estas que, siendo ciertas en el fondo, no pueden hacer olvidar su magisterio en la interpretación de las grandes obras del repertorio sinfónico y operístico romántico, con Beethoven, Chaikovski y Richard Strauss a la cabeza.
Hay un consenso general sobre el don de Karajan para extraer una bella sonoridad de una orquesta. Donde la opinión varía es acerca de los grandes fines estéticos para los que el sonido Karajan era empleado. El crítico estadounidense Harvey Sachs analizó la postura de Karajan así:
- Vemos que Karajan eligió un sonido para todo propósito, altamente refinado, enlacado, calculadamente voluptuouso que podría ser aplicado, con las modificaciones estilísticas que estimaba necesario, a Bach y Puccini, Mozart y Mahler, Beethoven y Wagner, Schumann y Stravinski... muchas de sus interpretaciones tienen una cualidad prefabricada que otros como Toscanini, Furtwängler y otros nunca tuvieron... muchas de las grabaciones de Karajan son exageradamente pulidas, una suerte de contraparte sonora a las películas y fotografías de Leni Riefenstahl.
Sin embargo, el crítico y comentarista Jim Svejda ha dicho que el estilo de Karajan anterior a 1970 no parece tan calculadamente pulido como su estilo posterior.
Este estilo general impacta a muchos oyentes en diferentes grados de pareceres sobre el logro final en la música de diferentes épocas. La información en la Web sugiere que de las numerosas grabaciones de Karajan, aquéllas del repertorio principal romántico del siglo XIX a menudo atrae mayor admiración (y muchos comentan que sus grabaciones de las sinfonías de Beethoven dan la norma para otras versiones de las mismas), pero hay menos afecto por su obras en la música barroca o en la música del clasicismo.
Dos reseñas que podrían considerarse representativas de la muy leído Guía Penguin de Discos Compactos pueden servir para ilustrar este tema.
- Respecto de una grabación de Tristan und Isolde de Wagner's, una obra romántica muy importante, los autores del Penguin dicen "La de Karajan es una interpretación sensual de la obra maestra de Wagner, cuidadosamente hermosa y con una ejecución bastante refinada de la Filarmónica de Berlín ... una excelente primera opción."
- Acerca de la grabación de las sinfonías "París" de Haydn, los mismos autores dicen, "un Haydn a lo big-band con una venganza ... No se puede dejar de pasar que la calidad de la ejecución orquestal es soberbia. Sin embargo, son versiones pesadas, más cercanas al Berlín Imperial que a París ... los Minuetos son también muy lentos ... Estas interpretaciones son tan carentes de encanto y de gracia para ser recomendadas de corazón."
Con respecto a la música del siglo XX, Karajan fue criticado por haber dirigido y grabado antes de 1945 obras casi exclusivamente de Mahler, Schoenberg, Berg, Webern, Bartók, Sibelius, Richard Strauss, Puccini, Ildebrando Pizzetti, Arthur Honegger, Prokofiev, Debussy, Ravel, Paul Hindemith, Carl Nielsen y Stravinski), si bien grabó dos veces la Sinfonía n° 10 (1953) de Shostakovich, y estrenó la De Temporum Fine Comoedia de Carl Orff en 1973.
[editar] Conducta profesional
Algunos críticos, en especial el británico Norman Lebrecht, ha acusado a von Karajan el haber comenzado un espiral creciente y devastador con respecto a sus honorarios profesionales. Mientras fue director de organizaciones de conciertos abonados por el público como las de la Orquesta Filarmónica de Viena, la Orquesta Filarmónica de Berlín y el Festival de Salzburgo, comenzó a pagar a los artistas estelares sumas exorbitantes, además de incrementar su propia remuneración:
Una vez que poseía las orquestas que podía para producir discos, tomando la mayor cantidad de las ganancias para sí mismo y regrabando las obras preferidas en cada nueva tecnologia hasta que murió (LPs digitales, CD, videotape, disco láser). Además de dificultar a otros directores el grabar con sus orquestas, von Karajan también elevó los precios que le serían pagados y así que otros directores deseaban. [6] Durante un ensayo del Triple Concierto de Beethoven con David Oistrakh, Sviatoslav Richter y Mstislav Rostropovich, el pianista Richter le preguntó a Karajan si podían repetir un pasaje nuevamente, a lo que Karajan repuso: "No, ahora es tiempo para las fotografía". Esto no hizo cambiar de opinión al violinista Oistrakh quien dijo, cuando Karajan cumplió 65 años, que era "el director vivo más importante, un maestro en todos los estilos."
Finalmente, Karajan fue considerado por algunos por ser excesivamente egocéntrico. Cuando dirigió Wagner en la Ópera del Metropolitan, dispuso que el podio del director estuviese colocado de modo que estuviese en el punto de observación del público; en grabaciones operáticas de Verdi, cambió el balance de tal modo que resaltase el sonido de la orquesta en la mezcla final, todo para enfatizar su rol en la interpretación. Los críticos lo comparan con Leonard Bernstein, destacando que ambos directores "no tuvieron igual en su magistral histrionismo en el podio". De hecho, con su grupo de Berlín que conocía íntimamente, frecuentemente recordaba a Fritz Reiner en su economía de movimientos. También con frecuencia dirigió con los ojos cerrados.
[editar] En la cultura popular
La grabación de Karajan para DG del vals del Danubio azul de Johann Strauss fue usado por el director de cine Stanley Kubrick para una secuencia en la película de ciencia ficción 2001: A Space Odyssey (Kubrick animó la secuencia para encajar con la música ya grabada—lo opuesto a la costumbre usual en los soundtracks). El efecto popular de este uso no convencional de la música fue tal que la música podría desde entonces también identificarse con las estaciones espaciales (como sucede en la película) que para lo que el compositor deseó. Kubrick también usó la grabación de Karajan en Decca del poema sinfónico Also Sprach Zarathustra de Richard Strauss para la secuencia inicial de la película, si bien fue la obra de Strauss la que obtuvo mayor fama que la que que había tenido antes. Algunos años después, Kubrick usó nuevamente grabaciones de Karajan, esta vez la Música para cuerdas, percusión y celesta de Béla Bartók en la película El resplandor. No obstante, debería notarse que, pese a que muchos opinan lo contrario, debido tanto a la preferencia de Kubrick por el uso de música clásica en su películas como por la popularidad mediática de Karajan, la versión de la Novena Sinfonía de Beethoven usada en el soundtrack de La naranja mecánica no es la famosa grabación de 1963 de Karajan en DG, sino es la contribución de Ferenc Fricsay al mismo sello.
[editar] Media
- Enlace a un video en línea de Karajan dirigiendo la Sinfonía nº 5 de Beethoven en un antiguo y raro video de 1966 - http://video.google.com/videoplay?docid=-2219310962212012112
- Karajan dirigiendo la Sinfonía nº 1 Op. 21 de Beethoven - http://www.youtube.com/watch?v=yvJqiURF0hc
- Karajan dirigiendo la Sinfonía nº 2 Op. 3 de Beethoven - http://www.youtube.com/watch?v=CZTNoYugUWQ
[editar] Referencias
- Raymond Holden, The Virtuoso Conductors: The Central European Tradition from Wagner to Karajan (2005), Prensa de la Universidad de Yale, ISBN 0-300-09326-8
- Norman Lebrecht The Maestro Myth: Great Conductors in Pursuit of Power (2001) Citadel Press, ISBN 0-8065-2088-4
- Ivan March, Edward Greenfield, and Robert Layton Penguin Guide to Compact Discs, ISBN 0-14-051367-1
- Richard Osborne, Herbert von Karajan (1998), Chatto & Windus (London), ISBN 0-7011-6714-9
[editar] Enlaces externos
- Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Herbert von Karajan.
- Sitio Web del Centro Herbert von Karajan, Viena
- Sitio de homenaje a Herbert von Karajan
- Un ensayo de obituario por James Wierzbicki
- Varias opiniones de los lectores de la revista Gramophone
Predecesor: Hans Swarowsky |
Directores Principales, Orquesta Sinfónica de Viena 1948–1960 |
Sucesor: Wolfgang Sawallisch |
Predecesor: Wilhelm Furtwängler |
Directores Musicales, Orquesta Filarmónica de Berlín 1954–1989 |
Sucesor: Claudio Abbado |
Predecesor: Karl Böhm |
Directores, Ópera Estatal de Viena 1956–1964 |
Sucesor: Egon Hilbert |
Predecesor: Charles Munch |
Directores Musicales, Orquesta de París 1969–1971 |
Sucesor: Georg Solti |