Historia del PNV
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[editar] Inicios y expansión. 1895-1921
El PNV fue constituido oficialmente el 31 de julio de 1895, eligiéndose a su fundador Sabino Arana como presidente, (cargo que ostentó hasta su dimisión por motivos de salud en 1903, año en el que fallecería.)
El PNV recibe su principal impulso tras ocupar Ramon de la Sota el cargo de Fidel Sagarmínaga en el partido de los "Euskalerriakos", movimiento de corte fuerista liberal
Los "euskalerriacos", de ideológía burguesa liberal-fuerista, fueron liderados inicialmente por Fidel Sagarmina y a su muerte en 1984 por Ramón de la Sota, industrial naviero, fundador de Astilleros Euskalduna, llegó a ser nombrado en 1921 "Sir" por el Gobierno Británico y era una de las mayores fortunas de la época,[1] [2].
La pugna y la unión entre los aranistas "aberrianos" y los "euskalerriakos" marcaría la vida del Partido Nacionalista Vasco, por el giro nacionalista de los segundos y su mayor acercamiento que posibilitaría a partir de 1898, según algunos autores, una moderación de los postulados nacionalistas, un incremento económico del PNV y el acceso a cargos públicos y a la burguesía vasca, pues apoyaron la candidatura nacionalista en 1898 por la que Sabino Arana fue elegido Diputado Provincial, siendo el propio De la Sota elegido por el PNV diputado a Cortes por Balmaseda en 1918.
En 1898, Sabino Arana es elegido Diputado de Vizcaya por el distrito de Bilbao en 1899, en la elecciones municipales el PNV obtiene 5 concejales en Bilbao y su primer alcalde en la localidad de Mundaka. En 1904 el PNV tiene ya organización en 20 localidades vizcaínas y 5 guipuzcoanas. En 1908 se obtiene el primer diputado por Guipuzcoa; no obstante es en las elecciones a las diputaciones de 1917, donde el partido consigue la Diputacion de Vizcaya y alcanza mayor implantación en Álava, Guipúzcoa y Navarra.
[editar] Primera dictadura y Segunda república. 1921-1937
En 1921 el partido afronta su primera gran división escindiéndose "Acción Nacionalista Vasca", (EAE-ANV), considerado el primer partido nacionalista de izquierdas, que se reconduce poco después sin grandes consecuencias porque durante la Dictadura de Primo de Rivera (1823-1831) se suspendió toda actividad política en España; además se elaboraron leyes "antiseparatistas" por las que los delitos contra la unidad de España serían juzgados por Tribunales Militares, se prohibe la simbología nacionalista (ikurriña, ...) y además se incluye a las provincias vascongadas en una nueva división administrativa junto con Burgos y Logroño.
Con la Segunda República se celebran las elecciones de 1931, tras las que, intentando aprovechar el vacío legal existente, se elabora un proyecto de Estatuto que no fue aprobado y que expresaba :
«se declara que el País Vasco constituye una entidad natural y jurídica con personalidad política propia, y se le reconoce como tal el derecho a constituirse y regirse por si mismo como Estado Autónomo dentro de la totalidad del Estado Español».
El PNV defendió como mal menor una concepción federalista en una república que se planteaba un nuevo modelo de Estado y, una vez descartada esta por el gobierno republicano, se inclinó por impulsar por lo menos el autonomismo. [3]
En este contexto se elabora un nuevo estatuto que es aprobado solo en la actual C.A.V. en 1932 por 411.756 votos a favor, 14.196 en contra y 357 en blanco pero las elecciones de 1933 suponen un cambio de gobierno en España que era contrario a su tramitación.
Desde ese momento las provincias vascas acuñarían moneda y tendrían relaciones internacionales propias.
[editar] El PNV en la Guerra Civil. 1936-1937
En las elecciones de 1936 se impuso el Frente Popular y se efectuó la aprobación del Estatuto ya iniciada la guerra, nombrándose primer lehendakari a José Antonio Aguirre., siendo éste un periodo breve (1936-37) pero clave en la historia del PNV.
Antes de que se produjera la sublevación militar el PNV estaba inmerso en la modificación estatutaria y no era consciente de lo que estaba a punto de suceder. Según el libro "El péndulo patriótico. Historia del Partido Nacionalista Vasco" de De Pablo, Mees y Rodríguez, que contiene testimonios inéditos de la época, uno de sus dirigentes, Lucio de Artetxe, realiza un viaje a Madrid del que regresa el 17 de julio y expresa: "A nuestra llegada a Bilbao reinaba absoluta tranquilidad, aunque ya se daba la noticia de que la Armada y el Ejército de África se habían sublevado". Esa misma noche, "como de costumbre", Artetxe se reúne con sus compañeros del BBB. Comentan sus impresiones sin recibir "ninguna otra noticia alarmante".
Para el 18 de julio estaba convocado el EBB en Iruña, aunque a última hora se cambia el lugar por San Sebastián. De haberse celebrado dicha reunión en la capital navarra toda la ejecutiva nacionalista huiera corrido grave peligro. "La reunión se celebró con toda normalidad, despachándose asuntos de trámite. Se hicieron comentarios sobre los rumores que continuaban... En Iruña se aseguraba que, aunque los requetés andaban muy excitados, nada ocurriría mientras estuviera al frente de la guarnición de la Guardia Civil el jefe que la mandaba. Después nos enteramos de que ese mismo día, entre las 4.30 y las 6 de la tarde, fue asesinado dicho jefe. Y, al parecer, ésta fue la señal, pues los requetés se lanzaron a la calle, haciéndose violentamente cargo de todos los centros oficiales, comunicaciones, periódicos, etc".[4]
El levantamiento que dió origen a la "Guerra Civil Española" (1936-1939), efectivamente, se originó en Marruecos pero en la provincia que contaba más apoyos fue en Navarra, donde se encontraba el General Emilio Mola como Gobernador Militar y se proclamó el "Estado de Guerra" el 19 de Julio de 1936. Ya en Navarra en las elecciones de 1936 se constató su mayoria tendencia derechista, católica y foralista; el Frente Popular había conseguido el 21´68% de los votos y el nacionalismo vasco el 9´50%. El PNV se decidió por la neutralidad y el Napar Buru Batzar decidió el inmediato cierre de sus sedes y los falangistas ocuparon las rotativas del periódico del PNV “ La Voz de Navarra” para editar el primer periódico de los sublevados “Arriba España”. El entonces presidente del Napar Buru Batzar, José Agerre Santesteban, fue encarcelado [5]. Otro de sus principales dirigentes fue Fortunato Aguirre Luquin, alcalde de la ciudad de Estella, que, habiéndose enterado en el mes de julio de 1936, que el General Mola se disponía a firmar con los carlistas, el llamado "Convenio de Irache", como alcalde de Estella, acompañado de la Guardia Civil, puso sitio al monasterio de Irache, pero desde Madrid se le ordena no molestarles y se marcha; el 18 de julio es detenido y fusilado el 29 de septiembre de 1936.[6] [7]
En dicha ciudad de Estella, el 25 de septiembre de 1936, el Comandante Militar Ricardo Sanz de Iturria promulga el bando siguiente [8] contra el PNV, su fundador y el nacionalismo vasco :
"Hago saber: salvo honrosísimas excepciones en que elementos nacionalistas se han alistado voluntariamente, en general el partido nacionalista ha observado con indiferencia ante los gravísimos momentos por los que atraviesa España; (...) Estella está minado por el separatismo, fomentado e importado por ciertos hijos de la misma que todos conocen, por lo que no hace falta mencionarlos. Por ellos se ha vertido en Guipúzcoa y en otras parte mucha sangre española, de la cual no poca sangre estellesa. Por lo que hago saber lo siguiente: En el plazo de cuarenta y ocho horas, a partir de la publicación de este Bando, todos los elementos nacionalistas entregarán en la Comandancia Militar todos los objetos o prendas (incluso de vestir) de carácter separatista, los libros, los periódicos, mapas y retratos, de aquel que se llamó Sabino Arana, así como bustos o figuras de éste y otros cabecillas separatistas. Asimismo se entregarán por quien los posea los libros y objetos de toda índole de la finada escuela vasca; la documentación, objetos, insignias y fondos de las sociedades nacionalistas y, en una palabra, todo lo perteneciente a esas sociedades o con ellas relacionadas.En ciertas regiones de las provincias vascongadas y en nuestra querida Navarra se usan el chistu y los correspondientes instrumentos para sus bailes. En las Vascongadas muy bien que sigan con sus patriarcales costumbres; en Estella eso es planta exótica desconocida e importada por los que todos sabemos. Se acabó el "gora euzkadi", estamos en tiempos de VIVA ESPAÑA, por consiguientes, quien los posea entregará todos esos instrumentos en el mismo plazo. Asimismo, se prohibe la palabra "Agur", importada por los separatistas en el lugar del "Adiós", genuinamente español. (...) ¡VIVA NAVARRA! ¡VIVA ESPAÑA!."
El alzamiento sorprendió a casi todos, como se ha mencionado, entre otros a Portela Valladares, que la víspera del alzamiento pronunció su conocida frase: "Dicen que se van a levantar, pues yo, señores, me voy a acostar". A pesar de que el PNV era consciente del posible levantamiento por sus conversaciones con la derecha, la dirección general del PNV no se decantaría por ninguno de los bandos hasta que finalmente se produjo la sublevación, pese a que poseía una mayor afinidad en su ideología con los sublevados y ; de hecho la derecha no se presentó a las elecciones de 1936 en el País Vasco y propició conscientemente la victoria nacionalista proponiendo [9] la abstención (CT, URG), e incluso el voto nacionalista (DVA), habida cuenta de que la jerarquía eclesiastica había declarado al PNV como partido católico; finalmente, pese a las conversaciones mantenidas con este sector en el mes de abril, debido a sus divergencias sobre el muevo estatuto para el País Vasco, la mayor parte del PNV se alinea frente al alzamiento con las fuerzas republicanas, a excepción del PNV alavés que se mostro muy ambiguo.
Así, el 19 de julio de 1936 el PNV hace publica su postura mediante un comunicado publicado en el afin diario "Euzkadi" :
"Ante los acontecimientos que se desarrollan en el Estado Español, y que tan directa y dolorosa repercusión pudiera alcanzar sobre Euskadi y sus destinos, el Partido Nacionalista declara -salvando todo aquello a que le obliga su ideología que hoy ratifica solemnemente- que planteada la lucha entre la ciudadanía y el fascismo, entre la República y la Monarquía, sus principios le llevan indeclinablemente a caer del bando de la ciudadanía y la República, en consonancia con el régimen que fue privativo con nuestro pueblo en sus siglos de libertad."
Considera José Luis de la Granja [7], catedrático de Historia Contemporanea, que la la actitud del PNV de Guipúzcoa y Vizcaya, se caracteriza en los primeros momentos por "su rechazo del golpe militar del 18 de julio y, en consecuencia, su apoyo al régimen republicano, pero sin demasiado entusiasmo político y con una cierta pasividad militar, patente en la campaña de Guipúzcoa. Más que hacer la guerra, el PNV se preocupa de velar por el órden pùblico (en especial, la integridad de las iglesias y la vida de los presos, lo que consigue en buena medida en Vizcaya, pero no en Guipúzcoa"
Por su parte, la escisión nacionalista AVN, prestó su apoyo incondicional a los partidos encabezados por el Frente Popular.
El día 6 de agosto se transmite por radio en la zona rebelde la pastoral firmada por los obispos de Vitoria y Pamplona, pero escrita por el cardenal Gomá -representante de Franco ante el Vaticano-, que condenaba la actitud del PNV pero dicho partido hizo oidos sordos a dicha condena y el 8 de agosto el PNV inicia su participación militar en la guerra se inició con el rápido reclutamiento de voluntarios, junto con el sindicato ELA, que formaron los batallones del ejercito vasco "Eusko Gudarostea", compuesto por 28 batallones incluidos 3 de ingenieros. [10]
Inicialmente el PNV ordenó la constitución de "guardias armadas" que garantizasen el orden en las poblaciones y evitar así posibles excesos izquierdistas. En torno a la Junta de Defensa Nacionalista creada en Azpeitia, se fundó en los primeros días de agosto el "Euzko Gudarostea". Esta entidad, quedó bajo el mando de un capitán de Intendencia, Cándido Saseta, y bajo el control de los diputados peneuvistas Irujo, Lasarte, y Monzón.
Los combatientes nacionalistas eran casi todos naturales del País Vasco, el 80% tenían entre 20 y 30 años y alrededor del 30% de los de entre 26-30 años, estaban casados, los "gudaris" presentaban un menor porcentaje global de trabajadores industriales-artesanales, tanto cualificados como no cualificados, con un 65% del total, y en cambio tenían un importante núcleo de labradores, 22%, y de empleados, cerca del 9%, además de un apreciable número de estudiantes.
Voluntariosos pero faltos de organización, experiencia y armamento. El ejercito nacionalista vasco convivió con el ejercito "republicano" suscitándose fuertes tensiones entre ambos motivada, por ejemplo, por la defensa de los símbolos religiosos como la estatua del sagrado corazón de Bilbao; estas disputas y desconfianzas favorecieron a los sublevados.
Tras los fallidos intentos de alcanzar un acerdo con la derecha en abril de 1936, Aguirre llegó a un acuerdo con Indalecio Prieto y, en plena guerra, el Estatuto Vasco es aprobado por las Cortes el 1 de octubre de 1936, (el mismo día en que los rebeldes proclaman jefe de estado a Francisco Franco) en una votación en la que sólo participaron 50 de los 315 diputados, dado que la derecha ya había abandonado las Cortes. El 7 de octubre se instala el gobierno autónomo con José Antonio Aguirre como primer lehendakari, quien, oyendo los cañonazos de las primeras lineas del frente, presta el juramento de su cargo en euskera ante el Árbol de Guernica :
"Ante Dios humillado; de pie sobre la tierra vasca; con el recuerdo de los antepasados; bajo el árbol de Gernika, juro cumplir fielmente mi mandato".
Aguirre formó un Gobierno vasco de concentración, con sede en el hoy "Hotel Carlton" de Bilbao, en el que estuvieron presentes nacionalistas, socialistas, comunistas y otros sectores republicanos, no sin tensiones entre ellos.
El 30 de noviembre de 1936 el gobierno nacionalista conjuntamente con la República llevan a cabo una ofensiva con el objetivo de retomar Vitoria y Miranda de Arga, pero el ataque es detenido a un gran coste por un número inferior de requetés en Villareal (Alava), lugar estratégico por ser un cruce de vias; dicha derrota tuvo un efecto muy negativo para la moral del ejercito nacionalista. El desvio de fuerzas rebeldes a otros frentes mantuvo la situación estable y permitió a las fuerzas leales a la Repúlica preparar sus defensas, construyendo una barrera de fortificaciones alrededor de Bilbao llamado el "cinturón de Hierro".
Existió una queja constante por parte de las autoridades vascas a la República, en la que se repetidamente se solicitaba aviación y artillería o, por lo menos, no desplazar a los pocos efectivos que ya se encontraban en la zona; de dichas reclamaciones es muestra este telegrama del mes de febrero de 1937:
"“Pongo su conocimiento que sin dar cuenta Gobierno Vasco totalidad aviones caza campos Lamiaco Sondica se han dirigido Asturias dejando riqueza industrial Vizcaya indefensión absoluta expuestos a trágica repetición bombardeo septiembre. Pongo en conocimiento vuecencia esta queja por cuanto General Norte Estado Mayor González Peña habíanos prometido no tocar un solo aparato Bilbao"
Dicho problema no se solucionaría en toda la guerra por el bloqueo internacional que se efectuó a través de los agentes del "Comité de No Intervención", y no permitió abastecer de armamento al frente norte a través de la frontera francesa. La solución debía provenir necesariamente de los refuerzos de aviaccion enviados por la República, pero los republicanos alegaban que era imposible puesto que los aviones debían atravesar una amplia franja de territorio enemigo, cuando era conocido que, por la ruta Torrelavega-Reinosa, [8] los aparatos no hubieran tenido mayor problema en llegar; al conocer este hecho el ministro Garcia-Oliver exclamó: "¡Entonces hemos estado engañando a los vascos!".
Así la situación, por una razón o por otra, el Gobierno Vasco de la República solo opuso de 15 a 30 aviones en el norte en marzo de 1937, muchos en reparación, frente a los 150 aviones nacionales en la zona norte (Junkers 52, Heinkel 111, Domier 17, Savoia 79, Heinkel 51 y Fiat CR-32).
Respecto a la creada "Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi" basta decir que estaba compuesta, entre otras naves por barcos bacaladeros a los que se les añadieron unos cañones y con los que, obviamente, no se pudo desactivar el bloqueo de los puertos y creó problemas de abastecimiento.
Otra de las necesidades urgentes consistió en la falta de artillería pesada y muy especialmente de antiaereos, lo que permitió realizar sin oposición el bombardeo de Guernica (26 de abril), de Durango ...; dichas acciones mermaron aun más la moral de los defensores.
La contraofensiva franquista de se inicia nuevamente el 31 de marzo de 1937, Los telegramas pidiendo aviaccion no obtienen respuesta [9] :
"Indispensable urge aviación según despacho esta mañana que podría venir en vuelo a Bilbao desde Pastrana", "Indefensión aérea cólmanos rabia", "Hoy mismo deben salir aparatos principalmente Katiuskas cazas, pues demora un día puede originar catástrofe", las suplicas no fueron escuchadas y el ejercito nacional conquista rápidamente Guipuzcóa, y avanzando hacia Bilbao."
Las tropas franquistas tardarían 54 días en cubrir los 50 km que separan Éibar y Bilbao con la inestimable ayuda que supuso la deserción al bando franquista del capitán de ingenieros Alejandro Goicoechea (posterior inventor del tren "Talgo"), que había realizado la linea de fortificaciones del citado "cinturón de hierro" de Bilbao. Estas defensas se organizaron con la mentalidad de la primera guerra mundial que dió lugar a la "linea Maginot" francesa y, como ella, demostró su ineficacia y vulnerabilidad ante la aviacción nacional y las nuevas técnicas de combate.
Aguirre traslada su Gobierno a Trucíos e intenta solucionar los problemas de deserción entre sus filas, antes de poner rumbo a Santander para después marchar a Cataluña, donde estaba dispuesto a seguir luchando por la República.
El dirigente nacionalista vasco, Juan de Ajurriaguerra, realizó y estudió diversas ofertas de rendición, como el llamado "Pacto de Santoña", por el que el Ejército Vasco se rendiría al ejercito italiano a cambio de que sus militantes fueran considerados prisioneros de guerra bajo la jurisdicción italiana. Los acuerdos suscritos no fueron reconocidos por los nacionales y no consta que fueran aprobados por el lehendakari Aguirre. Este hecho permaneció durante mucho tiempo en silencio por ambas partes. Los republicanos no querían reconocer la traición de parte de sus tropas, los nacionalistas no quería reconocer que tuvieron contactos para traicional a la República y los franquistas se resistían a admitir que una fuerza extranjera actuaba de manera autónoma y se permitía establecer negociaciones con el enemigo a sus espaldas. Pasado el tiempo el tema ha llegado a alcanzar trascendencia política e ideológica en España.
Menos conocida en la intermediación del Vaticano [10] que llegó a oidos de la República al interceptar un telegrama del tenor siguiente :
11126 sss CInA DEL Vaticano 1 200- 199 8 1340 ETAT- Su Excelencia aguirre, Bilbao - tengo el honor de comunicar a vuestra excelencia que los generales Franco y Mola, interrogados expresamente acerca del asunto, han hecho conocer ahora a la santa sede las condiciones de una eventual rendicion inmediata de Bilbao. 1: se empeñan en conservar intacto Bilbao. 2: facilitaran la salida de todos los dirigentes. 3: completa garantia que el ejercito de franco respetará personas y cosas. 4: libertad absoluta para los milicianos soldados que se rindan con las armas. 5: (...). 6: sera respetada la vida y los bienes de aquellos que se rindieren de buena fe, aun para los jefes. 7; en el orden politico, descentralizacion administrativa en la misma forma que la disfruten otras regiones. 8; (...), el santo padre exhorta a vuestra excelencia a tomar en atento y solicito examen dichas proposiciones con el deseo de ver finalmente cesar el sangriento conflicto.Cardenal Pacelli
Largo Caballero se reunió con una camarilla de ministros leales y decidieron no hacer público el mensaje, que permaneció desconocido hasta el fin de la guerra para el PNV y el Gobierno Vasco.
Tras la pérdida casi todo el territorio vasco, el lehendakari Aguirre, se ve en la tesitura de poner en practica la táctica de la "tierra quemada" con la voladura de toda la industria y puertos vascos y, pese a que se ralizaron varios preparativos, finalmente no se lleva a cabo y el 17 de junio se ordena la evacuación de Bilbao que cae el 19 de junio de 1937. La industria pesada más importante de España, localizada en la margen izquierda de la ciudad, pasa a manos franquistas el 22 de junio.
Se calcula que, en las provincias vascas la guerra civil dejó 50.000 muertos, 10.000 prisioneros y 150.000 exiliados. En Navarra, provincia que apoyó el levantamiento, hubo unos 3.000 fusilados.
[editar] La Dictadura. 1937-1975
Nuevamente la dictadura franquista prohibió cualquier ejercicio de política, de reunión, de asociación ..., y reprimió duramente a los partidarios del PNV, partido que fue ilegalizado poco antes de la victoria franquista por la Ley de 9 de febrero de 1939 de Responsabilidades Políticas (BOE nº 44, de 13 de febrero), que en el párrafo segundo de su artículo 2 de dicha ley establece textualmente que : " Se entenderán comprendidos en esta sanción los siguientes partidos y agrupaciones: ... Partido Nacionalista Vasco, Acción Nacionalista Vasca, Solidaridad de Obreros Vascos, ..., todas las Logias masónicas y cualesquiera otras entidades agrupaciones o partidos filiales o de análoga significación a los expresados, previa declaración oficial de hallarse, como los anteriormente relacionados, fuera de ley." El articulado citado y su normativa posterior de desarrollo, confisca los bienes pertenecientes los citados, pasando a ser propiedad del Estado español, siendo las sanciones impuestas transmisibles mortis causa e imprescriptibles. Las cuentas bancarias incautadas en toda España por este motivo importaron unos 3.000 millones de pesetas de la época.[11]
Además, por Decreto de 23 de junio de 1937, suprimió el Estatuto Vasco y declaró "provincias traidoras" a Vizcaya y Guipúzcoa pues "se habían alzado en armas contra el Movimiento Nacional", mantenía para la "lealísima Navarra" su singularidad fiscal y administrativa, y declaraba asimismo subsistente en su integridad el régimen de conciertos en Alava, "porque ella no participó en acto alguno de rebeldía"; dicha normativa no fue parcialmente modificada hasta el Decreto Ley de 6 de junio de 1968, que declaró suprimidos los párrafos ofensivos para Guipúzcoa y Vizcaya, manteniendo el resto de su articulado, siendo finalmente derogado por el Real Decreto-Ley de 30 de octubre de 1976. [12] [13]
Por las Orden de 21 de mayo de 1938 y la Orden Ministerial de 16 de mayo de 1940, también se instauraron medidas para acabar con las manifestaciones culturales vascas definiéndolas como "elementos exóticos que interesa eliminar".
"... por exigencias del respeto que debemos a lo que entrañablemente es nuestro, como el idioma, precisa desarraigar vicios de lenguaje que trascendiendo del ámbito parcialmente incoercible de la vida privada, permiten en la vida pública la presencia de modas con apariencia de vasallaje o subordinación colonial. Es deber del poder público, en la medida en que ello es posible, reprimir estos usos, que contribuyen a enturbiar la conciencia española, desviándola de la pura línea nacional, introduciendo en las costumbres de nuestro pueblo elementos exóticos que importa eliminar ..."
En 1938 nace la nueva Ley de Prensa, vigente hasta 1966, que instaura la censura previa y sanciona todo escrito que :
"... directa o indirectamente tienda a mermar el prestigio de la Nación o del Régimen, entorpezca la labor de Gobierno en el Nuevo Estado o siembre ideas perniciosas entre los intelectualmente débiles."
[editar] El exilio y la diáspora vasca
Finalizada la guerra civil la directiva del PNV permaneció en el exilio recabando el apoyo internacional para su causa, estableciéndose primero en París; pero poco después se inició la Segunda Guerra Mundial y los alemanes ocuparon la ciudad apderándose de sus archivos y documentos. Casi todos los miembros de la red vasca dentro de España cayeron presos en los días posteriores, ya que los nazis entregaron a Franco la documentación capturada a los vascos. A partir de entonces se exiliaron principalmente en Sudamérica. Un total de 500 maquis permanecieron en los Pirineos realizando diversas acciones contra el ejercito nazi.
Fracasando en sus expectativas e iniciada la segunda guerra mundial, muchos miembros nacionalistas son presos, algunos de ellos en el "campo de concentracion de Gurs", también llamado "el campo de los vascos", y el PNV colabora con los aliados con informadores, esperando que el final de la segunda guerra mundial supusiera también la intervención extranjera contra el régimen de Franco.
Diversos autores manifiestan que el PNV en el exilio intentó buscar antes de la segunda guerra mundial la cooperación alemana y que posteriormente, durante la "guerra fría", sirvió a la CIA.
Sobre la relación con los alemanes otros autores afirman que, [14] de la correspondencia de los líderes nacionalistas Javier Landáburu, qué también militaba en la procomunista UNE, Domingo Epalza, Eliodoro de la Torre y Jesús Solaun se deduce que todos mantuvieron contactos informales con los nazis. La cuestión esencial es si obraban por su cuenta o cumplían instrucciones superiores y, de resultar cierta la segunda hipótesis, si se trataba de contemporizar para ganar tiempo o había intención de llegar a un acuerdo formal. La respuesta se debería encontrar en los archivos alemanes, pero no parece ser así. El historiador Antonio Peter, especialista en relaciones hispanogermanas, manifestó : "No he encontrado artículo o alusión a un País Vasco unificado bajo auspicio alemán, ni tampoco he leído algo parecido en los documentos del Ministerio de Exteriores alemán. Aunque a primera vista me parece algo poco común, creo posible la existencia de contactos y planes dentro de las SS. A comienzo de los años 40, Best y otros estaban ocupados en planear el futuro europeo en manos alemanas. Múltiples fueron las ideas – hoy las más conocidas son los bosquejos acerca del dominio alemán en Rusia – y la idea de “balcanizar” Europa supuestamente cabe bien en el pensamiento de Himmler. Precisamente la rivalidad entre los SS y el Auswärtiges Amt en política exterior explicaría que estos planes no fuesen adoptados por el Ministerio de Asuntos Exteriores."
Sobre las relaciones del PNV con EEUU o con la CIA, el hecho cierto es que, Los Estados Unidos, se aproximaron a Franco y no a las posturas del PNV.
Según el historiador alemán, Ludger Mees, es sorprendente la actividad del PNV en el exilio y en especial la del lehendakari Aguirre, al que califica como el "profeta pragmático", sobre él dice : "Me ha sorprendido la enorme influencia que tuvo en la política del republicanismo español en el exilio. Mi tesis es que fue Aguirre quien la dirigió realmente entre 1945 y 1947, por su carisma y porque era el único personaje que se llevaba bien con todos los sectores del antifranquismo español. Por ello, en dos ocasiones, el presidente Diego Martínez Barrio le propone para encabezar el Gobierno republicano, una perspectiva que hoy nos parecería muy extraña para un líder del nacionalismo vasco.". Aguirre se sintió en el exilio el lehendakari de todos los vascos, fueran o no nacionalistas y consiguió agruparlos en torno a su persona.
Otro dirigente vasco de la época que merece ser destacado es Juan de Ajuriaguerra, que, como describe la "Enciclopedia Auñamendi" de Estornes- Lasa, cobra mayor importancia tras el fallecimiento de Aguirre en 1960 al sucede Jesús María de Leizaola .A la muerte del lehendakari José Antonio de Aguirre y Lecube (1960-1979) que permaneció 43 años en el exilio.
Ajuriaguerra participó en la organización de varios "Aberri Eguna" y en las huelgas impulsadas por el Gobierno Vasco en el exilio que sacudieron el País Vasco en 1947 y 1951 y después de estos incidentes y las presiones del régimen franquista, el gobierno francés confiscó las oficinas del Gobierno Vasco en París, actual Instituto Cervantes de París. Dicho edificio había sido sede del Gobierno Vasco hasta la ocupación alemana cuando fue cedido a la embajada española, tras la liberación de París, el PNV ocupó el local hasta que nuevamente fue entregado al Gobierno de España en 1951 ejecutando una sentencia del Tribunal Civil del Sena de 21 de julio de 1943. En virtud de la ya citada "Ley de devolución del patrimonio" de 1998, el PNV continúa exigiendo el pago del valor del edificio que estima en 12 millones de euros.
En 1965 Ajuriaguerraforma parte del "Equipo Democrático Cristiano del Estado Español", junto con la "Democracia Social Cristiana" de Gil Robles, la "Unión Democrática de Cataluña" y la "Izquierda Democrática Cristiana" de Jiménez Fernández.
En el año 1969 el E.B.B. toma la decisión de renovar los cargos dirigentes del Partido para ser sustituidos por gente más joven, elegida a través de las Juntas Municipales. Sin embargo, tras dos años de ausencia, Juan Ajuriaguerra volverá a reincorporarse a la dirección en un momento en que entran otros nuevos miembros, como Xabier Arzalluz.
A raíz de las movilizaciones por el proceso de Burgos en diciembre de 1970 y de sus muestras de solidaridad con los abogados defensores, será desterrado a Atienza (Guadalajara).
Juan de Ajuriaguerra representó, durante los años oscuros de la dictadura franquista, la continuidad del PNV en el exilio. Se mantuvo firme a los principios tradicionales del PNV, incluso cuando surgió el nacionalismo radical, lo que le valió no pocas críticas. Siempre se opuso al terrorismo de ETA que surgió en los años 60 y se negó a cualquier contacto y pacto del partido con la banda.
[editar] La transición a la democracia: 1975-1979
A la muerte del dictador existía un clima social de tensión evidente en el País Vasco y Navarra que diferenciaba su situación de otras regiones españolas, a pesar de tener en común con ellas la crisis económica de ese momento. en el País Vasco, entre 1976 y 1983 se perdieron 139.400 empleos; el sector industrial perdió una cuarta parte de sus obreros; la "tasa de actividad" descendió en un 3,6 % entre 1976 y 1982 [15]
En 1976 tienen lugar los sucesos de Vitoria y Montejurra, que se saldan con varios muertos por disparos de la policía y de grupos de extrema derecha; a dicha violencia se suma ETA que continua sus acciones terroristas y se encuentra muy fragmentada políticamente, por lo que conciliar todos los intereses pre-autonómicos no sería facil, ni rápido a diferencia de otras comunidades.
En marzo de 1977, ante las próximas elecciones previstas para dos meses después, el PNV celebra en Pamplona-Iruña su primera Asamblea desde la Segunda República, y sienta los pilares básicos de su ideología democrática, estableciéndo como objetivo político lograr un "Estado vasco autonómico" y definiéndose como partido democrático, aconfesional y de todos los vascos, inmigrantes incluidos, lo que suponía reflejar documentalmente el cambio profundo que había experimentado el partido desde su fundación; también se realizó el relevo generacional de sus dirigentes, eligiéndose a Carlos Garaikoetxea como presidente del EBB por delante de la candidatura del respetado Ajuriguerra.
En Navarra, los partidos nacionalistas Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), "Acción Nacionalista Vasca" (EAE-ANV) y "Euskal Sozialista Biltzarrea" (ESB)se unieron en la "Unión Autonomista de Navarra" (UAN) que fue una coalición electoral que se presentó a las elecciones legislativas de 1977 para las Cortes Constituyentes españolas por la circunscripción electoral de Navarra y tenían como punto programático común su apuesta por la integración de Navarra en la Comunidad Autónoma Vasca.
La coalición electoral fue la quinta formación política en Navarra, quedando sin representación parlamentaria, con algo más de 18.000 votos y un 6,99% de los votos, por detrás de la (UCD), (PSOE), UNAI y Alianza Foral de Navarra.
Las fuerzas agrupadas en UAN estaban a su vez integradas en el Frente Autonómico, al que también se sumaba el PSOE, que se presentó al Senado por Navarra y que obtuvo un acta de senador en la figura del histórico dirigente navarro del PNV, Manuel de Irujo.
La unión del PSOE a este conglomerado nacionalista tiene su explicación en que el PSOE venía del exilio en el que había estado muy unido al PNV y, por ello, tras el Congreso que el partido socialista celebra en San Sebastián en 1977, llega a un "compromiso autonómico" con el PNV, acuerdo que es suscrito en mayo de ese año y por el que ambos partidos acordaron presentar una candidatura conjunta al Senado en las elecciones generales de 1977, que recibió la denominación del antes citado Frente Autonómico, para impulsar tras las mismas la aprobación de una Constitución democrática y de un Estatuto común de Autonomía para Alava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra.[16]
En mayo de 1977, el PNV junto con otras fuerzas políticas PSOE, ESEI, PCE, DCV y ANV, se comprometieron a la elaboración de un Proyecto de Estatuto Vasco.
[editar] El Consejo General Vasco
En las elecciones del 15 de junio de 1977 el PSOE obtiene 9 parlamentarios), PNV obtiene 8 y UCD es tercera con 7, formandose una Asamblea de parlamentarios de los cuatro territorios históricos peninsulares con el objetivo de llevar a cabo la reaccion del Estatuto. Navarra, con mayor presencia de UCD se separo de ellos. El Socialista Ramón Rubial, se impone en octava ronda de votaciones a Ajuriaguerra y ocupa el cargo de presidente del Consejo General Vasco. [17]
En 1978 se produce la marcha por la anmistía y el PNV respalda la construcción de la central nuclear de Lemoniz, más tarde se paralizaría su construcción tras multiples atentados de ETA y la oposición de la llamada "Izquierda abertzale" que defendía a través de la "alternativa KAS" una opción independentista frente a la autonomista del PNV.
El PNV, que ya había condenado todo tipo de violencia en su referida asamblea de 1977, posicionándose contra el nacionalismo radical, realiza su primera manifestación en Bilbao contra el terrorismo en septiembre de ese año, bajo el lema "Por una Euskadi libre y en paz"
La constitución española de 1978 fue aprobada el referendum de 8 de diciembre, pero el PNV, que históricamente nunca ha aprobado una constitución española [18], propuso la abstención. A favor del texto se encontraban UCD, PSOE y PCE y en contra del mismo estaba la "izquierda nacionalista radical" y la extrema derecha. Dicho texto fue aprobado en el País vasco por el 69% de los votantes, que equivale a un 31% del censo. Los votos en contra fueron el 24% de los votantes (el 11% del censo). La abstención fue del 55%.
Por contra el nuevo Estatuto Vasco, que dota al País Vasco de un gobierno autonómico propio manteniéndo ciertos privilegios forales, fue aprobado en referéndum en 1979 por el 90% de los votantes, que equivale a un 53% del censo. Los votos en contra fueron el 5% de los votantes (el 3% del censo). La abstención fue del 41%.
[editar] El Gobierno de Garaikoetxea: 1980-1985
En las elecciones generales el PNV es la fuerza mayoritaria y obtiene el 26.9% de los votos y en las elecciones vascas de abril se constata el fuerte crecimiento del PNV, la irrupción del "nacionalismo radical" representado por Herri Batasuna, la pérdida de una importante cuota electoral del PSOE y los escasos resultados de la UCD y el peneuvista, Carlos Garaicoechea, ocupa el cargo de la presidencia del Consejo General Vasco.
Celebradas las primeras elecciones autonómicas en 1980, dieron lugar a la elección de lehendakari en la persona de Carlos Garaikoetxea (1980-1985).[19] El PNV consigue el 38,8 % de los votos válidos emitidos, seguido de Herri Batasuna, con el 16,5 %, y del PSOE, 14,2 %. Desde entonces el PNV gobierna la comunidad autónoma del País Vasco; en solitario en el periodo (1980-1986) y a través de diversos pactos desde entonces.
El 29 de diciembre de 1980 se reinstaura el modelo tributario del "Concierto económico" y empiezan la transferencia de competencias del Gobierno Central al Gobierno Vasco.
En 1981 una serie de sucesos amenazan seriamente la autonomía vasca el fallido golpe de estado del 23 de febrero y la consiguiente promulgación de la LOAPA (Ley Orgánica para la Armonización del Proceso Autonómico) que reconduce el desarrollo de las autonomías.
En 1982 el PSOE de Felipe González alcanza la presidencia del Gobierno español permaneciéndo hasta 1996, aunque en el País Vasco continúa la hegemonía nacionalista moderada y radical, arrebatando el PSOE el voto a UCD, Alianza Popular (AP) y el Partido Comunista de Euskadi (PCE).
Pese a la resistencia socialista a la realización de transferencias el PNV, impulsa el desarrollo del autogobierno vasco y crea su propio servicio de Salud ("Osakidetza") aprueba el Estatuto de las ikastolas, comienza a emitir su propia radio y televisión (EITB), que inició sus emisiones el 27 de diciembre de 1982, su propia policía autonómica (Ertzaintza) ... dicho gobierno resistió la "reconversión industrial" que se inició desde 1982, recibiéndose ayudas para la reindustrialización por importe de 88.012 millones de pesetas.
En las elecciones autonómicas celebradas en febrero de 1984 resultó vencedor el PNV que obtuvo sus mejores resultados electorales hasta la fecha, 42 % de los votos emitidos, seguido del PSOE con el 23 %, Herri Batasuna con el 14,6 % y EE el 8 %. La progresión socialista fue notable así como pobrísimo el empuje electoral mostrado por la derecha españolista, 9,3 %. Resultados que tendencialmente reproducen los obtenidos en las elecciones forales y locales de mayo de 1983.[20]
En torno a 1985, en plena crisis política del PNV, la economía vasca se situaba en unas coordenadas entre las que sobresalían la altísima tasa de paro, un crecimiento económico ralentizado, el impacto de la introducción de las nuevas tecnologías, el fin de la anterior ola de crecimiento expansivo, y la apertura a la competencia internacional. [21].
[editar] La escisión de Eusko Alkartasuna
En 1986 tiene lugar la mayor escisión en la historia del PNV y el lehendakari de origen navarro, Carlos Garaikoetxea, funda en septiembre un nuevo partido, Eusko Alkartasuna, que, pese a los gobiernos de coalición en los que ha formado parte con el PNV, sigue escindido a fecha de hoy. [22]
Las razones de la separación en bloque de los jeltzales, según algunos, además del enfrentamiento personal entre Xabier Arzallus y Garaikoetxea y otras cuestiones de lucha de poder interno [[23]], fue la polémica surgida por una diferente concepción del reparto de poder entre las instituciones comunes de la autonomía vasca (Gobierno y Parlamento) y las forales (Juntas Generales y Diputaciones) que configuró la nueva "Ley de Territorios Históricos" y, más concretamente, según otros autores, las razones hay que buscarlas en la negativa de los peneuvistas navarros y en menor medida guipuzcoanos, a apoyar un gobierno de la derecha en Navarra, recibiendo a cambio ciertas contraprestaciones políticas en otros territorios. El PNV se derrumbó en Navarra y sus electos pasaron a formar parte del nuevo partido, obteniendo el PNV en las siguientes elecciones de 1987 solo el 0,98% de los votos en Navarra, frente al 7,1% de los votos de EA en ese territorio.
En las autonómicas anteriores a la escisión de EA, el PNV logró la adhesión del 28,47% del censo electoral en Euskadi, pero en las siguientes autonómicas de 1986, el PNV obtuvo el 16,34% del censo y EA, el 10,91%; en 1998 el PNV alcanzaría el 19,23% y EA descendería al 5,96%.[24]
En las elecciones vascas de 1987 a las que se presentó EA, obtuvo 35 junteros en las tres provincias de la Comunidad Autónoma Vasca, frente a los 32 de PSE-EE (PSOE), HB o PNV. Recibió el voto de 190.136 electores (un 17'79%) y fue la primera fuerza en Guipúzcoa, con 16 junteros, y Álava, con 12. En Vizcaya, cuna del partido matriz, no tuvo tanta fuerza y fue la cuarta fuerza política con 7 junteros. Obtuvo asimismo 442 concejales en las elecciones municipales del mismo año, con un voto de 193.197 electores (18'05%) y gobernó tanto las alcaldías de Vitoria y San Sebastián, como la Diputación Foral de Guipúzcoa.
En 1988 el PNV alcanzaría el 19,23% y EA descendería al 5,96% por lo que el PNV pudo coaligarse con su propia escisión para las elecciones de 1989.
[editar] El Gobierno de Ardanza: 1986-1998
Desde la escisión, de 1986 a 1998, Jose Antonio Ardanza fue el Lehendakari vasco, con un perfil claramente autonomista, gobernando con el Partido Socialista de Euskadi.
[editar] Los pactos entre partidos
El PNV sería uno de los impulsores del Pacto de Madrid de 5 de noviembre de 1987 suscrito por el PSOE, AP, CDS, CIU, PNV, PDP, PL, PCE y EE por el que se solicitaba al Gobierno Vasco que asumiera "el liderazgo en la desaparición de la violencia y el terrorismo, y en la consecución definitiva de la paz"; dichos partidos se pronunciaban a favor de la derogación de la ley antiterrorista.
Asumiendo ese liderazgo el PNV promovió otro pacto de gran importancia que sería el llamado Pacto de Ajuria Enea [1] firmado el 12 de enero de 1988 por AP, CDS, EE, PNV, PSOE y por José Antonio Ardanza como lehendakari del Gobierno vasco; el acuerdo se decidía a impulsar en su integridad el Estatuto de Gernika, intensificar las relaciones de la C.A.V. con Navarra, instaba a ETA a renunciar a la via armada y a HB a reanudar su actividad parlamentaria legitimándola como opción política, respaldaba las politicas de reinserción de los "arrepentidos", los procesos de diálogo si existiera una intención seria por parte de ETA de abandonar las armas, apoyaba también la derogación de la Ley Antiterrorista y reiteraba el apoyo a las víctimas del terrorismo.
[editar] El Plan Ardanza
En ninguno de los anteriores pactos que propugnaban el diálogo se había contado con ETA o su entorno, el MNLV, por lo que las opciones reales de pacificación se encontraban muy reducidas; así por lo menos lo consideraba el entonces lehendakari, José Antonio Ardanza, que, en marzo de 1988 interpretando los acuerdos anteriormente mencionados, presentó a la Mesa de Ajuria Enea el llamado "Plan Ardanza", un documento que proponía un diálogo "sin condiciones previas y sin límites de resultados" y exclusivamente entre partidos previa ausencia de violencia de ETA y teniendo constancia inequívoca de que ETA quisiera abandonar la violencia. [25] El documento fue apoyado por todos los partidos miembros de la Mesa, excepto PP y PSOE que no aceptaban modificaciones constitucionales. [26] El plan, considerado el testamento político de Ardanza que se retiraba de la política, fue muy criticado en su día siendo alabado posteriormente por su moderación y consistía en una reflexion sobre la situación de ETA y HB en ese momento, consideraba que las vía policial no había conseguido ningún resultado y la vía política no funcionaba si se aislaba a HB , por ello, proponía una forma de solucionar el "conflicto" :
- Dejar la resolución dialogada del conflicto en manos de los partidos representativos de la sociedad vasca
- Hacer propios los acuerdos que aquéllos puedan alcanzar en las instituciones vascas
- Incorporar los acuerdos al ordenamiento jurídico con el fin de que puedan resultar operativos.
El plan fue presentado ante los miembros de la Mesa de Ajuria pero no obtuvo el respaldo del resto de partidos.
Muy pronto surgieron las divergencias entre los firmantes de Ajuria Enea y se redactó otro documento el 7 de octubre de 1988, que no fue firmado ni por el PNV, ni por EA, conocido como "Pacto de Navarra" , en el que se contenían las ideas del de Ajuria Enea, pero se enfatizaba especialmente en la condena de las actividades terroristas y el desprecio que generaban en la sociedad.
En 1996 el PNV apoyó la investidura como presidente del popular José Mª Aznar consiguiendo una mejora el conciero económico y la matización de la política antiterrorista de los populares. Como resultado, las Haciendas de los territorios históricos de la CAV consiguieron una capacidad normativa y recaudatoria prácticamente plena sobre todos los impuestos, salvo el IVA. Además fruto de este acuerdo de investiura se aprobó, en la sesión del día 26 de noviembre de 1998, del Pleno del Congreso de Diputados por 184 votos a favor, 133 en contra y 4 abstenciones, (Diario de Sesiones del Congreso nº 200, pág. 10794) el articulado definitivo de la Ley 43/1998, de 15 de diciembre, de restitución o compensación a los partidos políticos de bienes y derechos incautados en aplicación de la normativa sobre responsabilidades políticas del periodo 1936-1939.( González de Txabarri Miranda, Joxe Joan; Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados nº 200, Sesión Plenaria nº 194 del 26 de noviembre de 1998, pág. 10786).
La V Legislatura fue la última presidida por José Antonio Ardanza, ya que decidió dejar la primera línea política y no presentarse a la reelección. Gracias a su éxito con negociador en la renovación del Concierto Económico vasco y al apoyo de Xabier Arzalluz, máximo dirigente del PNV como presidente del Euzkadi Buru Batzar, la Asamblea Nacional del PNV designó a Juan José Ibarretxe como candidato a Lehendakari en las elecciones autonómicas del 25 de octubre de 1998, siguiendo la tradición del PNV en el que la presidencia del partido y la máxima representación institucional están separadas.
Las elecciones autonómicas de 1998 se celebraron poco después de que ETA declarase una tregua «total e indefinida» (18 de septiembre de 1998)[2], paralelamente a la firma, seis días antes, del Pacto de Estella, acordado por diversas organizaciones políticas y sociales del País Vasco, Navarra y el País Vasco francés, entre los que se encontraban todos los partidos y sindicatos nacionalistas vascos y también Izquierda Unida (IU).
La participación en las elecciones fue muy alta y se acercó hasta el 70% y el PNV ganó con el 27,28% de los votos emitidos, perdiendo uno de los 22 escaños que tenía. Aumentó sus votos pero al aumentar también la participación descendió un porcentaje de dos puntos. Pero esas elecciones constituyeron un exito electoral para los dos polos opuestos PP y Euskal Herritarrok(EH), que era la plataforma electoral constituida el 25 de octubre de 1998 por Herri Batasuna y otras organizaciones de la izquiera abertzale y obtuvo 14 escaños. [27]
Poco después el presidente Aznar anunciaba contactos con ETA [28]
[editar] El Gobierno de Ibarretxe: 1999-2007
[editar] VI Legislatura (1999-2001)
El 2 de enero de 1999 fue investido Lehendakari (el tercero de la democracia, tras Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza). Fue el primer Lehendakari alavés y el más joven elegido hasta la fecha (41 años). Contó con el apoyo de las formaciones de adscripción nacionalista: el propio PNV, Eusko Alkartasuna (EA) y Euskal Herritarrok (EH) (plataforma electoral constituida el 25 de octubre de 1998 por Herri Batasuna y otras organizaciones de la izquiera abertzale).
En marzo se llegaba a un pacto de gobierno entre las tres fuerzas nacionalistas, formándose un gobierno de coalición entre el PNV y EA[3] y, posteriormente, en marzo de 1999 se firmó un acuerdo de legislatura con EH. En dicho acuerdo EH renunciaba a la vía armada en beneficio de la política y por ello dicho acuerdo expresaba: "Reiteramos nuestra apuesta inequívoca por las vías exclusivamente políticas y democráticas para la solución del conflicto de naturaleza política existente en Euskal Herria." suponiendo, para algunos dirigentes políticos, que por medio de ese pacto "los dirigentes abertzales quedan atados de pies y manos a la política del PNV" [4]. [5].
El apoyo abertzale a la investidura y el posterior acuerdo de legislatura fueron posibles gracias al Pacto de Estella, que habían firmado los tres partidos. Sin embargo, ETA rompió su alto el fuego en 27 de noviembre de 1999[6], acusando el PNV y a EA de haber incumplido un supuesto acuerdo, negado por los responsables de PNV y EA, al que habrían llegado en junio de 1998, antes de la firma del Pacto de Estella[7].
El 21 de enero de 2000, ETA hizo explotar un coche bomba cargado de 20 kilos de dinamita en el barrio de Virgen del Puerto de Madrid, muriendo el Teniente Coronel de Intendencia Pedro Antonio Blanco. Este asesinato obligó a Ibarretxe a dejar en suspenso su pacto de legislatura con EH. No fue, sin embargo, hasta después del asesinato por parte de ETA del dirigente socialista alavés Fernando Buesa y su escolta, el ertzaina Jorge Díez (22 de febrero de 2000), cuando el pacto se rompió definitivamente.
La ruptura del acuerdo parlamentario y el subsiguiente abandono de la cámara por parte de EH en septiembre (que anunció que sólo volvería al Parlamento de Vitoria en «ocasiones puntuales») dejó al gobierno PNV-EA en minoría parlamentaria.
En el año 2000 las elecciones generales renuevan a Aznar como presidente, pero esta vez por mayoría absoluta, por lo que ya no necesita el apoyo parlamentario del PNV y se inicia una seria confrontación entre PP y PNV.
Se inicia un periodo de crispación del ambiente político vasco y el PP presenta a como candidato a lehendakari a uno de sus más exitosos ministros, el hasta entonces Ministro del Interior Jaime, Mayor Oreja.
Tras varios meses de precariedad parlamentaria vasca, debido a la activa oposición de socialistas y populares y a la imposibilidad de aprobar leyes por la ausencia de apoyos parlamentarios (los presupuestos del año 2001 no pudieron aprobarse y debieron prorrogarse los del año anterior[8], anunció elecciones anticipadas para el 13 de mayo del 2001. La legislatura finalizada había sido la más corta del Parlamento Vasco desde la llegada de la democracia, y finalizaba con altos grados de crispación política y una renovada ofensiva de la organización terrorista ETA, que sólo en 2000 acabó con la vida de 23 personas.
[editar] VII Legislatura (2001-2005)
La campaña electoral de 2001 fue la más dura de la historia del País Vasco, enfrentándose dos bloques políticos con propuestas claramente diferenciadas. Por un lado, la coalición nacionalista PNV-EA, con Ibarretxe como candidato a Lehendakari, presentaba un programa abiertamente soberanista de superación de los marcos estatutario y constitucional y favorable a la autodeterminación. Del otro, el Partido Popular (PP) (liderado por Jaime Mayor Oreja) en colaboración con PSE-EE (PSOE) (liderado por Nicolás Redondo Terreros) propusieron un discurso común en defensa de la Constitución y del Estatuto como marco insustituible para acabar con el problema terrorista, en la creencia de que podían desalojar al nacionalismo de la presidencia del País Vasco.
En los comicios de mayo se plantean en el País Vasco como un plebiscito y aumenta considerablemente la participación que se decanta por el voto nacionalista moderado y la coalición PNV-EA sale reforzada obteniendo casi 600.000 votos con un 42,7% de los votos colocándose el PP como segunda fuerza con el 23% de los sufragios, aumentando en un escaño que perdió el PSOE. Ezker Batua (EB) obtuvo tres escaños.
La coalición PNV-EA casi triplicó el aumento de votos del PP. Pero el aspecto más sobresaliente fue el serio descalabro que sufrió el nacionalismo radical representado por Euskal Herritarrok (EH), que, tras la ruptura de la tregua de ETA, perdió la mitad de sus 14 escaños, pasando del 17,9% de 1998 al 10,1%, perdiendo casi 80.000 votos.[29] [9].
El resultado práctico es que la coalición PNV-EA sumaba 33 escaños frente a los 32 del Partido Popular y PSE-EE (PSOE) estando la mayoría en 38 escaños, por lo que, esa legislatura, Juan José Ibarretxe se ve obligado a presidir un gobierno de coalición entre PNV, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua-Berdeak.
Ibarretxe fue investido Lehandakari el 12 de junio de 2001, en segunda votación, con el apoyo de 35 parlamentarios ( sus 32 parlamentarios, menos el voto de un diputado de EA llegó tarde a la sesión y no pudo votar y los tres de EB). El gobierno, que comenzó con consejeros únicamente del PNV y de EA fue ampliado con un consejero de EB, Javier Madrazo, en septiembre de 2001.
La ilegalización de Batasuna (organización en la que se había refundado EH en junio de 2001) y las presiones del gobierno central en manos del PP hicieron que los últimos años de ese gobierno fueran difíciles ya que aún siendo mayoritario (alcanzaba los 36 escaños) no tenia la mayoría absoluta (38 escaños) del Parlamento. Así, los presupuestos de 2002 no pudieron aprobarse hasta el 23 de enero de ese mismo año y sólo gracias a la abstención de Batasuna (que había adoptado la denominación de Sozialista Abertzaleak en la Cámara de Vitoria). Aún así, las partidas presupuestarias se votaron una por una y los presupuestos de más de la mitad de los departamentos se rechazaron, lo que significó que se prorrogaban las del año anterior. Los presupuestos del año siguiente se salvaron de la prórroga debido al retraso del líder popular, Jaime Mayor Oreja, en llegar a la votación. Para 2004 se volvieron a prorrogar los presupuestos, al votar toda la oposición en contra, en tanto que para 2005, una equivocación de un parlamentario socialista permitió aprobar finalmente los presupuestos.
Josu Jon Imaz sucedió el 17 de enero de 2004 como presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB, órgano ejecutivo del partido) a Xabier Arzalluz. Imaz aboga por fortalecer la relación del PNV con el resto de los partidos nacionalistas, buscar un acuerdo integrador y transversal con partidos de "la otra sensibilidad nacional" del país, buscar un "encaje amable de Euzkadi en España", el respeto a la voluntad de los ciudadanos vascos, la total oposición al terrorismo, el apoyo a las víctimas y perseguidos por ETA y la defensa de la reforma del estatuto de la Comunidad Autónoma Vasca
[editar] El Plan Ibarretxe
En cumplimiento de su programa electoral[10], el Gobierno Vasco propuso una reforma del estatuto de autonomía del País Vasco, con el nombre de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi, más conocido por el nombre del lehendakari vasco promotor.
El Plan Ibarretxe, con una propuesta soberanista basada en la «libre asociación» entre el País Vasco y España, la soberanía compartida y el derecho de autodeterminación, se presentaba como una tercera vía entre las posturas denominadas constitucionalistas del PP y el PSE-EE (PSOE) y el independentismo de EH y ETA. La propuesta se definía como una «propuesta de pacto político que se materializa en un nuevo modelo de relación con el Estado español, basado en la libre asociación y compatible con las posibilidades de desarrollo de un estado compuesto, plurinacional y asimétrico», la cual desbordaba el marco constitucional tal como existía en ese momento, al plantear la creación de un nuevo marco jurídico en el la práctica totalidad de las competencias estarían en manos de las instituciones del País Vasco, dejando al Estado español unas funciones meramente residuales[11]. Las principales fuerzas políticas españolas consideraron que el plan violaba tanto en los procedimientos, como en los contenidos, el marco de la Constitución Española. Para poder entrar en vigor, la propuesta, al ser una reforma de un estatuto de autonomía, debía ser aprobada por mayoría absoluta en el Parlamento Vasco y posteriormente ser admitida a trámite en el Congreso de los Diputados español, para luego ser tramitado en el propio Congreso y en el Senado mediante ley orgánica. Ibarretxe también declaró que, en caso de que la propuesta fuese paralizada en las Cortes españolas, convocaría un referéndum en el País Vasco para que los vascos pudieran decidir su futuro.
Como respuesta, el 28 de noviembre de 2004, el gobierno de José María Aznar aprobó añadir al Código Penal un artículo por el que se consideraba un delito castigado con penas de entre tres a cinco años de prisión y entre seis a diez años de inhabilitación absoluta el que un cargo público convocase elecciones o referendos sin la autorización de las Cortes. La reforma fue tramitada rápidamente y aprobada como una enmienda del Partido Popular a la Ley Orgánica de Arbitraje, con los únicos votos a favor del PP. El resto del grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados hizo un plante y se abstuvo de votar. La reforma entró en vigor el 23 de diciembre[12].
El Plan Ibarretxe pasó el primer trámite, siendo aprobado por mayoría absoluta (39 votos de 75) en el Parlamento Vasco el 30 de diciembre de 2004[13], con los votos a favor de los partidos que componían el gobierno tripartito (36 escaños) y 3 de los 6 parlamentarios de Sozialista Abertzaleak (SA), los herederos de la ilegalizada Batasuna (los otros tres votaron en contra, el séptimo, Josu Ternera, se hallaba huido de la justicia). Los votos favorables de SA, así como su aceptación por parte de Ibarretxe fueron muy criticados.
Superado el trámite en el Parlamento Vasco, la propuesta fue enviada al Congreso de los Diputados para ser admitida a trámite, enfrentándose allí a la oposición tanto del nuevo gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero como a la del Partido Popular. El propio Ibarretxe defendió la propuesta en el Congreso[14], sin conseguir que en la votación realizada el 1 de febrero de 2005, la propuesta fuese ampliamente derrotada, por 313 votos en contra (PSOE, PP, Izquierda Unida, Coalición Canaria y Chunta Aragonesista), 29 a favor (PNV, EA, Nafarroa Bai, CiU, ERC y BNG) y 2 abstenciones (IC-V)[15].
El rechazo del Congreso de Diputados llevó al Lehendakari Ibarretxe a convocar elecciones para el 17 de abril de 2005, con la intención de que se tratase de un voto plebiscitario en relación a la propuesta.
[editar] VIII Legislatura (2005-2007)
El cambio en el gobierno central debido al triunfo electoral del PSOE el 14 de marzo de 2004 y el establecimiento de una política más conciliadora por parte del nuevo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, permitieron que estas elecciones se llevaran a cabo en un ambiente menos enrarecido que las anteriores. Por otra parte, a pesar de que Batasuna y las diferentes agrupaciones electorales que había intentado crear seguían fuera de la ley, la izquierda abertzale pudo conseguir que sus votantes tuvieran representación, al utilizar el ofrecimiento del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK), un partido de reciente creación al que, a pesar de las peticiones del Partido Popular, la justicia no encontró ninguna relación con ETA o Batasuna.
Las previsiones de la coalición nacionalista entre PNV y Eusko Alkartasuna, formada en torno a la figura de Ibarretxe, eran las de obtener unos resultados que les permitieran la formación de un gobierno con mayoría absoluta, considerando el apoyo de los partidos con los que había formado el gobierno anterior, pero el resultado de las urnas fue adverso, puesto que la coalición sólo obtuvo 29 escaños (22 PNV y 7 EA) obteniendo 463.873 votos (38,6%), siendo la primera fuerza política en las tres provincias vascas, mientras que la izquierda abertzale, representada por el PCTV-EHAK, obtenía 9 escaños (12,44%) y el PSE-EE (PSOE) 18 escaños (22,68%)[16]. Este resultado fue interpretado como un rechazo de la ciudadanía a la política del Lehendakari y en especial al llamado Plan Ibarretxe, si bien el rechazo fue explicado de forma diferente por los diferentes actores políticos. Unos hicieron la lectura de que la ciudadanía rechazaba dicho plan por ser «demasiado nacionalista», fijándose en el crecimiento que había obtenido el PSE-EE (PSOE), en tanto que otros afirmaban que la ciudadanía vasca quería más que dicho plan al obtener la izquierda abertzale, representada por el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) unos excelentes resultados después de un período preelectoral y una campaña electoral muy complicada y la entrada de Aralar en el Parlamento. Todo ello redundó en que no se alterara significativamente la relación de fuerzas en el Parlamento Vasco (los escaños que perdió la coalición nacionalista fueron los que ganaron PCTV-EHAK y Aralar, con posturas, en principio, más radicales e independentistas).
Ibarretxe fue investido Lehendakari el 23 de junio de 2005, con los 32 votos de los partidos con los que renovaría el tripartito (PNV, EA y EB)[17] y 2 del Partido Comunista de las Tierras Vascas. El nuevo gobierno se constituyó con las fuerzas que habían mantenido el anterior (32 escaños) y busco los apoyos del PSE-EE (PSOE) y de la nueva formación en la cámara, Aralar que había obtenido un escaño.
[editar] La Constitución europea (2005)
El texto de la Constitución Europea (CE) fue ratificado en referendum pero País Vasco y Navarra fueron las regiones donde el 'No' tuvo un mayor respaldo, al conseguir un 33,66% y un 29,22% respectivamente.[30]
La actual Comunidad Autónoma del País Vasco (CAV) fue la que registró un mayor porcentaje de rechazos a la Constitución Europea (33,66%), a pesar de que PNV, PSOE y PP pedían el 'Sí'. Guipúzcoa fue la provincia que encabezó el 'No' con un 40,77%, seguida de Vizcaya, con el 30,79 % y Álava, con el 29,56%. Además, el 62,61% de apoyos al texto europeo fue inferior al 69,12% que registró en 1978 la Constitución Española. En la localidad guipuzcoana de Orexa, el 91,84% de los votantes se opuso al Tratado.
La segunda comunidad con mayor rechazo a la Constitución Europea fue Navarra con un 29,22% de papeletas por el 'No', casi 12 puntos más que la media nacional. La aprobación del tratado en Navarra en este referéndum era apoyada por UPN, PSN, CDN y PNV, mientras que IUN-NEB, Aralar y EA defendían el rechazo al texto.
[editar] El Proceso de Paz (2006)
La VII Legislatura ha estado marcada, sin embargo, por el proceso de negociación entre el Gobierno español y ETA para conseguir el fin de la violencia y la disolución de la organización terrorista. El PNV ha adoptado un perfil discreto de apoyo al Gobierno español, en el que el protagonismo ha recaído fundamentalmente en el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Josu Jon Imaz y no en el Lehendakari Ibarretxe.
Tras la declaración de tregua por parte de ETA, Juan José Ibarretxe pidió la derogación de la Ley de Partidos[18], al tiempo que llevó a cabo una rueda de contactos con todos los partidos vascos (incluyendo a la ilegalizada Batasuna, con cuyos representantes Arnaldo Otegi, Juan José Petrikorena y Pernando Barrena se reunió el 19 de abril en el Palacio de Ajuria Enea, sede del Gobierno Vasco). Por ello, el Foro de Ermua presentó una querella y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco le imputó un presunto delito de desobediencia al reunirse con la ilegalizada Batasuna[19].
[editar] Referencias
[editar] Bibliografía
- De Pablo, Santiago/ Mees, Ludger/ Rodríguez Ranz, José A.: El péndulo patriótico. Historia del Partido Nacionalista Vasco, Crítica, Barcelona, 1999
- Juan Carlos Jiménez de Aberásturi : "De la derrota a la esperanza. Políticas vascas durante la Segunda Guerra Mundial, 1937-1947" (IVAP, 1999)