Garcihernández

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Tienes mensajes nuevos (Dif. entre las dos últimas versiones).

País

España

• Com. Autónoma Castilla y León

• Provincia Salamanca

• Comarca Tierra de Alba

Ubicación

• Altitud 814 msnm

• Distancia 30 km a Salamanca

Superficie 47,59 km²

Población 590 hab. (INE 2005)

• Densidad n/d

Gentilicio garcihernandeños

Código postal 37810

[editar] Introducción

Garcihernández es un municipio en la provincia de Salamanca, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, España. Está a una distancia de 30 km de Salamanca, la capital provincial. El río Gamo, que nace en las cercanías del Puerto de Villatoro, discurre por la zona norte del pueblo, fué canalizado en los años 1960s en todo su recorrido hasta su final en el Tormes.

Al 2005 cuenta con una población de 590 habitantes, de los cuales 300 son varones y 290 son mujeres, en una superficie de 47,59 km². Su altitud es de 814 m sobre el nivel del mar.

Sus fiestas patronales son en honor a San Juan Bautista el 24 de Junio y a San Blas de Sebaste, el 3 de Febrero. Tradicionalmente se ha llamado a Garcihernández "el pueblo de las brujas".

Está comunicada con Alba de Tormes y Peñaranda de Bracamonte por la carretera provincial SA-114 y a través de la llamada "carretera de La Serna" con Encinas de abajo.

Otros núcleos: Azud de Villagonzalo (0 hab.), La Cida (1 hab.), La Granja (0 hab.), Jemingómez (16 hab.), La Lurda (56 hab., 26 varones y 30 mujeres), Matamala (4 hab.) y El Pardo (1 hab.). La Lurda es una pedanía desde mediados del siglo XIX cuando perdió su independencia.

[editar] Historia

Uno de los acontecimientos más importantes acaecidos en Garcihenández fue el del 23 de Julio de 1812, dentro de la Guerra de la Independencia española , un día después de la Batalla de los Arapiles.

(Véase:Batalla de Los Arapiles[1])

Copla de los pueblos Salmantinos recopilada por D. Dámaso Ledesma, autor del "Cancionero Salmantino":

En Garcihernandez los mozos acostumbran ir a la taberna, algunos echan á cuartilla, otros á cuartilla y media, y al que no tiene anguarina le fió la tabernera, menos al majo del Pelón que bebió la carga entera.